Yamaha le confía a Lorenzo la moto de Quartararo para 2021

Cuatro años después de abandonar el equipo con el que se proclamó tres veces campeón del mundo de MotoGP, Jorge Lorenzo regresó al box de Yamaha durante el pasado shakedown de Sepang en calidad de piloto de pruebas.

El balear solo rodó en la tercera jornada del test de probadores, 46 vueltas, volviendo a subirse a la M1 en los ensayos oficiales celebrados una semana más tarde, nuevamente en Malasia.

En esa segunda ocasión el balear disfrutó igualmente de una única jornada de test, el tercer día, completando otras 46 vueltas y terminando con el 20º mejor tiempo en la clasificación.

Al final del test, Lorenzo dijo que “por algunas razones, Yamaha no me ha dejado probar la moto nueva (2020). Hubiera sido interesante poder dar mi opinión”, y que había rodado con la de 2019, además de dejarle, también, fuera del último test oficial de la pretemporada, el que se celebra desde el próximo sábado y hasta el lunes en Doha.

Por tanto, Lorenzo no está pudiendo participar en el desarrollo y puesta a punto de la M1 con la que Maverick Viñales, Valentino Rossi y Fabio Quartararo (Franco Morbidelli competirá con una versión 2019 mejorada) tratarán de discutirle el título a Marc Márquez a partir del Gran Premio de Qatar, cita inaugural del curso el 8 de marzo. La pregunta es: ¿para qué ha fichado Yamaha a Lorenzo?

A falta de la confirmación oficial, el balear no volverá a subirse a la M1 hasta finales de marzo, cuando participe en un test privado en Japón (Fukuroi o Motegi). Además de esos ensayos, está previsto que participe en los test oficiales post Jerez, Barcelona y Misano, los días 4 de mayo, 8 de junio y 14 de septiembre, respectivamente; y eventualmente en un ensayo de probadores previo (16 y 17 de junio) al Gran Premio de Finlandia, además de otras pruebas privadas que pueda organizar, sujetas al reglamento, el equipo de test que dirige Silvano Galbusera.

Jarvis desvela 'la misión' de Lorenzo

“Creo que los cambios que hemos afrontado en Yamaha son la respuesta al dominio de Marc Márquez y Honda en los últimos años. Estamos aquí para ganar, y para ganar a ese poderoso binomio tenemos que elevar nuestro nivel juego. Esa es la realidad y en los últimos años, desde 2016, nos hemos equivocado un poco”, admite Lin Jarvis en una entrevista con MotoGP.com.

“El año pasado volvimos al camino correcto y es el que debemos seguir, pero no es suficiente. Hay que elevar el nivel, ser más firmes. Hay que ser agresivo en el aspecto técnico, en mirar al futuro, en tener los recursos y los pilotos adecuados”, sigue Jarvis.

En una maniobra sorprendente Yamaha renovó a Viñales y se aseguró a la joven promesa Quartararo para 2021 y 2022, dejando a Rossi fuera del equipo oficial más allá de este año, en el que acaba contrato.

“Tenemos cuatro grandes pilotos en nuestros dos equipos, el Monster y el Petronas. Y luego tenemos un quinto piloto este año porque trajimos a Jorge Lorenzo”, explica Jarvis.

“El trabajo de Lorenzo es continuar desarrollando la motocicleta durante 2020 y luego, a mediados de temporada, cambiará su atención para centrarse en la moto de 2021”, explica el británico la estrategia planeada por la escudería.

“Queremos intentar ganar este año, pero también queremos intentar ganar en 2021, 2022 y más allá”, avisa el británico.

Con la renovación de Viñales pactada directamente con Japón asegurándose que va a tener vía libre sin injerencias en el desarrollo de su moto, el equipo de Iwata necesita a un hombre de la experiencia de Lorenzo, cinco veces campeón del mundo, tres de ellas con la M1, y que además ha pasado los últimos años por los garajes de Ducati y Honda, para ayudar al joven Quartararo (20 años), a poner a punto la moto con la que, en 2021, llegará al equipo oficial.

Los diferentes estilos de Maverick y Fabio obligarán al francés a tener una puesta a punto muy afinada de una M1 que se hará en función de los gustos del piloto de Roses. La misión de Lorenzo, a partir de mitad de temporada, será la de hacer una M1 adaptada al estilo del joven corredor galo. Mientras llega ese momento, Jorge tratará de entender si todavía es capaz de pilotar a un alto nivel para disputar algún wildcard (se habla de Barcelona) y quitarse el mal gusto de la Honda que le llevó a una retirada prematura.

La apuesta de Yamaha por Viñales es absoluta, lo ha demostrado renovando su contrato y dejando fuera a Rossi. Pero la llegada del prometedor corredor francés al equipo oficial en 2021, con dos años de experiencia en la máxima categoría, es el plan B de Jarvis para acabar con la tiranía de Márquez.

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