El cambio de mentalidad de Viñales para desafiar a Márquez
Con permiso de Fabio Quartararo, Maverick Viñales pretende convertirse en la principal amenaza al dominio de Marc Márquez en MotoGP.
Foto de: Gold and Goose / Motorsport Images
Lo visto en la segunda mitad de 2019 y durante toda la pretemporada hace pensar que el máximo rival de Marc Márquez para revalidar su corona de MotoGP será Fabio Quartararo tras su sensacional campaña de rookie con una M1 no oficial.
Después de vencer al piloto del Petronas Yamaha en el Gran Premio de San Marino, Márquez le señaló como la principal amenaza al título para 2020. De hecho, Yamaha se apresuró a ficharle para el equipo oficial en 2021 tras sus seis poles y siete podios en 2019 y le dará material de fábrica este mismo año.
Pero antes de que estallase la pandemia del coronavirus que ha aplazado el inicio de la temporada 2020 de MotoGP, quedó claro que Márquez no tendrá un solo rival.
En muchos sentidos, Quartararo está siguiendo el mismo camino que Maverick Vinales cuando fichó por Yamaha en 2017. El campeón de Moto3 en 2013 impresionó en su debut en MotoGP en 2015 con Suzuki y tras su primera victoria en 2016, pareció calmar cualquier inquietud de Yamaha tras la salida de Jorge Lorenzo hacia Ducati.
Maverick Viñales, Team Suzuki MotoGP
De hecho, Viñales ganó tres de las cinco primeras carreras en 2017, incluido un duelo en Le Mans con Valentino Rossi –que acabó en el suelo en las últimas curvas– y en el que se reivindicó como número uno de de Yamaha. Paralelamente, Lorenzo seguía adaptándose a la Ducati.
Pero Viñales había recibido un regalo envenenado. El comienzo de Yamaha en 2017 se vio beneficiado por los circuitos que hubo en el inicio de temporada, mientras que a Márquez con la Honda le costó. Andrea Dovizioso todavía no había dado un paso al frente con Ducati y Suzuki padecía los errores de las decisiones de Andrea Iannone en pretemporada.
Yamaha realmente no había entendido el cambio de los neumáticos Bridgestone a Michelin en 2016, algo que Rossi admitiría más tarde. Además, desconocía la causa de su alto desgaste y deslizamiento, que comenzó en el Gran Premio de España de 2017 y persistiría durante años.
Para colmo, Viñales comenzó a protagonizar malas salidas habitualmente, y unido a la falta de ritmo en las primeras vueltas le descartó de la lucha por el podio con demasiada frecuencia en 2018 y principios de 2019. El catalán no volvió a ganar hasta el Gran Premio de Australia a finales de 2018, e incluso esa victoria se produjo cuando Márquez, que ya había sellado el título, había abandonado tras un accidente con Johann Zarco.
Esto llevó al piloto de Yamaha a mostrar su frustración en cada rueda de prensa. Tras un complicado Gran Premio de Francia 2018 donde terminó séptimo, llegó a decir: "Mejoré [mi ritmo durante la carrera] porque estaba arriesgándome a caer en cada curva. Mejoro solo por eso porque no quiero terminar la carrera 10º, quiero terminar arriba".
Maverick Viñales, Yamaha Factory Racing
Al darse cuenta de que esa actitud no le llevaba a ninguna parte, Viñales hizo un cambio. Se separó de su jefe de ingenieros, Ramón Forcada (que ahora está con Franco Morbidelli y anteriormente trabajó con Lorenzo) y recuperó a su antiguo responsable en Moto3, Esteban García. Eso, y el cambio de número del #25 al #12, le permitió liberar su cabeza.
"Debería haber estado tranquilo estos años, no importa cómo vaya", respondió Viñales en el test de febrero en Qatar cuando se le preguntó si era más fácil estar tranquilo cuando la moto va bien. "Es importante estar calmado y ser inteligente, porque a veces cuando te pones nervioso no eres inteligente. Por lo tanto, necesitamos estar tranquilos y ser inteligentes y eso es lo más importante".
