Márquez, sin expectativas en Italia: "Hay que ver la situación y dónde estamos"

Antes de la grave lesión en el brazo derecho que sufrió en 2020 y las complicaciones derivadas de aquella fractura, además de los recurrentes episodios de diplopía, Marc Márquez era habitualmente el piloto que marcaba el listón de exigencia en cada fin de semana de gran premio.

Sin embargo, el de Honda no ha logrado aún, en lo que llevamos de temporada, ningún podio y su mejor resultado sigue siendo el cuarto puesto conseguido en Jerez, todo ello mientras Honda no acaba de lograr hacer funcionar su nueva RC213V como se esperaba tras una pretemporada esperanzadora.

El circuito de Mugello, donde este fin de semana se celebra el Gran Premio de Italia, octava parada del calendario, con sus largas rectas, que exigen al máximo a la potencia de los motores, será un nuevo test para comprobar si el prototipo de la casa japonesa logra una puesta a punto que permita a los corredores de la marca exprimir sus virtudes sin verse éstas penalizadas por la dificultad que se centra en el tren delantero.

"Mugello es siempre un gran circuito para pilotar, es muy rápido y cuando estás a máxima velocidad en la recta principal con una MotoGP, es una gran sensación", admite Márquez en la previa del fin de semana italiano.

Pese a que en el trazado de la Toscana Marc ha vivido algunas carreras memorables, el actual momento no invita al optimismo del piloto catalán.

"Veremos qué es posible este fin de semana, tenemos que llegar y ver cuál es la situación y dónde estamos", advierte.

Tras la carrera de Le Mans, hace dos semanas, en la que logró terminar sexto tras pasar todas las vueltas, excepto la primera, sin poder hacer ningún adelantamiento, Marc lanzó algunos avisos nada optimistas, y ahora opta por cerrar filas junto a los miembros de su lado del box para tratar de sacar la situación adelante.

"Sé que si seguimos trabajando con mi equipo, podemos volver a saber dónde está nuestro potencial", suelta enigmático el de Cervera.

Espargaró: “Vamos a trabajar”

Para el compañero de Márquez, que tras un inicio de temporada fuerte en Qatar, con podio, su rendimiento se ha ido diluyendo al mismo ritmo que las prestaciones de la moto, el periodo que se abre con el Gran Premio de Italia es una oportunidad para "trabajar" y encontrar soluciones, no en vano en el periodo de diez días los pilotos deben afrontar dos fines de semana de carreras y un test oficial.

"El año pasado en Mugello tuvimos una carrera un poco difícil, así que este año espero que podamos tener un GP de Italia más tranquilo", explica Pol Espargaró.

"He seguido entrenando al máximo en casa para estar preparado. No pudimos conseguir lo que queríamos en Francia, así que el objetivo es, por supuesto, volver más fuertes aquí en Italia", añade.

"Ahora tenemos dos carreras y un test en dos semanas, habrá mucho tiempo de moto para nosotros, lo cual es bueno. Vamos a trabajar", zanja el de Granollers.

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