Así vivió Martín su regreso a la moto: "Cuatro vueltas y parece que he hecho una carrera"

Jorge Martín sigue afrontando su retorno a la competición. Tal y como confirmó Aprilia, el vigente campeón del mundo de MotoGP hará un test con la RS-GP esta misma semana, el próximo miércoles 9 de julio, en el circuito de Misano, con vistas a una posible vuelta en la última cita del calendario antes del parón veraniego: el Gran Premio de la República Checa en Brno (18 al 20 de julio).

Pero el piloto de San Sebastián de los Reyes puso una primera piedra en su camino la semana pasada, al realizar un test privado de dos días, el jueves y el viernes, con una moto de calle, la Aprilia RSV4, en el Circuit de Barcelona-Catalunya, bajo un sol abrasador. Motorsport.com pudo saber que la prueba fue bien, pero ahora, el propio 'Martinator' ha transmitido de primera mano cuáles fueron sus sensaciones, en un nuevo capítulo de su videoblog en su canal de YouTube.

"Estamos aquí, en el circuito de Montmeló. La última vez que estuve aquí fue cuando fui campeón del mundo, así que muchas ganas de volver a la moto", empezó relatando el #1, fijándose en esa coincidencia. "Primer día. Llevo tres meses y medio, casi cuatro, sin hacerlo. Está siendo un año complicado, pero hoy arrancamos, hoy empieza mi segunda pretemporada. Estoy feliz, y esto pesa más que nada".

Después, Martín explicó cómo era la RSV4, la moto con la que entrena habitualmente y la que eligió para rodar por primera vez tras su tercera lesión grave en 2025: "Es una moto de calle, pero me la han preparado un poco para que se acerque más a lo que es una MotoGP. Las horquillas van preparadas, los frenos son un poco mejores que los de serie. La moto la probé en febrero y va muy bien. Pero hoy, como es una moto más suave y más tranquila que la MotoGP, cansa menos. Puedo empezar poquito a poco, una toma de contacto antes de pasar a la moto grande la semana que viene".

Tras la primera salida a pista, el madrileño hizo notable una sensación inicial muy característica y llamativa, por la impresión física que supone rodar en moto: "¡Madre mía! Después de cuatro vueltas parece que he hecho una carrera ya". Además, también se centró en un detalle de la electrónica: "Le falta un pelín para llegar a ser la de la MotoGP. A ver si conseguimos desconectar el control de tracción".

"En la primera tanda he hecho ocho o nueve vueltas, pero la sensación es de haber bastantes más. Me molesta un pelín la espalda, pero llevo cuatro meses sin ir en moto, es cuestión de que todo se ponga en el sitio. Con 12 costillas rotas tiene que molestar, es normal. Pero me noto bien, la velocidad más o menos está ahí, así que poquito a poco y a ir pillando, que aún queda rato", prosiguió.

A mitad de día, Martín optó por parar, para no destrozarse físicamente: "Llevo 35 vueltas. Ahora hay que cambiar neumáticos, porque hay 38 grados en el ambiente y casi 60 ºC en la pista. Es momento de parar, porque me encuentro bien, pero sé que si sigo mañana voy a estar muerto. Así que un parón ahora y a seguir luego, para intentar llegar al objetivo de 70 vueltas".

Al final del día, en el que le acompañó su círculo de confianza, encabezado por su padre, Ángel Martín, y su hermano, Javier, y algunos de sus mecánicos de confianza, el corredor español hizo balance, muy contento: "Se acabó el día. Muy feliz, porque hemos vuelto. Hemos hecho unas 68 vueltas, hemos tenido algún problemilla y no hemos podido acabar con las 70 que quería hacer. Pero estoy feliz, contento. Mañana seguiré entrenando, y la semana que viene, el miércoles, me subiré a la MotoGP. Vienen unas semanas interesantes para mí, el regreso a la competición", remachó.