El aprendizaje de Rossi
Viñales sufrió muchos momentos frustrantes en la primera mitad del año pasado, principalmente por la diferencia entre su ritmo en entrenamientos y carrera. Pero después de cada podio perdido y cada momento difícil, siempre sacó lo positivo. Esto fue algo que aprendió de su veterano compañero de equipo.
"Ambos pasamos por momentos difíciles en Yamaha, especialmente en la última parte de 2017 y 2018", dijo Viñales. "Valentino siempre sonreía, y no entendía por qué. Estamos lejos en los tiempos, entre los 10 primeros, no estamos acostumbrados a eso".
"No sabía por qué sonreía. A veces hablé con muchas personas y dije: 'No sé cómo puede seguir sonriendo', y estar tan feliz y no le importa. Deja todo en la pista y está feliz fuera de ella. Aprendí a ser feliz incluso si las cosas no van como te gusta. Pero me llevó meses entenderlo".
Valentino Rossi, Yamaha Factory Racing
Eso, junto al desarrollo constante de Yamaha que ayudó con los problemas de agarre de los Michelin, le preparó para conseguir la victoria a mitad de temporada en Assen el año pasado y cinco podios desde Alemania hasta final, incluida otra victoria en Malasia. Y a punto estuvo de hacerlo también en Phillip Island, cuando se cayó persiguiendo a Márquez en la última vuelta.
Esto le permitió terminar tercero el campeonato por primera vez en dos años, tras haber estado fuera del top 10 antes de la carrera en Assen, y le proporcionó una base sólida para trabajar en 2020.
Una fuerte pretemporada con la nueva M1, en la que incluso lideró el test de Qatar después de que Quartararo fuese el más rápido en Sepang, sugiere que algo ha cambiado.
Quizás lo más importante es que Viñales ha recuperado la confianza en Yamaha después de haber considerado incluso un cambio Ducati antes de renovar con Yamaha por dos años más. Y la confianza es recíproca.
"Confío mucho en el equipo", afirma Viñales. "Están haciendo lo mejor para mí. Conozco a este equipo y dan lo mejor para mí, así que necesito dar lo mejor para ellos. No importa si estoy enfadado algún día o no, Tengo que dar lo mejor".
"Quizás soy la parte más importante del equipo, pero las otras personas también son muy importantes y lo mismo que le exijo lo máximo a las personas, también me esfuerzo para estar en el mejor estado de ánimo para las carreras".
En los últimos siete años, ha quedado patente que vencer a Márquez es una tarea casi imposible. Solo Lorenzo en 2015 le ha arrebatado el campeonato, y en realidad el de Honda perdió el título más por sus problemas para adaptarse a una moto difícil.
Igualar el dominio de Márquez
Márquez tiene un equipo a su alrededor en el que realmente puede confiar, pero, al igual que Viñales, ha tenido que superar varios obstáculos. Después del desastre del 2015, donde terminó tercero, el de Cervera (Lleida) cambió su mentalidad de ganar o caer que había tenido durante su carrera hasta ese punto.
Después de su difícil comienzo en 2017, cuyo estrés le llevó incluso a perder pelo, un análisis interno le permitió recuperar su disfrute por las carreras y le llevó a lograr el título ese año. Desde entonces, ha rendido a un nivel casi sobrenatural.
Marc Marquez, Repsol Honda Team
El Viñales que fichó por Yamaha en 2017 nunca iba a ganar a Márquez. Pero el Viñales que se ha preparado para una agitada temporada 2020, cuando comience, y con su futuro asegurado en Yamaha, sí puede hacerlo.
Su talento es indiscutible y todos los cambios que ha realizado en el último año y medio en su entorno y en sí mismo le debería permitir desplegarlo.
Quartararo podría convertirse en el nuevo gran rival de Márquez en MotoGP, pero hay uno que estaba dormido en la parrilla y ahora ha despertado.
↓ Así quedó la parrilla de MotoGP tras el test de Qatar ↓
(pulsa en las fotos para verlas más grandes)
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