Yamaha se prepara para reducir costes

Los fabricantes presentes en MotoGP se enfrentan a un panorama donde la actividad comercial está parada y el campeonato, en el mejor de los casos, arrancará con cinco meses de retraso y reducido significativamente. 

Dos meses después de que se cancelase la primera cita de la temporada, lo único que pueden hacer ahora es centrarse en lo que vendrá a partir de este momento, y el temor de tener que reducir los presupuestos en 2021 para compensar las pérdidas aparece en el horizonte.

"Todavía es demasiado pronto para decirlo", explicaba Lin Jarvis en una entrevista con La Gazzetta dello Sport. "Estamos en medio de la lucha contra el incendio, cuando se extinga, veremos qué queda y cuál es el escenario. Es cierto que la pandemia tendrá efectos económicos a largo plazo, analizaremos cada área para reducir los gastos".

El director de Yamaha en MotoGP ve con alivio la congelación del desarrollo decidida por Dorna para 2020 y 2021. 

"Ha habido discusiones constantes entre los fabricantes, Carmelo Ezpeleta y Dorna, y todos estuvimos de acuerdo en cómo actuar. En Europa, especialmente en Italia y España, sentimos la gravedad de lo que estaba sucediendo antes que los japoneses. En las primeras reuniones, no entendieron bien nuestro drama, pero inmediatamente cambiaron de opinión", señaló.

"Ahora, la situación es la misma para todos. Si a corto plazo para una gran empresa puede ser beneficioso, a largo plazo tener 65 o 70.000 empleados en todo el mundo, como nosotros, puede convertirse en un problema ", advierte.

Jarvis reconoce que la situación actual podría haber afectado al mercado de pilotos para 2021. 

"Podría haber influido en las negociaciones, pero estoy contento con cómo está. La firma de Quartararo se realizó para 2021. Nuestra misión es correr y si lo hacemos es ganar. Y queremos hacerlo aprovechando las mejores armas, ya sea software, hardware, pilotos o mecánicos".

No habrá carreras más allá del 13 de diciembre

La fábrica de Yamaha en Japón se mantiene abierta (aprovechando que se encuentra en una zona libre de las medidas de contención al contrario que Honda, ubicada cerca de Tokio). Sin embargo, el horario de los empleados se ha adaptado, y los ingenieros que pueden, teletrabajan. En cuanto a la base europea en Gerno di Lesmo (Italia), tres de sus cuatro departamentos permanecen cerrados, mientras que el cuarto, dedicado a I+D, reabrió la semana pasada.

Por lo tanto, si la actividad se reanuda gradualmente, la competición aún deberá esperar. Después de la cancelación de Alemania, Holanda y Finlandia, MotoGP podría reanudar la competición a finales de julio, con un calendario basado principalmente en Europa y que permitiría realizar al menos 10 carreras hasta finales de noviembre, a puerta cerrada y con una reducción drástica del personal autorizado en el paddock.

"Dependemos más de las decisiones de los gobiernos que de los organizadores", indicó Jarvis. "Incluso sin público, meter a 1.500 personas en el paddock será un problema, sin mencionar las restricciones de viaje. Si nos permiten ir a Austria o Brno, ¿nos permitirán regresar a Italia? La sensación es que no habrá actividades deportivas antes de septiembre. Esperemos que podamos tener un campeonato emocionante con al menos 10 carreras, aunque será extraño correr con gradas y el paddock vacíos".

En cuanto a la extensión máxima para acabar la temporada, Jarvis apunta una fecha.

"El último fin de semana posible es el 13 de diciembre. Eso ya se ha fijado. Ir más allá implicaría problemas fiscales y relacionados con el cierre por vacaciones".

Ante este escenario, Lin Jarvis espera que MotoGP revise su calendario para 2021 y lo reduzca.

"Habrá menos carreras, espero. Para nosotros, 18 sería lo óptimo, pero no conozco los contratos firmados por Dorna. Me imagino que el comienzo de 2021 seguirá siendo complicado, con un largo proceso de recuperación. Sería prudente cambiar el tamaño del campeonato", zanja.

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