MotoGP correrá contra el reloj para llegar a tiempo a Mandalika
La introducción a última hora de una segunda prueba en Misano, una semana antes de correr en Indonesia, ha llevado al departamento de logística de MotoGP a configurar un plan específico, calculado al minuto, para asegurar que la carga, repartida en cinco Boeing 777, llegará a Lombok en tres días.
Grosso modo, entre el circuito Marco Simoncelli y el de Mandalika hay unos 12.000 kilómetros. Dicho así tampoco impresiona demasiado, pero la percepción varía un poco si tenemos en cuenta todo el tinglado que debe trasladarse, con el material, motos incluidas, de los equipos de las tres categorías; y el de Dorna, el promotor del Mundial.
La cancelación del Gran Premio de Kazajistán, hace menos de dos meses, y los compromisos con las televisiones forzaron a los responsables del campeonato a buscar un evento que sustituyera al de Almati. Tras valorar distintas alternativas, una segunda prueba en Misano se postuló como la opción menos traumática. Sin embargo, la necesidad de enlazar esa cita con la siguiente, solo una semana después y en Indonesia, provocó que la división de logística del certamen tuviera que planificar un itinerario calculado al minuto, para asegurarse que las motos podrán saltar a pista el viernes en Lombok.
El engranaje del grupo humano que se encarga del transporte en MotoGP está muy afinado, pero este traslado supone todo un desafío si tenemos en cuenta los condicionantes existentes. Con todo, Carles Jorba, el director de operaciones de Dorna, es un experto en este tipo de desplazamientos. El ejecutivo confía en la hoja de ruta planteada, que se pondrá en marcha justo en el momento en que termine la carrera de MotoGP en Misano, unos diez minutos antes de las dos de la tarde. La suerte, en este caso, es que el plato estrella del fin de semana se adelanta una hora respecto de su horario habitual, una decisión que se tomó para evitar coincidir con el Gran Premio de Singapur de Fórmula 1.
Los aviones cargo de MotoGP preparando un traslado
Foto de: MotoGP
El reloj empezará a contar a las dos y media, 45 minutos después de terminar la prueba de MotoGP, momento en que se evacuará a los aficionados que hayan participado en la tradicional invasión de pista.
"No queríamos comprometer la diversión del público", cuenta Jorba a Motorsport.com, antes de comenzar a detallar las distintas fases del periplo, que comienza con la carga de los camiones en el mismo circuito de Misano, por orden y siguiendo una coreografía para optimizar el tiempo.
"Cargar un camión supone una hora de trabajo, y luego tendremos otras seis horas de carretera hasta el aeropuerto de Malpensa, en Milán. Ya llevamos semanas hablando con las autoridades de allí, que disponen de la secuencia en que recibirán las cajas. Todo tiene que ser inspeccionado antes de subir al avión", relata Jorba, que en este punto hace un alto en el camino para explicar un par de novedades introducidas este año, y que deben hacerle la vida más fácil a él y a su gente.
"En 2023 pautamos unas medidas para fabricar las cajas de transporte de los equipos, con unas formas concretas, que encajan en el contorno de los aviones que utilizamos. Ahora tardamos unas seis horas en preparar la carga de un avión; hasta el año pasado era más o menos el doble", desgrana Jorba.
"Esto nos permite ser mucho más eficientes. Es como un puzzle una vez sabes cómo van colocadas las cajas. Ya sabemos, por ejemplo, que los equipos de Moto2 y Moto3 caben en un avión", prosigue el técnico de Dorna, antes de destacar el segundo de los aspectos clave de esta primera parada del periplo asiático, que pasará por Indonesia, Japón, Australia, Tailandia y Malasia, antes de regresar a Europa a principios de noviembre, para la última parada del calendario, en Valencia (16 de noviembre).
"Hasta ahora usábamos cuatro Boeing 747, pero gracias al acuerdo que tenemos con Qatar Airways, pasaremos a utilizar cinco Boeing 777. Eso nos permitirá reducir alrededor de un 30% las emisiones contaminantes, porque pasamos de utilizar aparatos con cuatro motores cada uno (los 747), a otros que llevan dos (B777). Así que pasamos de 16 motores a diez", puntualiza el catalán.
Evidentemente, todo lo anterior depende, en mayor o menor medida, de que el personal del circuito, los operarios que cargan y descargan y los conductores, hagan su trabajo. Pero luego, claro está, todo reside en manos de actores ajenos que pueden tener una influencia directa en que la agenda se cumpla, o no. "En 2022 tuvimos un problema técnico con un avión, que nos obligó a cancelar la jornada del viernes en Argentina", recuerda el de Santpedor, un pueblo a hora y media de Barcelona.
Si todo va sobre el horario previsto, el primer B777, despegará de Milan - Malpensa el lunes a la una de la tarde, hará escala en Doha y de allí partirá hacia Lombok, donde debería aterrizar el martes, a las 11:15 de la mañana. El último de los cinco aviones saldrá de Malpensa el martes, a las cinco de la tarde, y se le espera en Lombok el miércoles, a las tres de la tarde. "Una vez allí, todo se descarga y viaja por carretera, con camiones pequeños –las carreteras de la isla no son como las de Milán–, hasta Mandalika", remacha Jorba.
El Circuito de Mandalika espera a los miembros de MotoGP
Foto de: Scherazade Mulia Saraswati
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