Forcada: “Menos el color de la moto, los pilotos de Yamaha pueden cambiarlo todo” 

En su primera temporada como responsable del taller de Viñales, una vez que este sustituyó a Jorge Lorenzo, Forcada y su grupo de trabajo se enfrentaron en este 2017 que termina a un panorama de lo más delicado.

Las expectativas generadas por el dominio del español tanto en invierno como en los dos primeros grandes premios (Qatar y Argentina) dieron paso a la irregularidad que provocó a partir de entonces la extrema sensibilidad de la M1 al cambio de condiciones.

Esos bajones en el rendimiento del prototipo, inexplicables en muchos casos, marcaron una temporada en la que Yamaha trató por todos los medios de enderezar una situación que finalmente dejó a Honda y Ducati como los dos equipos que se jugaron el título hasta el final.

Si las sensaciones de Viñales con su moto fueron de mejor a peor, Valentino Rossi no se encontró a gusto en ningún momento, algo que ya dejó claro desde que se subió a la moto por primera vez, en noviembre de 2016.

Sin embargo, la marca de los diapasones trabajó a destajo para tratar de complacer a sus dos pilotos, y aunque todos esfuerzos no sirvieron para remontar el vuelo, ninguno de ellos soltó una mala palabra sobre el fabricante de Iwata.

“Con Yamaha, menos el color de la moto, que lo elige el patrocinador, el piloto puede cambiarlo todo. Lo único que se le impone son cuestiones de seguridad. Por poner un ejemplo, si uno nos pidiera salir con una rueda floja, eso no se le permitiría”, comenta Forcada en una charla con Motorsport.com.

Para el técnico, uno de los que más experiencia acumula en el paddock del Mundial, la estrategia del constructor japonés es la adecuada por justa: “Por política, siempre que Yamaha intenta ayudar a un piloto con una pieza nueva, también se la deja probar al otro”.

A lo largo de las 18 citas del calendario, tanto Rossi como Viñales dispusieron de hasta cuatros versiones distintas de chasis, incluido el de 2016 que ambos emplearon en la última carrera, en Valencia. Eso, sin contar la infinidad de componentes que se probaron y que terminaron descartándose.

De hecho, la obligación de probar tantas piezas fue un tema recurrente en las ruedas de prensa de Viñales, que incluso llegó a quejarse de la cantidad de componentes que debía testar.

“Un piloto oficial tiene que ganar carreras pero también evolucionar la moto. La cantidad de cosas que se llegan a probar los equipos de fábrica es tremenda. De hecho, seguramente hay más piezas que se descartan que no que se usan, pero eso no se ve”, zanja Forcada.

14