El club de las segundas espadas

El domingo del Gran Premio de Aragón, después de la carrera, Dani Pedrosa atendió a los medios tras acabar segundo en la línea de meta, justo por detrás de su compañero de equipo Marc Márquez. Para Honda fue un día redondo y feliz, doblete en el podio y el líder del Mundial cada vez más destacado. Todos hicieron su trabajo y cumplieron con su cometido.

Pero Dani no estaba feliz, sabía que tenía mejor ritmo y estaba más fuerte que su compañero de equipo. El de Honda habló de la carrera, del ‘incidente’ con Valentino Rossi y, al final, alguien le puso en bandeja de plata una pregunta para lucirse por el hecho de haber ayudado a su compañero a ensanchar la diferencia al frente del Mundial. “Yo iba a por la victoria”, dijo tajante, serio y elevando un tono su timbre de voz. Dejando claro que él va a ir a ganar, no a ayudar a nadie en las carreras que restan.

Y si Dani lo dejó claro en la sala de prensa, Jorge Lorenzo, el compañero de equipo de Andrea Dovizioso, el segundo clasificado del Mundial, lo dejó más diáfano, aún, sobre la pista. El de Ducati salió a hacer su carrera, a buscar su primera victoria y a seguir creciendo con su nueva moto, sin importarle, en absoluto, la suerte que corría su teórico ‘jefe de filas’ resistiendo como pudo los embates de todos cuántos le tuvieron a tiro, que no fueron pocos.

Lorenzo está cada vez más fuerte y se siente más preparado para empezar a luchar en cabeza, y eso es una pésima noticia para Dovizioso porque, a día de hoy, en las pistas en las que el español se siente cómodo, y ahora vienen tres de esas características: Japón, Australia y Valencia, el italiano va a sufrir mucho para superarle. Las caras en el box de Ducati cuando Dovi rodaba séptimo y Lorenzo en cabeza eran todo un poema. Pero en el equipo italiano saben perfectamente que a Jorge ni pueden imponerle órdenes de equipo, ni tampoco les haría caso.

Y si en Ducati saben que no pueden imponer órdenes a Lorenzo, en Yamaha ya han dejado claro, por escrito y públicamente, que no se las van a plantear a Valentino Rossi, el compañero de equipo de Maverick Viñales, el tercer piloto implicado en la lucha por el campeonato. En Aragón Valentino, además de dejarnos a todos con la boca abierta por la impresionante proeza de volver a correr tres semanas después de pasar por el quirófano, volvió a dejarse la piel sobre la pista y buscó durante gran parte de la carrera el podio con su compañero de filas detrás. Sólo a falta de tres vueltas para el final Viñales pudo dar caza a Valentino y pasarle, pero o mucho me equivoco o no creo que fuera una cortesía del italiano.

Pedrosa y Rossi, que llevan una victorias en su casillero esta temporada, buscarán en las cuatro citas que restan para concluir el año ganar alguna carrera más y seguir manteniendo sus opciones en el campeonato, sin ningún miramiento por los intereses del equipo o de su compañero. Y mas aún Lorenzo, que pese a asegurar que no está obsesionado con ello, sueña con su primer triunfo al manillar de la Ducati. Para Jorge, ganar una carrera antes de cerrar el curso tiene mucho más valor que cualquier éxito de su nueva fábrica o, mucho menos, de Dovizioso.

Los tres, por palmarés, historial y trayectoria se lo han ganado y nadie les puede reprochar nada. El motociclismo, guste o no, es un deporte individual.

¿A quién beneficia esta situación?

La ausencia de órdenes de equipo tiene un claro beneficiario, el líder del Mundial y el piloto que, cada vez, parece más sólido candidato al triunfo final: Márquez.

Corriendo con absoluta libertad todos los pilotos de la parrilla, la ventaja de Marc al frente de la general (16 puntos) es su mejor baza, sobre todo porque su más inmediato perseguidor, Dovizioso, parece haber perdido fuelle en las dos últimas carreras, en las que ha cedido 25 puntos respecto al de Honda. Uno menos, 24, ha dejado escapar Viñales, con dos cuartos puestos consecutivos mientras Marc sumaba dos valiosos triunfos.

Con este panorama, el de Honda se va al triplete con la tranquilidad de que son los otros los que tienen que arriesgar ahora si quieren tener opciones de discutirle el campeonato mientras él puede estar más a verlas venir.

La formidable escena final del Mundial que habíamos imaginado con varios pilotos jugándose el título en la última carrera de Valencia se está quedando con un único actor principal. El resto del elenco serán secundarios y de reparto.

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