Por qué el debut de Márquez con Ducati en MotoGP fue un auténtico éxito
OPINIÓN: Marc Márquez se subió por primera vez a la Ducati con la que competirá en MotoGP 2024. Hubo bastantes indicios de que volverá con fuerza.
Son poco más de las 11 de la mañana del martes 28 de noviembre en el Circuit Ricardo Tormo. La masa de medios de comunicación está reunida fuera del garaje de Gresini Racing, y lo ha estado durante más de una hora.
Técnicamente, es el inicio de la temporada 2024 de MotoGP. Y, por tanto, el comienzo de la etapa de Marc Márquez como piloto de Ducati. Decir que se trata de uno de los días de test más grandes e importantes de los últimos 10 años sería quedarse corto. De ahí la marea de gente que rodea el garaje de Gresini.
A las 11:14 de la mañana, Márquez lanza su pierna sobre la GP23 con la que correrá el próximo año -la moto que hereda de Johann Zarco- y se pone en marcha para dar sus primeras vueltas en 11 años sobre algo que no fuera una Honda. Completó ocho giros en su primera tanda con la GP23, la mejor de las cuales fue un 1:30.683. En ese momento, le colocó tercero en la clasificación. La posición era irrelevante. El tiempo, sin embargo, era elocuente. Se quedó a poco más de dos décimas del 1:30.414 que marcó como vuelta más rápida en el pasado GP de Valencia con la RC213V.
Lo más importante, sin embargo, fue su reacción cuando regresó a su asiento en su nuevo garaje, junto a su nuevo jefe de mecánicos, Frankie Carchedi: una sonrisa, que tal vez respondió también a una sensación de alivio. Esto último no lo sabremos hasta el 1 de enero de 2024, cuando expire su contrato con Honda, que no permite ni a él ni al equipo decir mucho.
"El día ha sido increíble", dijo el director deportivo de Gresini, Michele Masini, a los medios de comunicación el martes después del test. "Lo importante son las sensaciones. La sensación estaba ahí, el ambiente estaba ahí. Estamos un poco cansados de esta larga temporada, pero después de hoy estamos deseando empezar 2024. Ya sabéis, no puedo decir más, pero creo que hoy los tiempos pueden hablar por Marc".
Y así fue. Márquez completó 49 vueltas en total con la GP23. En la tercera tanda mejoró hasta el 1:30.222. En el séptimo giro, marcó un 1:29.460. Eran las 15:21 horas, momento en el que la sala de prensa se exaltó viendo al ocho veces campeón del mundo en lo más alto de la tabla de tiempos.
Un 1:29.424 le seguiría en su 46ª vuelta, situándole a sólo dos décimas del tiempo que le dejó noveno en la parrilla con la Honda durante el gran premio. Si hubiera sido en clasificación, habría sido décimo. Al final del test, era cuarto a sólo 171 milésimas de la cabeza. Su desventaja respecto a la Ducati de Marco Bezzecchi (la misma GP23), tercero, era de sólo 93 milésimas.
También terminó el día sin ninguna caída, después de que su etapa dorada con Honda se viera truncada por su 29ª caída de la temporada, su récord personal. Esto sugiere dos cosas: que la confianza de Márquez con el tren delantero de la Ducati es buena, y que no estaba forzando al máximo. Esto último es algo en lo que pensarán sus rivales durante el invierno. Todo esto está muy lejos del anterior test de Misano, cuando la Honda de 2024 fue recibida de manera tibia por el de Cervera, siendo la antesala del adiós.
A primera vista, nada de esto puede parecer gran cosa. Y, de hecho, hay que tener en cuenta algunas advertencias. Por ejemplo, el agarre de la pista el martes, que aunque contaba con goma de Pirelli del test de Moto2 y Moto3 del día anterior, lo hacía también con una cantidad considerable de goma Michelin del fin de semana. En los test, los planes de salida a pista de los pilotos son fáciles de ubicar, y no todo el mundo hizo un 'time attack' para buscar el tiempo. En palabras de Bezzecchi, los entrenamientos de Valencia "son una mierda".
Evaluar el primer test del ilerdense con la Ducati, por lo tanto, es difícil. Pero hay ciertas métricas a tener en cuenta que demuestran que el estado de forma de Márquez iba en serio, y que este test era realmente importante para él.
En los últimos meses, desde que Márquez anunció que dejaba Honda a pesar de quedarle un año de contrato para fichar por Gresini, algunos han mencionado dos comparaciones en la historia de MotoGP. La primera hace referencia al primer test de Valentino Rossi con la Ducati oficial en 2010, tras irse de Yamaha.
