Un ingeniero de Yamaha, 15 días ingresado en Qatar por COVID-19

El protocolo anticovid diseñado por las autoridades sanitarias de Qatar para establecer la burbuja de MotoGP ha funcionado, hasta hoy, con un enorme éxito. Sin embargo, Motorsport.com ha podido saber que un ingeniero de Yamaha lleva más de dos semanas ingresado tras haberse contagiado.

Pocos días antes del inicio de la pretemporada, el 5 de marzo, el contingente de los equipos de MotoGP llegó a Qatar para preparar los dos primeros test del año.

El régimen especial pactado entre Dorna, el promotor del Mundial, y las autoridades de Qatar, establece que todos los miembros de la caravana de MotoGP deben presentar una prueba PCR con resultado negativo a su llegada al aeropuerto de Hamad. En esa misma instalación se les practica otra PCR, y el resultado lo reciben horas más tarde en su hotel, donde permanecerán aislados hasta que esa segunda PCR confirme que no han contraído el virus.

Yamaha ha confirmado que uno de sus ingenieros dio positivo en ese segundo PCR, y Motorsport.com ha podido saber que, inmediatamente después, fue evacuado del hotel e ingresado en un hospital de Doha, especialmente preparado para enfermos de la COVID-19, donde lleva más de 15 días siendo tratado.

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Según las mismas fuentes, el paciente se encuentra bien y mejora cada día que pasa, por lo que podría ser dado de alta antes del primer gran premio del año, programado para el domingo de la semana que viene en Losail.

Las autoridades refuerzan las medidas de control

Tras celebrarse los dos primeros test de invierno, entre el 5 y el 12 de marzo, una gran mayoría del personal de los equipos de MotoGP abandonó el país. La escudería Suzuki, no obstante, se quedó al completo, así como Yamaha, a excepción de Maverick Viñales y Fabio Quartararo, sus dos pilotos.

En los hoteles, los huéspedes de la caravana de MotoGP no pueden mezclarse con el resto de clientes del establecimiento, dividido por zonas con acceso reservado y horarios de utilización de las zonas comunes, como el gimnasio. Eso ha provocado algún que otro desencuentro, desactivado inmediatamente por las autoridades cataríes, que advierten de la necesidad de seguir las normas a rajatabla con el envío de correos electrónicos a la Asociación de Equipos (IRTA).