Viñales: "El entusiasmo de Assen hizo que el parón se hiciera eterno"

Un año completo tuvo que esperar Maverick Viñales desde su último podio con Yamaha al primero con Aprilia, equipo en el que debutó en septiembre del año pasado tras renunciar a seguir compitiendo con la marca japonesa, a la que llegó en 2017.

La frustración acumulada durante meses, dejó al español en un estado de ansiedad deportiva que, poco a poco, fue desanudándose en su nuevo equipo, logrando en la cita neerlandesa de finales de junio pasado lograr, por fin, un perseguido podio. Un éxito que llegó justo antes del parón estival de cinco semanas, que al catalán se le han hecho interminables.

"Dada la forma en que terminamos la primera parte de una temporada en una tendencia ascendente, no veo la hora de volver a la pista”, explica Viñales en la previa del Gran Premio de Gran Bretaña, que se celebra este fin de semana en Silverstone.

"El entusiasmo después del podio de Assen hizo que este parón pareciera una eternidad, pero ahora estoy listo", advierte Mack, que tiene muy buenos recuerdos de esta pista, no en vano fue en Silverstone donde logró, al manillar de una Suzuki, su primera victoria en MotoGP, la temporada 2016.

"Estoy muy contento de volver a subirme al sillín de mi Aprilia. Los resultados muestran que estamos mejorando y mi sensación con la moto es muy buena", expone el corredor que, sin embargo, es consciente de que el camino aún es largo. "Siento que todavía tengo margen para mejorar. Quiero seguir trabajando junto con el equipo para lograr poder desarrollar todo nuestro potencial”, subraya.

Sin embargo, lo que aparentemente parecía más difícil, que era lograr un podio con la RS-GP de la casa de Noale, da paso ahora a pensar que la calidad y talento de Maverick le pueden llevar al máximo nivel, como el que exhibe su compañero de equipo, Aleix Espargaró, en lucha por el campeonato.

"Estoy seguro de que de aquí a Valencia nos divertiremos mucho", avisa el chico de la Costa Brava.