Quartararo: "Lo peor es que no hubo ningún problema y terminé quinto"

El francés se presentó a la carrera como uno de los pilotos con mejor ritmo de giro, pero la falta de pegada de su M1 volvió a dejarle sin subir al podio. El frenazo del Diablo ha coincidido en el tiempo con la revitalización de Pecco Bagnaia, que ha sido capaz de recuperarle 61 puntos en las últimas cuatro carreras, hasta quedarse a solo 30 puntos de él cuando todavía deben repartirse otros 150.

En dos semanas, el Mundial desembarcará en Aragón, donde Yamaha presumiblemente volverá a pasarlas canutas para desgracia de Fabio Quartararo, que empieza a verle las orejas al lobo.

Este domingo se vio embotellado entre la marabunta planteada por Ducati, que levantó un muro delante de él, imposible de sortear.

“Terminé muy frustrado porque lo di todo, di más del 100%, pero esa quinta plaza es todo lo que pude conseguir. Hay que investigar por qué. Mi ritmo fue similar al de los ensayos, pero adelantar o conducir como los demás me es imposible. Lo peor es eso, que no hubo ningún problema y terminé el quinto”, resumió Quartararo.

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“En Aragón sufriremos, pero llevamos tiempo sin ir a Japón, Australia y Tailandia, de modo que a ver si nos podemos llevar una grata sorpresa allí”, añadió el corredor de Niza, que no termina de encontrar la fórmula que le devuelva a las plazas de podio.

“No estoy preocupado, pero tampoco tranquilo. Creo que hice una buena carrera desde el punto de vista personal, pero terminé a cinco segundos del ganador. Creo que soy más consistente que Pecco, pero mucho más lento. Voy al límite y eso no es suficiente”, ahondó el de Yamaha, consciente de que una de las claves de todo, tal vez la más importante, se libra los sábados: “Todo depende de la posición de la parrilla y de si podemos adelantar o no”.