Oliver Bearman ha recibido una de las sanciones más severas del fin de semana en el GP de Gran Bretaña tras protagonizar una acción peligrosa durante los Libres 3. El joven piloto británico de Haas ha sido penalizado con 10 posiciones en la parrilla de salida y ha sumado 4 puntos más en su superlicencia, lo que eleva su total a 8 de los 12 que provocan una suspensión automática.

Todo ocurrió durante la tercera sesión de entrenamientos libres, cuando se mostró una bandera roja provocada por un accidente de Gabriel Bortoleto en los últimos instantes de la FP3. En ese momento, Bearman redujo la velocidad... pero solo momentáneamente. Según los comisarios, el piloto aceleró hasta los 260 km/h justo antes de entrar al pitlane, perdió el control del coche e incluso acabó contra las protecciones, dañando el alerón delantero.

"El coche 87 había reducido la velocidad por la bandera roja, pero al acercarse a la curva 15 aceleró significativamente hasta ritmo de carrera y entró al carril de boxes a 260 km/h", explica el comunicado oficial de los comisarios. "Perdió el control del coche en la entrada del pitlane y chocó contra las barreras".

Los jueces dejaron claro que Bearman "no procedió lentamente de regreso al pitlane", como exige el reglamento, y subrayaron que, irónicamente, el ritmo de esa vuelta en bandera roja fue incluso más alto que una vuelta de entrada anterior en condiciones normales de carrera.

El británico, que ya sustituyó a Carlos Sainz en Ferrari en 2024 y también corrió con Haas, equipo con el que esta temporada disputa su primer curso completo en Fórmula 1, explicó que calculó mal el estado de los frenos, ya que había rodado más lento por la neutralización. "Aunque esto pudo haber contribuido al accidente, no lo consideramos un factor atenuante", respondieron los comisarios en su informe.

Con esta sanción, Bearman se acerca peligrosamente al límite de 12 puntos en la superlicencia, que conllevaría la suspensión automática de una carrera. En apenas unas carreras como titular, ya acumula 8 puntos, lo que lo sitúa en el grupo de los más vigilados por Dirección de Carrera. Solo Kevin Magnussen ha alcanzado ese castigo máximo recientemente, mientras que Max Verstappen, aunque en algún momento estuvo cerca, logró evitarlo.

A Bearman se le podría aplicar una sanción similar si vuelve a cometer un error grave, lo que pone en riesgo su continuidad inmediata en la pista. El talento no se discute, pero la F1 no perdona errores, y menos cuando hay una bandera roja de por medio.