Lorenzo quiere ser Hamilton por un día

Jorge Lorenzo no quiere perder la oportunidad de subirse a un monoplaza de Fórmula 1 antes de fin de año, y por eso está explorando las posibilidades que le ofrece Monster, que además de patrocinar a Yamaha también es una de las marcas más visibles de la escudería Mercedes.

“Estamos buscando opciones, sería una buena forma de hacer algo conjuntamente con Monster. A Jorge le gustaría realizar un entrenamiento con el coche de F1, pero todavía no sabemos si podrá ser porque estamos condicionados por ciertos aspectos”, asegura a Motorsport.com el entorno del actual campeón del mundo de MotoGP.

Necesitaría el permiso de Yamaha

Estos condicionantes responden principalmente a razones de seguridad y calendario. Hay que tener en cuenta que es bastante probable que Lorenzo pelee por el título de las motos pesadas hasta final de curso, circunstancia que pondría en peligro la prueba porque Yamaha difícilmente le permitiría subirse a un monoplaza en esas circunstancias.

Al margen de esto, tampoco hay tantas fechas disponibles cuando se cruzan los programas de F1 y de MotoGP. Si de alguna forma todo cuadrara, tanto por parte de Mercedes como de Monster y Yamaha, habría que ver en qué escenario materializar el ensayo, algo que tampoco está claro.

En 2014 el mallorquín disputó las 12 Horas de Abu Dabi al volante de un Ferrari

En caso de que el deseo del #99 no pueda llevarse hacia delante, lo más probable es que se busque una alternativa, como ya ha ocurrido anteriormente. En 2014, por ejemplo, el mallorquín disputó las 12 Horas de Resistencia de Abu Dabi al volante de un Ferrari pintado de Monster.

De cualquier forma, Lorenzo está decidido a intentarlo todo para conseguir rodar con el prototipo de Hamilton y Rosberg, y sabe que todo será más fácil antes de fin de año. A partir del 1 de enero pasará a ser piloto de Ducati, y las posibilidades de que Phillip Morris le ofrezca la opción de subirse al Ferrari son seguramente más bajas.

Rossi como precedente

Es inevitable echar la vista atrás y acordarse de la guerra que dio Valentino Rossi hace unos años, a raíz de la serie de entrenamientos que llevó a cabo al volante de un Ferrari de F1, entre 2004 y 2008. El italiano estuvo jugando al despiste hasta llegar a insinuar que se estaba planteando muy seriamente la posibilidad de abandonar el Mundial de MotoGP para vestirse de rojo y pasar a competir sobre cuatro ruedas. Finalmente y como era de esperar, aquello quedó en nada.