Sainz: "Necesito ser duro conmigo mismo, es un error de piloto"

Con uno de los monoplazas más rápidos de la parrilla y después de conseguir dos podios en las dos primeras carreras de la temporada, Carlos Sainz quería conseguir la primera victoria de su carrera deportiva en la F1 en el GP de Australia y, sin embargo, terminó abandonando.

Después de 24 carreras cruzando la bandera a cuadros de forma consecutiva desde su debut con el equipo de Maranello, el piloto español vio como en la tercera vuelta de la carrera se veía obligado a retirarse tras una mala salida que le llevó desde la novena hasta la 14ª posición, y un trompo que le dejó estancado en la grava sin posibilidades de regresar a pista.

Con Charles Leclerc liderando el campeonato después de una victoria y un segundo puesto en las carreras anteriores, Sainz era consciente de la importancia que tenía este GP de Australia, pero sin embargo no consiguió recortar distancias, sino más bien todo lo contrario, el monegasco se llevó otra victoria y 26 puntos, mientras que el madrileño ni tan siquiera pudo sumar.

Nada más bajarse de su monoplaza y con la prueba todavía en marcha, Carlos Sainz se mostró muy frustrado analizando su corta carrera y su complicado fin de semana en Albert Park. 

"Sí, hemos vuelto a tener problemas similares con los interruptores del coche, como ayer. Tuvimos que cambiar el volante justo antes de la salida, lo que significaba que este no estaba bien configurado para la salida".

"Por ello, desafortunadamente nos quedamos bloqueados [en la salida]. Después hice un trompo con el neumático duro, y luego, con las prisas de querer volver a pista, cometí un error", añadió.

"Necesito ser duro conmigo mismo porque es un error de piloto. Ha sido un fin de semana para olvidar, todo ha salido muy mal. Obviamente, todavía estamos conociendo estos neumáticos y claramente el compuesto más duro este fin de semana fue muy complicado de gestionar en las primeras vueltas, justo cuando tenía que empujar más".

"Es una conclusión fácil el hecho de que no debería haber presionado tanto, que debería haber sido paciente. Pero al mismo tiempo, tampoco fuimos perfectos como equipo. Tuvimos muchos problemas, el anti stall, percances en clasificación y más cosas que te ponen bajo presión".

Pese a todo, Sainz aseguró que todavía no hay nada perdido y que ver el ritmo de Leclerc todavía le da confianza para conseguir remontar en los próximos eventos del calendario de la Fórmula 1.

"Intentaremos aprender y volver más fuertes. Está claro que el coche es rápido, este fin de semana me encontraba un poco más cómodo y eso hay que aprovecharlo. Todavía quedan 20 carreras por delante, queda un mundo, pero hay que intentar ser más perfectos", concluyó el piloto español.

Después de salir de Australia con su primer cero de la temporada, Carlos Sainz pierde una posición con George Russell en el campeonato de pilotos y llegará al próximo Gran Premio de Emilia Romagna en Imola tercero con 33 puntos, a una distancia ya considerable respecto su compañero de equipo y líder del mundial, un Leclerc que ya ha conseguido sumar 71 puntos.