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Artículo especial

El anti-héroe que impidió el tricampeonato de Sainz en el 94

Mucho antes de que Sebastien Loeb y Ogier dominaran el WRC, el también francés Didier Auriol ganó el mundial, en 1994, tras una gran lucha con Carlos Sainz.

Didier Auriol, Bernard Occelli, Toyota Celica Turbo 4WD

LAT Images

Rescatamos una entrevista de Autosport con el piloto en Didier Auriol en diciembre de 1994, poco después de haberse convertido en campeón el mundo.

Auriol había restado importancia al decisivo Rally de Gran Bretaña que ponía fin a la temporada 1994.

"Está bien", dijo en su momento, "estoy un poco nervioso, pero no más que en cualquier otro evento. Este rally es realmente importante, pero no es el fin del mundo".

Cualquiera podría preguntarse si el francés de 36 años había enloquecido, ya que durante cuatro días se jugaría el campeonato del mundo de pilotos. Auriol llegó a la cita con una ventaja de 11 puntos sobre Carlos Sainz, pero el recuerdo de 1992 [la foto que podrás ver a continuación es de Australia] seguía en la mente de todos.

Auriol acudía al Rally RAC después de haber ganado seis rondas, pero su sueño de convertirse en el primer campeón mundial de rallies francés parecía venirse abajo junto a su motor Lancia el martes por la noche.

"Todo lo que puedo hacer es conducir lo mejor posible y esperar un poco más de suerte de lo normal en este rally", explicaba.

"No creo que haya una presión extra porque el título esté en juego. Tal vez un poco más de lo normal, pero no hay mucho de lo que preocuparse. En mi cabeza no hay nada diferente, pero supongo que es más importante para Toyota que gane el título".

Al menos esa actitud probablemente ayudó a mantener a Auriol cuerdo durante los primeros dos días del rally. Un raro error en las notas de su copiloto Bernard Occelli provocó un incidente de Auriol el día de apertura. El lunes tampoco fue mejor, con dos problemas en su coche.

Solo el martes las cosas cambiaron, y la remontada de Auriol lo llevó a un sexto lugar que le dio el título tras el triste abandono de Sainz a última hora de la mañana. Pero entonces, ¿por qué Auriol se mostraba tan poco eufórico?

"En mi opinión, sé que podría haber pilotado mejor esta temporada", confesaba tras haber ganado el campeonato. "Pero también recuerdo que, hace dos años, fui el mejor y el más rápido y, sin embargo, no gané el título".

"El título no es lo más importante. Lo más importante es ser uno de los mejores pilotos".

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Didier Auriol, Bernard Occelli, Lancia Delta HF Integrale

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Como su candidatura al título de 1992 acabó en lágrimas, Auriol admite que aquella experiencia, unida a otras, cambiaron su actitud ante la vida: "Hay muchas cosas que me han cambiado en los últimos años".

"Estoy más relajado en mi vida y eso se refleja en la manera en la que piloto durante un rally. De acuerdo, tengo el mismo deseo de ganar, eso es normal, pero ahora solo trato de conducir lo mejor posible".

La pérdida de su padre tres años antes también jugó un papel importante en el cambio de Auriol: "Si gano el título o no, no importa tanto como la vida misma".

El año había empezado con mazazo, cuando en el Rally de Montecarlo perdió la ventaja que tenía al salirse con su Castrol Toyota donde ningún espectador podía ayudarle a volver a la trazada.

"Todavía no entiendo lo que pasó", admitía meses más tarde. "No creía que iba demasiado rápido cuando frené hacia la curva. Pero luego comenzó a subvirar, levante el acelerador y nada cambió, así que aceleré nuevamente para enderezar la parte trasera del coche. Y lo hizo, pero la rueda se metió en la nieve y también arrastró la parte delantera".

Auriol admite que probablemente fuera su error, provocado por la falta de experiencia con la opción de control de tracción de Toyota, que prácticamente abandonó desde entonces.

"A veces lo enciendo al comienzo de una etapa o en una recta larga, pero normalmente lo dejo apagado", decía. "Desde entonces, cambiamos el sistema para que solo funcionara cuando las ruedas estuvieran rectas".

