Viñales: "Asusta el año que viene, hay muchísimo trabajo por hacer"
El piloto de Yamaha tuvo un día literalmente para olvidar que le hará salir 14º en la parrilla del Gran Premio de Aragon.
Maverick Viñales, Yamaha Factory Racing
Gold and Goose / Motorsport Images
Alcañiz (Aragón).- 'A perro flaco, todo son pulgas', dice un refrán. Yamaha acumula 22 carreras sin ganar y salvo que medie un milagro –como dijo Rossi– el domingo establecerán la peor racha de toda su historia sin conocer la victoria.
La M1 ahora mismo es un perro flaco y parece que la mala suerte se ha cebado con sus pilotos. Ninguno de ellos fue capaz de meterse de forma directa a la Q2 y casi sobre la bocina solo Viñales lo hizo tras la primera criba. Sin embargo, ya en ella, los infortunios volvieron a repetirse. Esta vez un sensor se rompió en la moto del catalán, que por fortuna no pasó a mayores.
"No tenía ni control de tracción, ni antiwheelie, ni nada", desvelaba Viñales. "Por suerte no hecho una volada espectacular".
El de Roses (Girona) acabó 11º, pero cree que este incidente le impidió sacar su verdadero potencial.
"En la Q2 no he podido hacer realmente un buen tiempo, no hemos hecho lo mejor. El ritmo era para estar sexto o séptimo".
Y si el viernes Viñales lo arrancaba con un inoportuno problema con el cable del embrague en el FP1 que le hizo ser remolcado a boxes, el sábado lo ha terminado con una sanción de tres posiciones en la parrilla por molestar a Smith en la Q1, por lo que finalmente saldrá 14º, igualando su peor posición en MotoGP.
"Las reglas son las reglas. Estaba en medio y es lo que hay", dijo resignado.
De cara a la carrera las expectativas no son muy elevadas, señalando que conseguir puntos será la mayor aspiración.
"Veremos cómo está la pista mañana. Intentaremos hacerlo lo mejor posible, estar entre los 10 primeros y obtener conclusiones positivas. No tengo ni idea de dónde acabaré mañana. Estamos sufriendo muchísimo, es lo que hay. La moto funciona así ahora e intentaremos sacar un poco más de jugo a lo que tenemos".
Sin grandes aspiraciones en lo que queda de 2018 más allá de conseguir alguna victoria puntual, lo que realmente preocupa al #25 es la próxima temporada.
"Asusta el año que viene porque queda muchísimo trabajo por hacer. Hay ideas para mejorar, sobre todo por mi parte y veremos si funciona. Está costando, pero el equipo está trabajando muy bien y muy motivado. Pero en la fábrica está costando", concluye.
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