Así se vive una carrera de F1 desde dentro de un equipo

El día antes de que Motorsport.com entrara en el garaje de Haas en el Gran Premio de Azerbaiyán 2024 de Fórmula 1, el británico se propuso conocer a todos sus mecánicos. El jueves saludó a todos en la escudería estadounidense, un nuevo soplo de energía tras acostumbrarse a la tranquilidad de dos experimentados como Kevin Magnussen y Nico Hulkenberg.

Cumplidas las posteriores obligaciones con los medios de comunicación, por fin llegó la diversión. El viernes, después de descansar gracias a un horario más tardío del que está acostumbrado Oliver Bearman, estaba listo para hacer dupla con el alemán en sustitución del danés.

Vemos cómo se coloca el casco, escucha las últimas palabras de su grupo personal, formado por Enzo Mucci y Jamie Smith, y sube a bordo, con el ingeniero Mark Slade como sus ojos desde el box, y le explica los ajustes de los botones y sistemas en el volante, para luego ponerse en marcha y disputar los primeros entrenamientos libres con dos tandas con la goma media y una con el blando.

En esa práctica fue undécimo, por delante de su compañero, quien sufrió un problema con el DRS y le dejó a cuatro décimas. Nico Hulkenberg miró los datos y advirtió a su conjunto de posibles daños en el suelo, mientras que Oliver Bearman recibe un aviso de su ingeniero sobre una anomalía en uno de los tubos de pitot, por lo que comprobaron el difusor trasero.

Sin embargo, lo que más llama la atención al escuchar su radio durante esa primera hora de entrenamientos es lo silencioso que se muestra, y únicamente informa de que tenía "bastante graining" en una larga tanda, y el ingeniero de rendimiento del conjunto, Ed Brand, nos dijo: "Es típico de los novatos, están absorbiendo muchas cosas".

Motorsport.com se traslada al centro de prensa, en el hotel de Bakú, repleto de lámparas de araña, para la segunda práctica, pero desde Haas indican poco después que su joven piloto es una silenciosa esponja que termina décima, aunque dos lugares por detrás de su compañero.

El sábado, el paddock se despierta con un cielo cubierto. Después de que Motorsport.com se abriera paso entre los numerosos obstáculos del mobiliario urbano contra los que está montada la pista, y vemos los terceros libres a pie del circuito, pero apenas tenemos una oportunidad para evaluar el paso del inglés por la compleja cuarta curva.

Tras frenar "tan tarde en la primera curva en comparación con coches más competitivos, como Leclerc", como comentó su director, Ayao Komatsu, entró demasiado rápido en la curva a izquierdas y se estrelló contra las protecciones, aunque le advirtieron de que el estado del asfalto era "malo". El lento comienzo de la sesión debido a la lluvia de la mañana, y a que Esteban Ocon provocó una bandera roja, el de Haas solo pudo hacer dos giros.

Para disgusto del fotógrafo de Motorsport Images, Simon Galloway, y de la escudería norteamericana, vieron cómo Oliver Bearman regresaba a pie al pitlane, mientras que sus mecánicos se enfrentaban a una rápida reconstrucción del monoplaza para partir en la clasificación, pero después de dar las gracias a todos, superó al alemán y se quedó a solo una décima de pasar a la Q3, con un undécimo lugar en la parrilla de salida.

"Su rendimiento fue inferior en tres décimas, un claro error [irse largo en la undécima curva y tener que coger un rebufo después", dijo el duro director del conjunto.

El propio Oliver Bearman se enfadó y se le vio golpeando el volante en señal de frustración en su regreso a boxes, pero en el equipo estaban impresionados con su vuelta tras las banderas amarillas en la Q1 y con el "tiempo que hizo con el blando usado, el mismo que Nico [Hulkenberg] con el blando nuevo".

Después, el británico saludó a su compañero en la zona mixta, aunque no compartirán demasiado tiempo juntos porque el germano se irá en 2025 de la escudería norteamericana rumbo a Hinwil, pero al menos parece que se creó un pequeño vínculo entre ambos.

Fue con Nico Hulkenberg con el que el inglés comprobó que levantarse tarde en la Fórmula 1 era normal, mientras que Motorsport.com pudo ver que hicieron muchas bromas en su visita a la fanzone de la ciudad azerí. La carrera fue caótica, pero rescató un punto gracias aprovechar los incidentes, con una primera tanda más lenta, aunque en la décima vuelta se le pidió que dejara paso al otro coche del equipo.

Más tarde diría: "Perdí mucho tiempo por no ir muy rápido, estaba ahorrando demasiado con los neumáticos y no era necesario".

Mientras, su director cree que "se comunicó lo suficientemente bien para decir que ese no es un ritmo bueno", y que debían hacer algo diferente: "Sin embargo, eso está de nuestra parte".

Para su segunda tanta, Oliver Bearman volvió a estar rondando los diez primeros, donde Nico Hulkenberg luchaba con Franco Colapinto y Alexander Albon, además de mantener a raya a Lewis Hamilton durante una buena cantidad de vueltas. La brecha entre ellos era "como un yoyó", según el inglés, a medida que se acercaban a los puntos.

Entonces, a diez giros del final, el heptacampeón "se abalanzó", de nuevo, y con el DRS pudo superar a su compatriota. Quizá el novato podría haberse asegurado de estar en ese trozo de asfalto para tapar el hueco, pero se ganó el reconocimiento por intentar apurar al máximo sus opciones, siendo también consciente de que el de Mercedes no le llevaría "contra el muro".

Su carrera parecía que iba a terminar sin premio, pero entonces se combinaron varias cosas por delante. En primer lugar, Nico Hulkenberg perdió la diferencia de tres segundos de la que disfrutaba con Franco Colapinto, y después se produjo el accidente entre Sergio Pérez y Carlos Sainz, que volvió a afectar al alemán y comenzó a perder terreno hasta que varios coches le pasaron.

Ahí, Lewis Hamilton fue hacia delante, con su compatriota por detrás, y en un movimiento crítico, se aseguró un punto, algo "genial" por segunda vez tras hacerlo en el Gran Premio de Arabia Saudí. Volvemos al paddock para visitar Haas por última vez el domingo por la tarde, con el sol poniéndose a orillas del mar Caspio, y encontramos a Ayao Komatsu: "No es perfecto, pero es impresionante".

Hablando con otros miembros de la escudería a lo largo del fin de semana, está claro que Oliver Bearman causó una impresión aún mayor fuera de la pista. Su rápido aprendizaje y su actitud tranquila y autocrítica dieron en el clavo para un equipo que no disfrutó de muchas alegrías, y parece que en Ferrari pagaron su sueldo para seguir con su formación, pero no es eso lo mejor para los estadounidenses, sino que "ya es uno" de ellos. 

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