“Correremos seguro, pero el miedo en el cuerpo lo tenemos todos”

Spielberg.- Las alarmas saltaron el viernes, durante la primera sesión de ensayos libre de Moto2, después de que la lluvia comenzara a empapar la pista.

En algunos puntos del circuito, sobre todo a final de recta, fueron varios los que terminaron irremediablemente en el suelo, sin apenas haber forzado y sin una explicación aparente más allá de una repentina pérdida de agarre en el tren delantero.

Pronto se encontró el detonante de esas multitudinarias caídas: la goma que de los coches que habitualmente circulan por el trazado había creado una capa que, con el agua, convirtió esas zonas del trazado en una superficie resbaladiza como el cristal mojado.

Eso hizo que la mayoría de los pilotos mostrara su preocupación en la Comisión de Seguridad, acerca de la posibilidad de correr el domingo en caso de que lloviera.

Como es habitual, Loris Capirossi también participó en aquella reunión como miembro de Dirección de Carrera, pero el italiano, lejos de tranquilizar los ánimos, todavía encendió un poco más los ánimos.

Resulta que el jueves, Capirossi se subió a la KTM de MotoGP en el marco de un proyecto que llevará a Capirex a probar todos los prototipos de la parrilla. Llovió, y según les transmitió a los demás pilotos, a punto estuvo de caerse en varias ocasiones.    

A pesar del calentón del sábado por la noche, los corredores fueron reblandeciendo su postura con el paso de las horas y la mediación de Dorna, que se comprometió a intervenir y tratar de limpiar los tramos más conflictivos con una máquina de agua a presión, y resolver la situación con vistas al futuro.

“Correr correremos, pero después de lo que pasó en Moto2 el miedo en el cuerpo lo tenemos todos. Y quien diga que no, miente”, convino Marc Márquez, que también pidió que se retocaran algunos muros y se alargaran algunas escapatorias.

“La pista no está en condiciones para rodar en ella en mojado en la zona de las horquillas. Ayer [por el viernes] nos quejamos en la ‘Safety’ pero no nos tuvieron demasiado en cuenta. Insistimos y creo que harán algo”, añadió Dani Pedrosa. “A la mayoría de los pilotos no les gusta la idea de correr así en mojado, aunque no es fácil que podamos cancelar un gran premio”, añadió el compañero de Márquez.

“Yo dije que si llueve no iba a correr aquí, no tengo ningún interés porque hay barreras por todas partes”, soltó Cal Crutchlow, con su naturalidad habitual.

“Hay mucha goma de la que dejan los coches y el asfalto patina mucho. Esperemos que no llueva, y si lo hace ya veremos qué hacemos”, soltó Valentino Rossi, sin ninguna intención de mojarse.

“Si hay que correr se corre, pero lo primero tiene que ser la seguridad. Si en Moto2 hubo las caídas que hubo, imagínate en MotoGP. No sólo que una moto pueda atropellar a otro piloto, que ya es peligroso, sino que al final del grupo se caiga un piloto y se lleve por delante a todos los demás”, consideró Maverick Viñales.

Sin consenso en el protocolo del flag to flag

El otro punto importante del orden del día en la Comisión de Seguridad consistía en revisar el protocolo de cambio de moto en las carreras bandera a bandera. Aunque salieron muchas propuestas, la mayoría de los pilotos consensuó reducir la velocidad máxima en el pitlane, que hasta ahora era de 60 km/h y que iba a pasar a ser de 40 km/h, solo los domingos. No obstante, esa medida no tenía en cuenta la dificultad técnica que entraña variar ese límite de velocidad en función del día, de modo que de momento todo sigue igual que en Brno, donde Andrea Iannone y Aleix Espargaró protagonizaron un incidente en el que el italiano y sus dos Suzuki terminaron rodando por el suelo. 

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