La broma de un mecánico al 'pitufo' Raikkonen que casi acaba mal

El ex mecánico de McLaren, Mark Priestley, recordó una broma que hizo cuando estaba en el equipo de Woking durante el último fin de semana de Kimi Raikkonen antes de fichar por Ferrari.

"Se me ocurrió un plan que era estúpido, ridículo, infantil... pero también brillante", recuerda el ex mecánico en uno de sus videos de YouTube.

El plan era, nada menos, convertir a Iceman en un pitufo en el GP de Brasil de 2006.

La semana antes de la carrera, Priestley pasó mucho tiempo con Kimi Raikkonen, de quien se hizo amigo con el paso de los años, y a quien ya le había advertido de que iba a haber una broma de despedida. "Bajo ninguna circunstancia lo dejaría irse sin más, sin al menos con una tradicional broma de despedida".

La tradición dentro de la escudería británica en ese momento era que cada miembro, independientemente de su posición, terminaría pintado de color azul en su último fin de semana con el equipo.

"Teníamos colorante azul en polvo. Por lo general, se usaba para vertirlo en el sistema de refrigeración del motor”. Ese colorante facilitaba a los mecánicos detectar una fuga, según explica Priestley. "Era un químico muy poderoso e intenso. Incluso una cantidad muy pequeña habría sido suficiente para pintar a todo un grupo de azul oscuro, así que un poco de polvo y agua era suficiente para una persona, que inmediatamente quedaba convertida en un pitufo”.

Ante esta idea, Raikkonen fue claro y le dijo a su ex mecánico: “No me atraparás. Me subiré a un helicóptero justo después de la carrera”. Por lo tanto, el británico tuvo que idear un plan diferente y poder pintar al piloto antes de la bandera a cuadros.

Así, Priestley diseñó el siguiente plan: “En la parrilla, pondría un poco del polvo en los guantes de Kimi mientras estuviera hablando con un ingeniero o en el baño", escribe en su libro The Mechanic.

Raikkonen disputó su último gran premio con McLaren, en el calor de Sao Paulo, con las manos azules, ya que el sudor ayudaría a pigmentar la piel. Sin saberlo.

"Mientras Kimi era entrevistado por Martin Brundle en la parrilla, yo extendí el polvo en sus guantes", revela el ex mecánico.

Raikkonen no notó nada al vestirse: "Kimi fue cuarto durante la carrera y esperaba que acabara en el podio", expresó Priestley.

"Si eso hubiera pasado, él habría saludado desde el podio con sus manos de color azul". Sin embargo, perdió en un duelo contra Michael Schumacher y acabó la carrera en quinto lugar. "Tal vez fue mejor así", dijo Priestley después.

Ron Dennis, también con las manos azules

"Inmediatamente después de la carrera, Kimi entró en el box y, como se despedía, incluso le estrechó la mano a Ron Dennis, que lo felicitó, así que Ron y su esposa también se quedaron con las manos azules después de eso, y lo mismo pasó con Norbert Haug y su mujer".

"Sin embargo, casi me muero. Escuché a Ron Dennis decir: '¡Quienquiera que haya sido, acaba de perder su trabajo!'. Entré en pánico y me di cuenta de las tonterías que estaba haciendo”, describió

"Kimi se acercó a mí, me señaló y me dijo: '¡Maldito bastardo! ¡Te lo devolveré!’ Fue un gran alivio para mí, que al menos Kimi no me odiara por eso”, dijo Priestley, que mantuvo su trabajo en McLaren después de aquella broma.