"Todavía no me siento realmente seguro con él, ya que hay algunas reacciones que no entiendo. Creo que es un poco más rápido con eso encendido que apagado pero, si no me siento seguro, no hay ventaja".

Por lo tanto, podría decirse que la temporada de Auriol comenzó en Portugal [la segunda de las diez rondas del mundial] pero, mientras ocupaba el segundo lugar junto a su compañero de equipo Juha Kankkunen, una actuación decepcionante en los tramos de asfalto del primer día lo desconcertó.

"No podía entender lo que estaba pasando", reflexionaba. "Traté de ir rápido, pero los tiempos no salían".

"Habíamos probado allí antes del rally, pero solo en la grava, ya que había nieve en el asfalto. Así que decidimos usar la configuración de Montecarlo para el asfalto. Allí había usado un fuerte diferencial central, pero olvidé que las carreteras habían sido más abrasivas que en Portugal, y no me di cuenta hasta después del error que había cometido en un rally que me gustaba".

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De Auriol destaca un genial análisis de las circunstancias, como demostró en su primera visita al Safari Rally. Su primera tarea fue superar su miedo a las inyecciones, la segunda fue encontrar el ritmo adecuado para sobrevivir a un evento tácticamente crucial.

"No conocía el rally y, por lo tanto, no sabía qué podía esperar", explicó luego. "Rompí un amortiguador, lo que normalmente no es un gran problema, pero allí provocó un gran drama. La asistencia estaba a dos kilómetros de distancia y pregunté en la radio qué debía hacer. ¿Debería parar y esperar ayuda o seguir?".

"Me dijeron que hiciera lo que quisiera, ¡pero yo no sabía lo que quería! Continuamos y rompimos muchas cosas, lo cual fue estúpido. Ojalá alguien me hubiera dicho que parara y esperara ayuda, que es lo que hicimos más tarde, cuando nos dimos cuenta de que no habíamos hecho lo correcto. Creo que podríamos haber ganado el Safari en nuestro primer intento".

"Fue una buena experiencia. No me gustaron los primeros tres días, porque no entendía el evento. Después lo disfruté y me gustaría volver a disputarlo", declaró a finales de 1994.

Afortunadamente para él, Auriol aplicaba en la competición su filosofía tranquila, ya que tras solo tres citas, sus opciones de título parecían muy poco probables. Admite que antes de llegar a Córcega en mayo ya creía que no había posibilidad de ser campeón.

Sin embargo, allí, después de una feroz batalla con Sainz, resuelta solo en la mañana final, Auriol logró su primera victoria desde Montecarlo 1993, y de repente se encontró liderando la batalla por el título.

"Realmente me gustó ese rally, pero no nos veíamos bien al comienzo de la última mañana", recuerda. "Le dije a Bernard que debíamos intentar hacer algo especial, pero no tenía mucha confianza con el coche".

"Comenzamos la etapa larga a tope y vi en los tiempos a mitad de etapa que era el más rápido. Pero los neumáticos estaban completamente agotados antes del final de la etapa, y sabía que solo podía esperar que Carlos tuviera el mismo problema. Perdimos mucho tiempo con Juha, pero Carlos tuvo también ese problema y ganamos".

Didier Auriol

Didier Auriol

El duelo se trasladó a Argentina [la sexta ronda, después de que en Grecia ganara Sainz], donde Auriol volvió a vencer, esta vez por solo seis segundos.

"Ha estado muy cerca", decía el francés. "Ambos pilotamos bien y siempre hubo pelea".

También lucharon en Finlandia [octava ronda], donde Auriol superó a Sainz por el segundo puesto y consiguió el segundo título de fabricantes para Toyota, y luego disfrutó de su rally más emocionante en los tramos finales de San Remo (en la foto a continuación).

"Estaba muy enfermo esa mañana y esperaba remontar los 20 segundos que me sacaba Carlos", recordaba Auriol. "Piloté muy bien la primera parte de la etapa, pero pronto estaba muy cansado, demasiado cansado para conducir a fondo. Hice todo lo que pude hacer para seguir en la carretera".

