KTM, focalizada en mejorar la manejabilidad de su moto

En Cheste, donde Mika Kallio compitió por primera vez con la RC16, el finlandés no pudo cruzar la meta por culpa de una avería eléctrica, completando un fin de semana que cayó como un jarrón de agua fría en la comitiva de la marca austríaca.

La moto fue mucho más lenta de lo esperado durante los ensayos por falta de agarre sin que los técnicos supieran muy bien cómo solucionarlo, y las expectativas que había generado el test realizado en Austria en verano, no se cumplieron ni de lejos.

A pesar de ello, en el taller del constructor de Mattighofen están convencidos de ir por la senda correcta, la que desde el mes pasado marcan Espargaró y Smith. Con ellos, KTM espera quemar etapas mucho más deprisa de lo que lo ha venido haciendo hasta ahora, por más que el objetivo final del reto, que no es otro que pelear con los más rápidos, no pueda lograrse en un pispás.

Antes de irse de vacaciones, Pol Trevathan, jefe de mecánicos del catalán, analizó el estado de las cosas, el camino recorrido hasta ese momento y el que todavía queda por delante antes de plantarse a finales de este mes, en Sepang, donde se llevarán a cabo los primeros ensayos de 2017.

“Lo positivo es que tenemos a tres pilotos con estilos muy distintos y todos ellos han coincidido a la hora de señalar qué le falta a la moto. La clave [el punto débil] pasa por conseguir hacer girar la moto”, explica Trevathan en una entrevista concedida al portal de KTM.

“Pol nos ayuda mucho con la electrónica”

Espargaró se subió en los test de Valencia a la que ya es su nueva moto, aunque Yamaha le impidió hacerlo de nuevo en las pruebas que se llevaron a cabo unos días más tarde en Jerez. “Me disgustó mucho no poder contar con Pol, porque nos ayuda muchísimo gracias a los conocimientos que tiene de la electrónica. Él considera que los problemas de manejabilidad no fueron una cuestión de puesta a punto, así que nos apoyamos en su experiencia y dimos grandes pasos hacia delante”, zanja el técnico.