Mir: "En Austria nos dimos cuenta de lo lejos que estamos"

En el Red Bull Ring, la marca del ala dorada repartió entre sus cinco pilotos –a los cuatro habituales se les unió Stefan Bradl, el probado– varias configuraciones de motor distintas, con las que pretendía entender un poco más la dirección a la que apuntar con vistas al futuro a corto y medio plazo.

El largo plazo parece haberlo entendido si atendemos a la decisión de cambiar el sentido de giro del propulsor, con la temporada en marcha. Pero ahora falta el trabajo de configuración y puesta a punto, ese que normalmente se hace durante la pretemporada. Si tenemos en cuenta el margen que sacó el ganador de la última cita, este domingo pasado en Spierlberg, sobre las Honda que llegaron a cruzar la meta, uno tiende a pensar que el trabajo que tienen por delante en el fabricante de Tokio es una escalada al Everest.

El primer corredor de Honda en completar las 28 vueltas fue Takaaki Nakagami, que lo hizo en la 14ª posición y 36,3 segundos más tarde que Pecco Bagnaia, el vencedor. Joan Mir lo hizo el segundo, 17º y ya a más de 40 segundos del italiano, mientras que Johann Zarco (21º) y Bradl (22º) cerraron la clasificación, ambos a más de 54 segundos del actual campeón. Para Mir, no hay mejor espejo de la realidad que esa hoja de tiempos del domingo, por más crudo que parezca.

"Fue un reto total acabar la carrera. Yo siempre intento ser optimista, pero en Austria nos dimos cuenta de lo lejos que estamos. Esa es la realidad. La carrera se me hizo pesada hasta a mí, imagínate al espectador", declaraba el balear, que este miércoles rodará en Misano, en la jornada de test privado que Honda compartirá con Yamaha.

Más allá de la evidencia que ya de por sí supone el cronómetro, el campeón del mundo de 2021 pudo comprobar, en sus propias carnes, el abismo que hay en estos momentos entre la Desmosedici y la RC213V. "Es una pasada el trabajo que hace Ducati y el nivel en el que está esa moto ahora mismo", convino el balear, que durante el warm up coincidió en pista con Bagnaia, en un escenario en el que el prototipo de Borgo Panigale marca la diferencia como en ningún otro escenario.

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"Este domingo estuve detrás de Pecco, y de la salida de la curva tres hasta la cuatro, en esa recta, me sacaba tres o cuatro décimas. En eso: levantar la moto, abrir gas y dejar que la electrónica y el anti-caballito trabajen", desgranó el #36, contento por el despliegue y la dedicación de Honda, pero consciente de la travesía que tiene por delante el gigante de Tokio para volver a pelear por ganar.

"Ducati tiene un motor espectacular, y ha entendido cómo llevar esos caballos al suelo. De hecho, nuestra velocidad punta no es mala para lo mala que es nuestra aceleración", zanjó Mir.