Mugello y Catalunya, aplazadas de una tacada

De esta manera ya son ocho las pruebas del calendario de MotoGP de 2020 que hasta el momento han tenido que cancelarse (Qatar) o posponerse (Tailandia, Estados Unidos, Argentina, Jerez, Francia, Italia y Catalunya) por las consecuencias de la propagación del COVID-19. Ello lleva a pensar irremediablemente en la imposibilidad de que todas ellas se terminen llevando a cabo.

El arranque de la temporada se ha ido retrasando de forma sistemática. A día de hoy y tras esta última modificación que se veía a venir –el secretario general de deporte de la Generalitat lo dio por hecho el pasado viernes–, la fecha que figura como primera carrara de la categoría de las motos pesadas –en Qatar corrieron Moto2 y Moto3– es la del 21 de junio, que es cuando teóricamente está programado el Gran Premio de Alemania.

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No obstante, pensar en ese fin de semana como hipotética puesta en marcha del Mundial se dibuja prácticamente como una entelequia en estos momentos, básicamente por las restricciones de movimiento establecidas en la mayoría de países europeos, y porque los índices de contagio son todavía alarmantes.

En ese sentido, la mayoría de equipos consultados por Motorsport.com proyectan, en el mejor de los casos, un curso con unas 10 carreras, aunque muchos de ellos definen ese escenario como incluso demasiado optimista.

Por más que el calendario pueda alargarse hasta mediados de diciembre, cada vez parece más evidente que Dorna, como promotor del certamen, deberá comenzar a pensar en renunciar a la disputa de alguna de las citas.