"No quité tanto tiempo a Carlos como esperaba, pero le podía alcanzar en cada etapa y eso me dio una razón para seguir intentándolo hasta que lo superamos y ganamos el rally".

Auriol siempre trataba de mantenerse cauto. Iba al 100%, y más si la victoria parecía posible, pero prefería comenzar un poco más lento, ver lo que era posible, y luego ajustar su ritmo en consecuencia. Era una táctica que había dado Kankkunen cuatro mundiales, por lo que Auriol veía ahí un buen método.

"¡Intento pilotar con seguridad, pero a veces también conduzco mal! Trato de ver qué pasa antes de ir a por todas, pero, si puedo lograr la victoria, siento que mi estilo cambia tanto en el coche como en la cabeza".

"Al principio, también necesito entender el coche. Sabes que cada rally car es diferente, incluso aunque se suponga que la especificación es la misma. Todos los coches tardan un poco en instalarse, por lo que debes evolucionar con ellos y pilotar un poco diferente .

Toyota lanzó un nuevo Celica esa temporada, pero solo Kankkunen competía con él. Auriol prefería el modelo viejo, que ya conocía, ya que las complejidades del nuevo coche parecían difíciles de domesticar.

"El año que viene solo tendremos disponible el coche nuevo, pero decidí llevar el viejo", explicaba sobre su elección. "Creo que el nuevo será más rápido, pero creo que era más importante tener un coche fuerte que uno rápido, especialmente para el Rally RAC, en el que no necesitaba ganar para llevarme el campeonato".

Didier Auriol, Denis Giraudet, Toyota Celica GT-4

Didier Auriol, Denis Giraudet, Toyota Celica GT-4

Una de las grandes incógnitas para 1995 era cómo funcionarían las nuevas reglas de neumáticos y asistencia. Los slicks pasaron a estar prohibidos y se redujeron las oportunidades de servicio. Auriol sabía que los estilos de conducción tendrían que cambiar.

"Tendremos que preservar nuestros neumáticos tanto que no podremos pilotar de la misma manera", argumentó. "No creo que vaya a ser tan interesante, ya que tendremos que pilotar con mucho cuidado para no romper nada".

"Creo que es una decisión equivocada, pero tal vez no sea un problema para los jóvenes pilotos. De momento, los rallyes son sprints, ¡pero pronto serán más como rally raids!".

"Hasta ahora, un pequeño problema no cambiaba una gran pelea por la victoria. Pero a partir del año que viene ese mismo problema puede convertirse en uno grande y podríamos perder mucho tiempo antes de que los mecánicos pudieran resolver el problema. Eso no será bueno para nosotros, para los espectadores ni para el deporte".

Tras varios rallies en los que Auriol y Sainz lucharon codo a codo, el título se decidió cuando Sainz y Luis Moya se encontraron en pista unos troncos que tuvieron que esquivar bruscamente, acabando en una zanja. El madrileño perdió toda opción de victoria y el sexto puesto de Auriol le dio la corona. Pero el francés, aun así, describió ese Rally RAC como una "catástrofe".

"No hice un buen rally aquí en Gran Bretaña", declaró antes de empezar las celebraciones.

"Pero al menos he ganado el campeonato, y no fue por lo que hice aquí sino por lo que he hecho en otros lugares este año".

No es difícil imaginar que las victorias en Córcega, Argentina y San Remo serán recordadas con más cariño que el momento en el que supo que era el primer francés campeón del mundo de rallies...

Un vistazo en retrospectiva

Auriol nunca volvió a brillar como el año de su mundial, y no pudo revalidar el título en el campeonato de 1995 en medio de la controversia por los ilegales restrictores de turbo de Toyota.

Su siguiente temporada a tiempo completo llegó con el regreso de Toyota en 1998 y acumuló dos victorias más, terminando tercero en  1999.

Las etapas posteriores con SEAT, Peugeot y Skoda le dieron menos éxito, pero Auriol logró su 20ª y última victoria del WRC en el Rally de Catalunya 2001, con un Peugeot 206.

Didier Auriol

Didier Auriol

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