Sainz debutó en rallies: "Recordé todas las historias de mi padre"

Carlos Sainz Jr., Renault Megane RS

Foto: Renault Sport

Mucho antes de lo esperado, Carlos Sainz (hijo) se estrenó en el WRC, el mundial de rallies que tantas alegrías le dio a su padre. Lo hizo con el denominado coche 0, fuera de competición y solo en las dos últimas etapas de la jornada que cerraba el Rally de Montecarlo.

El madrileño se puso a los mandos del Renault Megane R.S y salió antes que los participantes que se estaban jugando el primer rally de la temporada 2018, el que dominó de principio a fin el campeón Ogier.

Sainz reveló que no quiso arriesgarse pero asegura que disfrutó mucho: "La verdad es que fue muy bien esta primera experiencia. Fui con mucho cuidado, no era el día para hacer locuras, sobre todo sin haber pasado antes por los tramos, sin haberme hecho mis propias notas, pero gracias a Rodrigo, mi copiloto, que las hizo ayer, pudimos ir más o menos tranquilos", dijo ante los micrófonos de Onda Cero.

"Cuando veía que podía atacar he atacado más, en otras me lo he tomado con más calma, pero he disfrutado mucho".

El piloto de Renault en F1 reconoció que recordaba todo lo que le había contado su padre, especialmente en el mítico Col de Turini: "Yendo hacia el primer tramo obviamente me he acordado de todas las historias que me ha ido contando mi padre toda la vida, de lo mítico que es este rally. Y también en la cantidad de enlaces que él ha hecho por ahí, que ha tenido que pasar por ahí".

"Y cuando he coronado el Turini me han venido muchas de esas historias a la cabeza, sobre todo porque el Turini estaba complicado, lleno de hielo y con la bajada muy complicada y rápida. Y he empezado a apreciar bastante más lo que supone tirarte con un WRC por ahí hacia abajo sin pensártelo".

Su padre ganó tres veces el Rally de Montecarlo y Carlos aspira a poder emular algún día al mayor de los Sainz. Sin embargo, de momento está muy centrado en Fórmula 1 y antes de pasar al WRC tiene sueños que cumplir: "El rally es algo que llevo en la sangre, algo que desde muy pequeñito. Todo el mundo sabe que mi principal pasión en la vida es la Fórmula 1 y es lo que más me motiva, ser campeón algún día de F1, es lo que quiero intentar. Pero los rallies están ahí, son parte de mi vida, de lo que quiero hacer en un futuro. Algún día pasará".

Ese día, dice, no llegará pronto: "Estoy tan metido, tan contento y motivado por hacer las cosas bien en F1, que cualquier otra cosa que hago me quita tiempo de preparación. Pero estoy seguro de que en cuanto empiece a conseguir mis objetivos en F1 y pasen los años vendré para acá".

De momento, y antes de arrancar una temporada ilusionante, Sainz ya sabe lo que es ponerse a los mandos de un coche de rallies en un tramo del WRC. Ojalá tenga tantos éxitos como su padre cuando decida cambiar de coche.