El Ferrari SF1000 que posiblemente nunca llegará a debutar

Durante los dos próximos meses, el campeonato del mundo de Fórmula 1 se disputará bajo techo, entre la simulación, los bancos de pruebas y el túnel de viento.

En el caso de Ferrari, ante la cancelación del GP de Australia, la carrera que iba a abrir el pasado domingo la temporada, el equipo italiano volvió de Melbourne sin conocer el valor real del SF1000, su nuevo coche.

Ahora, los del Cavallino pueden ser uno de los que saque "ventaja" del inicio de un mundial que parece aplazado hasta el 7 de junio, con el GP de Azerbaiyán.

Toto Wolff reiteró en el paddock de Melbourne que Ferrari había estado ocultando sus cartas en la pretemporada, y que los monoplazas rojos habrían podido retar a las flechas de plata.

La verdad ya nunca se sabrá, porque el coronavirus evitó que los motores se encendieran y todo quedó en espera. Pero una cosa es cierta: el SF1000 que llevaron hasta el circuito Albert Park está destinado a no correr nunca, porque ahora el ingeniero Simone Resta tiene todo el tiempo para abordar los problemas de Ferrari y preparar una actualización que se esperaba para la primera carrera europea en Zandvoort o la segunda en Barcelona.

El margen de tiempo para convertir al SF1000 en un coche ganador ahora es mayor, así que, a pesar del cierre de su fábrica durante 12 días, Ferrari tendrá la oportunidad de trabajar con cierta calma para preparar un monoplaza que será capaz de luchar con Mercedes y Red Bull desde la primera cita de 2020.

¿Qué podemos esperar?

Entre las modificaciones que se insinúan se adivina un Ferrari más agresivo en la parte delantera que el anterior, que parecía demasiado conservador. Al no haber carreras, todos los equipos podrán evolucionar usando el túnel de viento, aunque será interesante ver cómo se las apañan sin poder hacer comparaciones con el rendimiento en pista.

La unidad de potencia también puede evolucionar, y en particular la de Ferrari se espera que lo haga en los conceptos de la cámara de combustión, con una precámara más caliente.

Tendremos una media temporada en la que el campeonato se jugará de manera virtual dentro de las fábricas y luego las dos o tres primeras carreras determinarán si vale la pena desarrollar más los monoplazas o si, por el contrario, hay que volcarse ya en 2021 antes de los grandes cambios que entran en vigor el año próximo.

El coronavirus impone nuevas maneras de abordar la temporada de F1, diferentes las que había hasta ahora. ¿Podrán aprovechar bien en Maranello la inactividad a la que obliga el COVID-19?