Márquez: "Ya vamos tarde. Solo tendremos una bala con la moto 2023"

Después del fogonazo de positividad que supuso el segundo puesto conquistado en Australia, la carrera de este domingo en Sepang supuso, para Marc Márquez y, sobre todo para Honda, un golpe de realidad. El piloto ya advirtió, nada más bajarse del cajón en Phillips Island el domingo de la pasada semana, que en Malasia "vamos a sufrir", por la exigencia física del trazado y, sobre todo, por las largas rectas en las que la RC213V está en clara inferioridad con sus rivales en términos de velocidad.

De ahí que tras el fiasco que ha supuesto para Honda la moto 2022, dar con la tecla con el prototipo de la próxima temporada es crucial para que Marc, una vez recuperado, pueda volver a optar a lo máximo.

Márquez reapareció en los test oficiales de Misano, el pasado 6 de septiembre, tras 100 días de baja fruto de la cuarta operación a la que fue sometido su brazo derecho. El corredor volvió en un test para probarse físicamente, pero sobre todo para dar sus comentarios sobre las nuevas piezas con vistas a la moto de 2023 que Honda tenía preparadas para aquellos ensayos.

Alberto Puig, el team manager de HRC, aseguró que "sería un problema" que Marc no estuviera en aquellos test, ya que "sería más de lo mismo. Normalmente el test de Misano es muy importante para preparar un prototipo de cara al test de Valencia, si Marc no está en Misano iremos como hasta ahora, a ciegas”, fue la advertencia.

Márquez hizo el esfuerzo: "El objetivo del test es probarme a mí. Si estoy bien, luego será para Honda", dijo entonces el corredor, que finalmente completó dos días de ensayos y más de 100 vueltas.

Este domingo, en Sepang, Márquez pudo comprobar de primerísima mano como la moto no da para más. "Fue una carrera dura y larga, demasiado. Y cuando vas perdiendo posiciones, se hace muy largo. El ritmo del sábado no era normal", dijo este al final del día Márquez.

"Perdía demasiado y arriesgaba demasiado. No era la manera", añadió.

"Este circuito expone los puntos débiles de la moto y los míos, así que era el peor escenario posible. Sentí la moto lenta durante todo el fin de semana. Y entonces empujas más. Eso lo puedes hacer cinco vueltas. Me sentí peor que en las otras carreras porque me peleé más con la moto".

Con dos años más de contrato por delante, la única opción para que Marc vuelva a luchar por los títulos y que Honda no le pierda, es acertar en la moto de 2023, un prototipo que está en su fase inicial y que ahora mismo ya casi nadie espera que esté acabado para el test de Valencia, el 8 de noviembre.

Para avanzar en el desarrollo de la moto, que Marc lleva en solitario tras anunciarse que Alex Márquez y Pol Espargaró no seguirán en Honda, y con Takaaki Nakagami lesionado, el #93 dedica parte de las sesiones de los fines de semana al trabajo de futuro.

"Este fin de semana trabajamos mucho y probé todo lo que me pidieron", dijo

"Pero ahora les toca a ellos (en Tokio). Si aquí (Sepang) no tienes motor y agarre detrás, ya puedes ser Superman que no hay nada que hacer".

Mientras en Honda siguen trabajando los fines de semana de carreras, en KTM ya están compitiendo (Brad Binder) con la moto de 2023 (a excepción del motor), y otros fabricantes tienen ya la moto prácticamente hecha, como explicó el piloto de Pramac-Ducati Jorge Martín este domingo: "Estoy contento por cómo va la moto, y espero que, decidiendo solo el motor (de 2023) y no tocando nada más, pueda empezar como toca la próxima temporada".

Por contra, en Honda están lejos de tener una idea final del prototipo, que incluye el ya célebre basculante Kalex, que se alterna, aún hoy en día, con el de carbono de fabricación propia.

"Ya vamos en retraso", avisó Márquez.

"En Misano todo el mundo probó la moto nueva y nosotros, no. Solo tendremos una bala, porque la moto que usemos aquí (en Sepang, en los test) en febrero será con la que tendremos que tirar", en la temporada.

"No sé si tendremos cosas nuevas en Valencia para probar, pero eso ayudaría", suplicó el chico de Cervera a Japón.

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