La preparación de Lorenzo para el año "de la verdad" en Ducati

Foto: SEAT

Lorenzo llegó con estatus de estrella a Ducati para ser el principal candidato a pelear por el título con la Desmosedici. Sin embargo fue su compañero Dovizioso, que le había ganado la partida a Iannone como (a priori) escudero del 99, el que se convirtió en mayor rival de Márquez y el que tuvo opciones de ser campeón hasta la última carrera.

El mallorquín afronta 2018 con la esperanza de completar su adaptación a la Ducati y poder ser otra baza de los de Borgo Panigale. Y, tras una temporada que empezó con récord en Sepang, supuso un paso atrás en Tailandia y no despejó todas las dudas en Qatar, llega la hora de la verdad.

Y SEAT, marca de la que Lorenzo es embajador y que está presente en su moto, muestra cómo es la preparación del piloto para el inicio de un mundial que arranca en Qatar.

El fabricante español revela que Jorge sube en bici dos veces por semana el puerto de montaña de Ordino-Arcalís, en Andorra, considerado de categoría especial. Un tramo de 20 kilómetros y 1.200 metros de desnivel que le ayudan a alcanzar las pulsaciones a las que debe acostumbrarse para el curso de MotoGP.

Cuenta con la asistencia del SEAT León CUPRA para subir y para cargar la bici en la bajada, y asegura estar completamente mentalizado de la necesidad del entrenamiento: “Me tomo muy en serio la preparación física y acostumbrar el cuerpo a sufrir”.

Además de bici, Lorenzo se 'machaca' en el gimnasio y cuida su alimentación con el objetivo de encontrar equilibrio entre fuerza y ligereza, fijándose el límite de la grasa corporal en un 8%: “Es importante estar fuerte, pero también pesar lo menos posible”, describe.

Lorenzo confía en aprovechar el año de experiencia en Ducati para empezar a luchar por victorias después de un 2017 que supuso su primer año sin triunfos desde que llegara a la máxima categoría. Pero también deja claro que no se obsesionará: "Tenemos que ir paso a paso”.