Martín: "Me toca dirigir el proyecto de Aprilia, y eso conlleva llevarme bien con Bezzecchi"

Jorge Martín y Marco Bezzecchi llevan trayectorias en paralelo, aunque a nivel de palmarés el del uno y el del otro son incomparables. Coincidieron ya en Moto3, el año que en que el español se proclamó campeón del mundo de la categoría de las motos pequeñas (2018), con un margen de 42 puntos sobre Fabio Di Giannantonio, segundo, y de 46 puntos sobre Bezzecchi. También se vieron en pista los dos siguientes cursos (2019 y 2020), en Moto2, antes de que el #89, que por aquel entonces competía con el #88, promocionara a la clase reina (2021), algo que el italiano haría el ejercicio posterior (2022).

En MotoGP, la tensión entre ellos se disparó en según qué momentos, sobre todo a raíz del pulso por el título entre Martín y Pecco Bagnaia, uno de los mejores amigos de Bezzecchi. Preguntado en alguna ocasión por la relación que mantenían, el corredor madrileño llegó a insinuar que el #72 era el oponente con el que peor se llevaba, seguramente sin imaginarse que Aprilia les metería poco después en el mismo garaje, aunque en otro ciclo de la vida de ambos.

Martín llega a la marca de Noale como flamante campeón del mundo y Bezzecchi lo hace después de un ejercicio decepcionante subido a una Ducati de VR46. En 2024, el de Rimini se subió una sola vez al cajón (fue el tercero en Jerez), por los siete podios que había sumado en 2023, y finalizó el 12º en la tabla general, con doce puntos menos que Di Giannantonio, su compañero en VR46, ausente en las dos últimas paradas del calendario.

Martín y Bezzecchi ya compartieron techo en la jornada de ensayos colectiva que se celebró en Montmeló, el martes después del último gran premio de la temporada. Para ambos fue una jornada de adaptación a la Aprilia y al que será su nuevo entorno, al menos, hasta 2026. Por el momento, la pareja de corredores oficial del fabricante italiano se ha propuesto remar en una misma dirección y dejar a un lado las diferencias que mantuvieron en sus etapas anteriores.

"Está claro que Bezzcchi no ha sido ni mucho menos mi mejor amigo en los últimos años. Desde que peleamos en Moto3 ya tuvimos muchos rifirrafes", afirma Martín, en conversación con Motorsport.com.

"De todas formas, lo que a mí me importa es que mi compañero sea competitivo. Si él consigue dar indicaciones para mejorar la moto, eso me va a ayudar también a mí. Y viceversa", proseguía ‘Martinator’, concienciado del paso adelante que le corresponde hacer, a todos los niveles, tras haberse proclamado campeón en MotoGP.

Tras aquella primera toma de contacto en el ‘Circuit’, Martín se acercó a charlar con su nuevo vecino, para saber cómo le había ido su estreno con la RS-GP. "Aunque nunca seré Aleix (Espargaró), ahora tengo ese rol de líder, y como campeón del mundo me toca dirigir este proyecto de Aprilia. Esto conlleva tener buena relación con mi compañero", zanjó el español.