Folger: "Seguiré sobre una moto como probador o compitiendo"

Lo que en un principio parecía una mononucleosis, hizo que Jonas Folger se perdiese el tramo final de la temporada 2017. Tras someterse a más exámenes, le fue diagnosticado el Síndrome de Gilbert, una extraña dolencia que afecta al 5% de la población mundial y que le obligó a practicar reposo de cara estar listo para esta campaña. Sin embargo, en enero sorprendió al anunciar que causaba baja definitiva, dejando su carrera como piloto en el aire.

Tras unos meses alejado de las pistas, el pasado mes de junio reapareció en el Circuito de Motorland a los mandos de una Kalex. Allí probó el motor Triumph que montarán las Moto2 en 2019. Folger se desplazó a Aragón con Alex Baumgaertel, ingeniero de Kalex, con la intención de ponerse a prueba y ver cómo reaccionaba a las exigencias de un entrenamiento completo.

El alemán, que completó un segundo test en el trazado checo de Brno, terminó satisfecho con buenas sensaciones en ambas ocasiones. Aunque reconoce que necesita seguir probándose antes de determinar si puede volver a competir, como mínimo asegura que ejercerá las labores de probador.

“He podido pilotar dos veces desde que dejé el campeonato, pero necesito alguna más", dijo Folger en declaraciones a la web oficial de MotoGP. "En este momento no puedo decir si voy a volver a correr, pero seguro que estaré encima de una moto, compitiendo o como probador. En el momento en el que me sienta fuerte para realizar una temporada, dos o más, volveré a las carreras”.

Así fue el test de Folger:

Jonas Folger reaparece en Aragón a los mandos de una Moto2

Sobre el nuevo motor Triumph

Con el cambio anunciado del motor Honda por el Triumph en Moto2 la próxima temporada, los test se están intensificando en las últimas semanas. Folger, que participó en la categoría intermedia entre 2014 y 2016 logrando tres victorias, se ha convertido en un probador de lujo a la hora de desarrollarlo y analizar las diferencias entre un propulsor y otro.

El #94 afirma que el motor británico aporta sensaciones similares a una MotoGP, lo que facilitará la adaptación a aquellos pilotos que den el salto de categoría.

“Probé la Triumph con los chicos de Kalex. Quería ver cómo ha cambiado el chasis y la electrónica. Es un proyecto joven, pero que está dando grandes pasos. Pude pilotar con Álex Márquez, él sobre una Honda y yo con una Triumph. Las trazadas eran muy diferentes. La Triumph se parecía más a una MotoGP, tienes menos velocidad en el paso por curva y la salida es más ajustada. Puedes hacer eso porque tiene más par de motor y se puede jugar con la electrónica. Esto hará que el salto de la Moto2 a la MotoGP sea menor”, explicó.