El jefe de KTM considera que la Fórmula 1 ya no son carreras

El empresario abandera el desembarco de la marca austríaca en MotoGP desde principios de 2017, y cataloga al Mundial de Motociclismo como el campeonato que mejor refleja los verdaderos valores de las carreras.

“Esto son carreras de verdad, en las que el piloto tiene una influencia del 60 o el 70% en la ecuación, y eso se hace evidente. En la F1, pronto se pondrá poner un muñeco en el monoplaza si me apuras”, afirmaba el pasado fin de semana en el Red Bull Ring.

“En la F1, los coches pueden prácticamente controlarse desde el muro. Y en nada serán autónomos. Ese campeonato va en la dirección equivocada”, opina Pierer, que hizo una defensa a ultranza de MotoGP y que cargó contra la F1 pero más aún contra las competiciones con vehículos eléctricos.

“Pero para mí, lo peor son las carreras eléctricas que se hacen en las ciudades, eso es una perversión. No hay espectadores y no se oye nada, y hay que cambiar de coche a media carrera”, prosigue el ejecutivo en clara alusión a la Fórmula E.

“En cambio, el Mundial de MotoGP se ha convertido en tremendamente exigente. Es increíble el nivel de tecnología con el que contamos en estos momentos. Estamos hablando de que los motores llegan a 17.500 y 18.000 revoluciones por minuto. Eso es tecnología de F1, de aquella de antes de la era Turbo y de antes de que llegaran las restricciones”, añade Pierer.

A la espera de que KTM de un salto de calidad significativo en 2019, la que será la tercera temporada desde su debut en la categoría de las motos pesadas, Pierer no se rinde y se muestra convencido de que la época de recoger frutos llegará.

“Suzuki es el modelo a seguir y en eso estamos. Este es solo nuestro segundo curso. Es duro, pero sabemos que esto también forma parte de las carreras. Uno crece a partir de sus derrotas. Me costó siete años volver a ganar el Dakar y 11 lograr el título de Supercross. Debemos tener paciencia y no rendirnos. Sigo pensando en cumplir el plan de estar cerca del podio en tres años. En el próximo deberíamos ver uno o dos”, zanja el austríaco.

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