Márquez y Lorenzo: tres años del inicio de un efímero 'Dream Team'

El 23 de enero de 2019 el equipo Repsol Honda presentó oficialmente las dos cartas que revolucionarían los titulares y las notas de prensa. Jorge Lorenzo entraba en escena como compañero legítimo de Marc Márquez, arrojando luz sobre los cimientos de un presunto binomio de ensueño que prometía hacer realidad los grandes deseos del garaje de HRC.

Este movimiento por parte de Honda se adueñó de las redes sociales, y el ruido que generó la noticia también se apoderó del paddock del campeonato durante semanas. Y no era para menos, HRC reunía a los campeones de los siete últimos años como una apuesta segura para hacerse con el mundial de constructores. Toda una garantía de éxito para la ambiciosa fábrica del ala dorada.

Márquez y Lorenzo en 2019: dos campeones, un único título

La temporada dio el pistoletazo de salida y el Gran Premio de Qatar dejaba las primeras imágenes de un decidido Jorge Lorenzo subido a los mandos de la Honda RC213V, una moto predispuesta a ser domada por la ambición y determinación de un campeón del mundo. Sin embargo, lo que empezó siendo un sueño para Jorge Lorenzo terminó siendo una pesadilla.

Los registros comenzaron a hablar más de lo que lo hacían sus palabras y, desesperado, Jorge Lorenzo no lograba entender qué era lo que hacía su compañero de equipo para tener aquella complicidad sobre la indomable RC213V. Lorenzo tenía el talento y la sed de victoria: el cóctel indiscutible para conseguir la corona. Pero la realidad era otra.

2019 avanzaba, los domingos iban levantando las hojas del calendario y el piloto mallorquín se mostraba cada vez más irreconocible. El dorsal #99 se camuflaba entre las hojas de tiempos y escenarios como Motorland fueron testigos de algunas de las peores carreras de su trayectoria deportiva.

Los podios y poles se convirtieron en lesiones, y Jorge Lorenzo empezó a cargar un lastre que le impulsó sin retorno al final de su camino en la categoría reina. La fractura de dos vértebras en el asfalto de Assen se convirtió en un punto de inflexión para el piloto español y fue, en ese momento, cuando Jorge descubrió que su salud física y mental estaban corriendo peligro.

Los fallos mecánicos, las caídas y el indomable prototipo de la fábrica japonesa pesaron más que el hambre de victoria de Jorge y, lamentablemente, el 14 de noviembre de 2019 el piloto mallorquín se quitaba el casco para siempre, dejando atrás 18 temporadas de historia y poniendo un punto final al idílico dream team que se presentaba, hace tres años, como una estrategia infalible para el equipo Repsol Honda.

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