Viñales no sabrá si ha perdió otro motor hasta que llegue a Misano

Viñales se tiró de la moto en marcha al quedarse sin frenos al final de la recta del Red Bull Ring, en la curva 1, viajando a 220 km/h. La M1 siguió su camino hasta estrellarse contra las vallas de protección inflables, que estallaron, prendiéndose fuego de forma inmediata.

El propio piloto, que afortunadamente no sufrió daños, se levantó para ir corriendo junto a su moto y pedir a los comisarios apagaran las llamas, consciente de que era vital que el propulsor no se dañara.

Desde el inicio de la temporada, Yamaha ha sufrido serios problemas de fiabilidad con sus motores. Valentino Rossi en la primera carrera de Jerez y Franco Morbidelli, en la segunda, rompieron su propulsor, que quedó fuera de la dotación de cinco que tienen para completar el curso.

El propio Viñales, tras detectar fallos durante un entrenamiento libre del GP de España, cambió uno de sus motores, que salió de la rotación y fue enviado a Japón para revisarlo, igual que el de Rossi y Morbidelli. Así que los tres pilotos tienen, ahora mismo, cuatro motores para completar el año y en el caso del español, todos ya utilizados.

A todo ello se une que, para capear los problemas, Yamaha ha reducido las revoluciones a las que giran sus propulsores, y la pieza que, se supone, causa el problema fue sustituida en algunas unidades.

Esto significa que Viñales tiene dos motores con la pieza vieja, susceptibles de causarle problemas, y dos con la nueva, que serían los catalogados como ‘buenos’.

Precisamente, uno de esos motores ‘buenos’ es el que se estrelló durante la primera carrera del pasado domingo, como reconoció el propio piloto al final de la misma. Si ese propulsor se ha dañado, Maverick deberá completar los nueve grandes premios que restan hasta final de temporada con dos motores ‘malos’ y uno ‘bueno’.

La pregunta ahora es si Viñales ha perdido el motor de la caída, algo que de momento el piloto desconoce y que no sabrá hasta que llegue a Misano, el 10 de septiembre.

“No tenemos esa información”, respondió un miembro del equipo cuando se le preguntó si el motor se había salvado.

Según ha podido saber Motorsport.com, Yamaha no informó, tras la carrera, de ninguna anomalía respecto al propulsor.

La dinámica actual en MotoGP, señala que la moto accidentada de Viñales fue devuelta por los comisarios de pista al box de Yamaha. Una vez allí, los mecánicos desmontaron y limpiaron todas las piezas, para comprobar las que deben ser sustituidas e informar al departamento de recambios.

Una vez desmontado el motor, este pasa a manos de los dos ingenieros motoristas, que se lo llevan al camión para hacer un primer análisis. Yamaha cuenta con una división de motores en Italia, donde se fabrican las piezas de las M1 de MotoGP, donde se comprobará si, definitivamente, el propulsor está o no dañado, una información que no se conocerá hasta la previa del Gran Premio de Misano.

“Si no tienen el cárter roto, lo limpiaran, cambiarán el aceite y el agua, y lo pondrán en el banco para comprobar que no se ha torcido el cigüeñal ni se ha dañado ninguna pieza precintada, si es así, el motor podrá volver a ser utilizado”, explica un experto consultado.

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