Neuville agradece a los comisarios del Rally RACC su ayuda vital

Neuville y su copiloto Martijn Wydaeghe tuvieron que empujar su i20 con llamas saliendo de la parte trasera después de que no arrancara antes de la última especial del domingo.

Por suerte, los líderes del rally, que habían acumulado una cómoda ventaja de más de 20 segundos, pudieron empujar el coche hasta la sección de reagrupamiento, donde los comisarios pudieron ayudarles a encender el coche.

Como resultado, Neuville completó con éxito la última especial, disputada en condiciones de mojado, para sellar una dominante segunda victoria de la temporada en el Campeonato del Mundo de Rallies y embolsarse cuatro puntos extra de la Power Stage.

Al final, Neuville cerró la victoria con un margen de 24,1s sobre Elfyn Evans, mientras que Dani Sordo terminó tercero.

Tras liderar el rally desde el viernes por la tarde, Neuville admitió que el último susto fue un momento "de infarto", causado por un problema recurrente en el motor de arranque, pero alabó la ayuda recibida de los comisarios.

"Literalmente, el coche estaba ardiendo, estábamos viendo algunas llamas, pero es un problema al que nos hemos enfrentado varias veces esta temporada, por desgracia, y parece que aún no está resuelto", dijo Neuville.

"A veces el coche simplemente se niega a arrancar y con un poco de suerte lo consigue en algún momento o no. La única manera es empujarlo. Por suerte esta vez no estábamos muy lejos del reagrupamiento y Martijn y yo pudimos empujarlo hasta allí, donde se nos permite recibir ayuda de los comisarios".

"Por suerte, de nuevo, había suficientes comisarios para darnos el apoyo y el coche arrancó inmediatamente y por eso pudimos continuar. Por supuesto que estamos sonriendo, sobre todo ahora después del pequeño ataque al corazón que tuvimos antes del tramo".

"Estaba bastante seguro de que íbamos a ser capaces de hacer arrancar el coche de nuevo, pero todavía hay mucho estrés, y la lluvia que llegaba en la última especial. Había mucho estrés, pero hemos mantenido la calma y hemos hecho el trabajo".

Neuville había comenzado el rally el viernes sufriendo graves problemas de subviraje que a veces obligaban al belga a utilizar el freno de mano para conseguir que el coche girara en las carreteras asfaltadas de España.

Sin embargo, la decisión de realizar un ajuste "radical" de la puesta a punto sugerida por su ingeniero fue la clave para transformar su i20 en un coche que consiguió ocho victorias de especial consecutivas desde el viernes por la tarde hasta el sábado para conseguir el triunfo final.

"La diferencia fue básicamente un cambio de puesta a punto el viernes a mediodía", añadió Neuville. "Mi ingeniero me empujó a hacer un cambio más radical y tengo que decir que fue una buena decisión y que inmediatamente el coche fue mejor. Disminuyó el subviraje, que era bastante importante en el bucle de la mañana".

"Después me sentí bastante cómodo y tuve un buen rally, sin errores, y eso nos dio la victoria al final. El resultado en sí mismo probablemente no muestra lo mucho que hemos tenido que trabajar. Tuvimos un buen rally limpio hasta la última especial; todo funcionaba perfectamente hasta ese momento".