Sepang.- En medio de la mayor crisis de la historia de Yamaha desde que está en MotoGP, Viñales logró virar la situación y llevarse una brillante victoria el pasado domingo en el Gran Premio de Australia.

“Nos ha quitado un peso de encima muy grande, sinceramente. Ha sido muy importante para Yamaha, para todo el staff japonés en la fábrica, ha sido un impulso muy fuerte. Están trabajando muy fuerte y de una carrera para la otra me trajeron una pieza que pedí, así que se lo agradezco mucho”, valoró Maverick este jueves en Malasia.

"Creo que el triunfo de Australia me dará mucha credibilidad en Yamaha", añadió.

El catalán llega con muy buenas vibraciones, por tanto, para la carrera del fin de semana.

“Aquí llegamos con la misma sensación con la que empecé en Phillip Island, tratar de correr sin ninguna presión ni marcarnos ningún resultado. Intentar el viernes ver cómo funciona la moto y después ya veremos dónde estamos”.

No tocar demasiado la moto

En Australia Maverick decidió no tocar mucho la moto, optó por la base de Tailandia, que le había ido bien, y dio tantas vueltas como pudo al circuito.

“Sí, vamos a ir por ese aspecto. Al final me adapto bien a la moto y vamos a ver si nos funciona esa estrategia. Esta es una pista muy difícil, donde hay poco agarre, puede llover, vamos a ver dónde estamos el viernes y a partir de ahí trabajaremos”.

En los test de pretemporada Viñales sufrió bastante en esta pista, pero la moto no tiene mucho que ver con la de entonces.

“No tiene nada que ver, completamente distinta la moto y la puesta a punto. Vamos a ver cómo va y ser realistas sobre dónde podemos llegar”.

Tras ganar en Phillip Island, algo que Yamaha no lograba desde Holanda 2017, Viñales se reivindicó y pidió a su equipo que siguieran su camino para poder ganar más carreras.

“Al final, tenga o no peso, estoy muy contento de haber sido el piloto que ha roto la mala racha, es muy importante para Yamaha y para mí. Para intentar que cuando tome una decisión, hacerlo con más firmeza. Eso puede ser importante de cara al futuro”.

“Ya fui yo quien se llevó la victoria número 500 (en Le Mans 2017) para Yamaha, y ahora he roto la racha negativa. Valentino es uno de los más grandes de la historia, y de hecho la suya es la mejor Yamaha en la clasificación. Pero ya llevo dos años en el equipo y lo que quiero es que se guíen por mis sensaciones”, zanjó el de Roses.

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