La historia de Alpine, el nuevo equipo de Alonso en la F1

Alpine completará uno de sus grandes hitos... 66 años después de su creación. La marca francesa se estrena en la Fórmula 1 este 2021 con Fernando Alonso y Esteban Ocon como pilotos, después de tomar el relevo de Renault en la estructura de Enstone, la misma con la que el español ganó sus dos títulos mundiales.

Pero, ¿cuál es la historia de Alpine y por qué se estrena ahora en la Fórmula 1?

Jean Rédélé (Dieppe, 1922-París, 2007) tuvo la complicada tarea de sacar adelante el negocio de venta de coches de su padre, Emile –que había trabajado como mecánico del piloto de Renault Ferenc Szisz (ganador del Grand Prix de La Sarthe en 1906)–, tras la Segunda Guerra Mundial.

Sus primeros pasos en el mundo de la venta de coches será reconvertir los GMC y otros Dodge que han dejado en Francia los estadounidenses tras intervenir en el conflicto europeo. Pero el coche que marcará su destino es el 4CV de Renault, con quienes trabajó durante su formación estudiantil.

Con 24 años se convirtió en el vendedor de coches más joven de Francia y dejó claro sus principios: "La competición es la mejor manera de probar los coches de producción. La victoria es la mejor herramienta de venta".

Así, cuatro años después empezó a compaginar su actividad profesional como vendedor de Renault en Normandía con la competición. En 1950 ganó el Rally de Dieppe a los mandos de un Renault 4CV. La compañía francesa se lo cedió tras la victoria y el joven galo decidió realizar unas cuantas mejoras al vehículo. Para ello contó con la ayuda del diseñador italiano Giovanni Michelotti, que diseño una carrocería de aluminio más ligera y aerodinámica que la original.

Jean Redele, Guy Lapchin, Renault, Renault 4 CV 1063

¿Por qué se llama Alpine?

En 1953, Rédélé estrena finalmente su Renault 4CV Speciale Sport y en su primera participación logra volver a ganar el Rally de Dieppe. Además, se anotó junto a Louis Pons su tercera victoria en su categoría en la mítica Mille Miglia y triunfó en el Critérium des Alpes, que le marcaría para siempre.

"Disfruté enormemente cruzando los Alpes con mi Renault 4CV y eso me dio la idea de llamar a mis futuros coches 'Alpines'. Era importante para mí que mis clientes experimentasen el mismo placer al volante del coche que quería construir", explicó Rédélé su decisión de crear en junio de 1955 la Societe des Automobiles Alpine.

Un mes después, el francés presenta en los cuarteles de Renault tres A106 basados en el 4CV con los colores de la bandera de Francia (un modelo azul, otro blanco y el tercero, rojo).

Alpine A106

Como buen empresario, Rédélé sabe que para que su producto se venda, tiene que darlo a conocer. No le valía con mostrar en el Salón del Automóvil de París sus modelos más ligeros y potentes, pero con la plataforma y piezas de un gran constructor como Renault.

Así, el francés vuelve a ganar la Mille Miglia y el Critérium des Alpes, esta vez a bordo de su propio vehículo. En 1960, Alpine presenta su A108 versión berlina, un estilo que marcará para siempre a la marca, después de que su mítico A110, basado en el Renault 8, llegue al mercado dos años después y entré en el imaginario colectivo de los aficionados a los rallies.

Porque es precisamente en esa disciplina donde Alpine brilla con luz propia en los 60 y, sobre todo, a principios de los 70. No en vano se asegura un triplete en la joya de la corona, el Rally de Montecarlo, y el título del todavía Campeonato Internacional de Marcas en 1971 y se lleva el primer campeonato del mundo de rallies de Constructores en 1973, ganando seis de las 13 citas puntuables.

Bernard Darniche, Alpine-Renault A110

El fallido intento de Alpine de debutar en la Fórmula 1 en los años 60

El primer flirteo de Alpine con la Fórmula 1 llegó en 1968. Con el apoyo de Elf y el gobierno francés, la empresa de Dieppe comenzó a construir el llamado A350 con los ingenieros Richard Bouleau y André Cortanze.

A pesar de crear un concepto de suspensión plana revolucionario para la época y del buen feeling de Mauro Bianchi, piloto de pruebas (y abuelo de Jules), Renault considera que el motor V8 Gordini será incapaz de batir a los dominantes Cosworth. El proyecto se abandonó y se destruyó el prototipo.

Alpine A500, la base para el debut de Renault en la F1

Los éxitos deportivos siguieron colmando a Alpine (en los rallies y en la resistencia, principalmente) y su creador de elogios. Pero la crisis del petróleo de 1973 supuso un duro varapalo para la compañía, a la que Renault tuvo que salvar comprando un 70% de las acciones.

Esto implicó además que la compañía francesa se hiciera cargo del departamento de competición de Alpine bajo el nombre de Renault Sport, liderado por Gérard Larrousse.

En 1972, bajo la dirección de François Guiter (responsable de competición de Elf), Renault diseñó un motor de competición de dos litros V6 turbo para el Alpine A440 que competería en Le Mans. Tres años más tarde, Guiter encargar crear una versión de 1,5 litros...

La idea de dar el salto a la Fórmula 1 empieza a fraguarse. Tal fue así que Jean-Pierre Jabouille (piloto de la marca en resistencia y en la F2) completó en marzo de 1976 un test secreto en Paul Ricard con dicho motor instalado en un prototipo llamado Alpine A500 (en aquel entonces en Renault solo pensaban en Le Mans).

Alpine Renault A500

Este prototipo de Fórmula 1, inicialmente de color negro, diseñado por André Cortanze, no era muy elegante, pero sí cumplía con su cometido y volvió a rodar en el circuito de Jarama de Madrid el lunes posterior al GP de España de 1976. El tiempo de respuesta del turbo seguía siendo demasiado largo: podía tardar hasta cuatro segundos en recibir la potencia y llegaba a la primera frenada del trazado español con demasiado empuje.

Jabouille sugirió poner el motor utilizado en la resistencia en el prototipo... et voilà. Solución correcta.

Renault empezó a ver con buenos ojos la idea y, tras un intenso programa de pruebas, hará debutar el prototipo, ya con los colores amarillos, el rombo y la denominación RS01, en el GP de Francia de 1977.

Alpine Renault A500

¿Qué pasó con Alpine después del A500?

Los años 80 empiezan a augurar el principio del fin para Alpine, dado que Renault la retira de casi todas las competiciones y hasta 1985 no se estrena un nuevo modelo, el GTA, que tampoco recibe una gran acogida. En 1990, Renault retira su presencia en la carrocería de los Alpine intentando reforzar la identidad propia de la marca, pero sin éxito.

Cuando todo el mundo pensaba que Alpine había dicho basta, presentaron en el Salón de Ginebra de 1991 el A610, pero tras producir 762 unidades, el adiós es definitivo en 1995...

Hasta 2012, cuando en el 50º aniversario del Alpine A110, Renault presenta el concept A110-50, construido sobre la base del Megane Trophy. Y la marca muestra antes del Salón del Automóvil de Ginebra 2017 el renovado A110, con motor 1.8 de cuatro cilindros y 252 CV.

Ahora, después de anunciarlo en 2020, Alpine debutará finalmente en la Fórmula 1... 45 años después de su último intento y con un monoplaza que rinde homenaje a su predecesor bajo el nombre de A521.