Zarco y Bayle se centran en encontrar el estilo de pilotaje de la KTM

El Gran Premio de Italia supuso la segunda ocasión en que Johann Zarco y Jean-Michel Bayle colaboraban, tras estrenarse dos semanas antes en Le Mans, por lo que aún resulta demasiado pronto para juzgar el progreso de la asociación entre ambos.

Inmersos en un trabajo que probablemente llevará tiempo en dar sus frutos, si atendemos al resultado de Mugello es probable que sea la peor actuación del francés desde que fichó por KTM. Aunque la moto austriaca sigue lejos de ser la mejor, también es cierto que Pol Espargaró cuajó un gran fin de semana, siendo segundo en el FP3 y finalizando la carrera el domingo en noveno lugar.

Por su parte, Zarco terminó último, pero ni su situación ni su experiencia con la RC16 es comparable, por lo que este resultado debe cogerse con pinzas. El de Cannes se debate entre trabajar en la configuración de la moto, aunque reconoce que su margen de mejora es cada vez más pequeño, y cambiar su estilo, opción por la que parece apostó finalmente junto a Bayle.

"Me hace trabajar sobre el pilotaje y los puntos débiles de que tal vez haya surgido más en el KTM, pero los tenía antes", reconoció Zarco tras la carrera. "Estoy contento porque sabía que tenía que trabajar en estas cosas y es bueno que él pueda verlas. Estoy tratando de progresar en ello e incluso he experimentado nuevas sensaciones. Llegó al Gran Premio de Francia siendo muy neutral, me hizo retroceder al decir que podría ser bueno adaptarse al modelo de Pol. Probablemente esto me ayude de aquí al final. No tocamos la moto en todo el fin de semana para que realmente puediera trabajar en el pilotaje, pero incluso así hay límites ".

Dichos límites también se perciben en su compañero de equipo que, a pesar de una buena salida que le llevó a remontar de la 11ª posición en la parrilla hasta el octavo lugar al primer paso por meta, fue incapaz de mantener el ritmo y cayó hasta la 12ª posición en cinco vueltas.

"Después de diez vueltas no pude seguir", explica Zarco. "Lo que sucedió en la segunda mitad de la carrera es una señal de que realmente hay algo difícil de manejar en esta moto".

No deja de resultar llamativo ver al francés experimentar los problemas tan importantes que tiene con la KTM mientras su vecino de taller en ocasiones incluso se codea con los mejores. En este sentido, el problema probablemente sea cosa de ambos. Zarco debe reinventarse a nivel de pilotaje, aunque resulta imposible ignorar la naturaleza de la RC16.

"Con Jean-Michel, eso [el trabajo durante el GP de Italia] me permitió hacerme a la idea: por un lado está Zarco y por otro KTM. Es bueno que él esté porque cuenta con buenos informes técnicos también del equipo y no me deja culpar de todos los errores al equipo o al piloto, sino hacer un buen trabajo".

Información a adicional de Gerald Dirnbeck

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