El nueve veces campeón del mundo fue 15º de 17 pilotos y se quedó a 1.8 segundos de la cabeza. Rossi arrastraba entonces una lesión en el hombro en ese momento, y la Desmosedici de entonces no se parecía en nada a la moto que es ahora. De hecho, en dos años con la Ducati, Rossi sólo consiguió tres podios, y más tarde admitiría que este paso en su carrera fue un error.
Y la otra comparación es con la primera vuelta de Jorge Lorenzo con la Ducati en el test de Valencia de 2016. El primer acercamiento del tricampeón del mundo con la moto de Borgo Panigale fue mucho más positivo. Fue octavo al final del segundo día y a sólo 7 décimas del mejor registro. El mallorquín vivió una difícil temporada de debut en 2017, sumando tres podios, pero ganaría tres veces en 2018 antes de fichar por Honda para el año siguiente.
Márquez ha empezado más cerca de la cabeza que Rossi y Lorenzo, sí, pero el #93 está en una moto que viene de ganar el Mundial con Pecco Bagnaia. Sin embargo, tanto Rossi como Lorenzo y Márquez estaban familiarizándose con la moto en sus primeros entrenamientos, y no profundizaron demasiado en los reglajes.
En gran medida, la comparación anterior, aunque digna de mención, no significa gran cosa. El paralelismo más pertinente son los mejores tiempos por parciales del test del martes. En el tercer sector, Márquez marcó el mejor tiempo total, de 21.215 segundos. El parcial va desde la curva 7 hasta la salida de la 11. Márquez parece ganar mucho en la curva 8, donde se pisa el freno con cierta inclinación antes de tomar una curva cerrada a izquierdas. Antes de 2023, era en las frenadas y en las curvas de izquierdas donde Márquez estaba por encima de la Honda y superaba a sus rivales.
"He comprobado los datos antes de hablar con los medios para ver el estilo de Marc y ha sido realmente bueno desde el principio", observó Enea Bastianini. "Ha sido muy pronto para él ser rápido, porque la Ducati para esto es una buena moto, en el primer impacto".
"Después he visto también su 'time attack' y ha sido realmente bueno. Probablemente sea el piloto de Ducati más rápido en la curva 8. Es impresionante en esa curva. Luego, por lo demás, normal. Tengo curiosidad por ver cómo será la próxima temporada, porque si esta es complicada, la siguiente lo será más para todos".
El martes, antes de las pruebas, el director general de Ducati, Gigi Dall'Igna, reconoció que Márquez no era querido por la marca italiana. "Pero ahora que está aquí, sus comentarios serán de gran interés". Y el lunes, el director deportivo, Davide Tardozzi, declaró a Motorsport.com que el multicampeón "subirá el nivel" en Ducati, e incluso apostó a que sería el más rápido en el test, como hizo antes Bagnaia.
Ninguno de sus compañeros se mostró especialmente sorprendido por el ritmo de Márquez. Pecco señaló que "creo que puede estar muy contento, satisfecho con nuestra moto", mientras que Fabio Quartararo predijo correctamente la vuelta de 1:29.4 de Márquez. Tanto si te crees lo que vimos en Valencia como si necesitas una confirmación en 2024, cuando empiecen las carreras, lo que está claro es que el debut de Márquez con Ducati fue, en todos los aspectos, un éxito.
El lenguaje corporal de Márquez ha dicho mucho en el último año, durante su mal momento con Honda. En el test, hubo un cambio. Cuando Motorsport.com preguntó a Masini si había visto un cambio genuino en su estado de ánimo en el transcurso de las siete horas de pruebas, dijo simplemente: "Lo he visto..."
Los tiempos por vuelta ya significan algo, pero es lo que les precedió lo que realmente contextualiza el test. La grave fractura de brazo en Jerez 2020, cuatro operaciones, dos episodios de diplopía y dos campañas sin victorias le obligaron a dejar atrás a su extensa familia en Honda para afrontar un reto que, de fracasar, hará mucho más daño a su carrera y a su reputación de lo que lo habría hecho permanecer en HRC para cumplir su último año de su contrato.
Desde que se anunció su fichaje por Gresini, Márquez siempre ha mantenido que ganar no es la prioridad: se trata simplemente de redescubrir de nuevo la alegría por pilotar y de disipar las dudas, que los últimos cuatro años le habían hecho mella. Tras el test de Valencia, parece que ambas cosas ya se han conseguido.
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