Márquez ha ganado cinco de las seis últimas carreras con cambio de moto

Brno.- En aquella carrera, el español lo tenía todo de cara para dejar el título prácticamente sentenciado el año de su debut. Debido al reasfaltado del circuito, las gomas que Bridgestone desplazó allí no resistieron el nivel de desgaste del nuevo cemento, y eso llevó al suministrador a obligar a toda la parrilla a realizar un cambio de moto, que debía llevarse a cabo entre las vueltas nueve y diez.

Márquez, que rodaba en el grupo de cabeza, no lo hizo hasta la undécima, circunstancia que llevó a los comisarios a mostrarle la bandera negra y a descalificarle.

Sin embargo, no hay mal que por bien no venga, y aquella carrera en Phillip Island marcó un antes y un después en la estructura capitaneada por Santi Hernández y formada por un grupo de amigotes que de alguna manera rompe con el resto de escuderías por su forma de afrontar el día a día en un ambiente tan hostil como el Mundial de MotoGP, y más aún en una marca tan particular como Honda.

Desde aquel Australia 2013, el corredor de Cervera (Lleida) ha disputado un total de seis grandes premios resueltos con la fórmula del cambio de moto (flag to flag), de los que ha ganado cinco: Holanda 2014, San Marino 2015, Argentina y Alemania del año pasado, y esta última cita, en la República Checa.

El único gran premio en el que no terminó en el cajón más alto del podio fue el que se celebró en Aragón en 2014 (ganó Lorenzo), en el que cruzó la meta el 13º, después de sufrir una caída.

De todos esos triunfos, los dos más vistosos fueron el de este domingo pero, sobre todo, el de la temporada pasada en Sachsenring. En ambos casos, el catalán sacó tajada de una situación de lo más comprometida cuando circulaba con una moto preparada para rodar en agua, y anticipó su parada para reincorporarse a la pista con la segunda moto, calzada ya con las gomas lisas.

En Brno, Ducati quedó en evidencia al no tener su segundo prototipo listo cuando Lorenzo y Dovizioso entraron a realizar el cambio, y eso que lo hicieron un par de giros después que el #93, y lo mismo le pasó a Jonas Folger, que enfiló el camino del box a la vez que el actual campeón.

No obstante, Márquez sabía que su segunda RC213V ya estaría preparada desde el primer giro, porque así se lo había dicho su ingeniero de pista.

“Australia 2013 nos enseñó muchísimo, y lo importante es no repetir los errores del pasado. La clave es tener a gente de confianza a tu lado. Antes de comenzar Santi me dijo que la moto iba a estar lista, que entrara cuando quisiera. Y si alguien en quien confías te dice que estará preparada, pues es que lo estará”, resumió el buque insignia de Honda, que en cuatro grandes premios le ha sacado dos (51 puntos de 100 posibles), a Maverick Viñales, el piloto que se dibuja como su principal oponente en la gresca por la corona.

“Si me esfuerzo tanto en parte también es por mi equipo. Cada uno de ellos está aquí dando el 100%. Y quieras que no, cuando vuelves de vacaciones tienes que estar al máximo. En estas circunstancias, y como se ha visto en esta ocasión en otros garajes, la importancia del piloto y la del mecánico es la misma”, zanjó Márquez.