La FIM solo revisará este año los motores en caso de reclamación

La temporada reducida 2020, de momento, a 13 carreras confirmadas, ha traído consigo algunas variaciones en los protocolos técnicos de la Federación Internacional de Motociclismo.

La Grand Prix Commission, el máximo órgano de gobierno del campeonato, anunció unos cambios en el varemo del uso de propulsores a finales del pasado mes de mayo.

Si el número total de eventos en 2020 es inferior a doce (incluido Qatar), tanto 2020 como 2021 se considerará como una sola temporada, y la asignación para ambas será de nueve motores.

Si el número de carreras en 2020 es doce o más, entonces la asignación para la temporada 2020 estará separada de 2021, y será de la siguiente manera: si se corren 12-14 carreras, cada piloto dispondrá de cuatro motores; y si se completan 14-18 carreras, serán cinco.

Todo indica, por tanto, que en la temporada que arranca el próximo 19 de julio en Jerez, los pilotos contarán con cuatro o cinco motores, a diferencia de los 7 habituales para un curso completo. Esa norma rige para todos, habida cuenta de que el desarrollo está detenido hasta final de 2021.

Cerrado el plazo para Aprilia y KTM

La FIM tiene ya almacenadas una muestra de un motor de todos y cada uno de los fabricantes. Honda fue el primero en entregarlo, durante la semana antes del fallido Gran Premio de Qatar. Otras fábricas lo entregaron más tarde y el plazo se amplió hasta este pasado lunes 29 de junio para Aprilia y KTM.

Esas muestras viajarán a Jerez, donde serán selladas por los técnicos de la FIM y entregadas cada una a su propietario, que deberá llevarlas a cada gran premio por si se necesitara hacer una comparación.

La Federación hará comprobaciones externas de los propulsores, y también sobre gráficos digitales entregados por los ingenieros, pero en una temporada corta y totalmente atípica, la idea es de no abrir ningún motor durante el curso para hacer una revisión exhaustiva y comprobar que se cumpla la norma.

Eso sucederá tras la última carrera de la temporada, cuando los técnicos abran cada propulsor de muestra y lo comparen con los utilizados por cada piloto. Si se detecta alguna irregularidad habrá sanciones.

Existen, sin embargo, dos supuestos en los que sí intervendrá la FIM: si se presenta una reclamación oficial por parte de un equipo rival, o si existe, por parte de los técnicos de la federación, una duda más allá de lo razonable de que existen alteraciones.

En cualquiera de esos dos casos, ese motor será apartado de la rotación del equipo, perdiendo uno de los propulsores a los que tiene derecho durante el curso, y siendo revisado a final de temporada.

Los equipos que no califican para concesiones, Honda, Suzuki, Yamaha y Ducati, entregaron muestras de los motores hace meses, así como de los planos digitalizados.

KTM y Aprilia, equipos con concesiones, también lo hicieron, más tarde, aunque posteriormente lograron una prórroga para poder seguir trabajando hasta este pasado lunes.

Ambas fábricas han celebrado ya test privados durante el último mes para acabar de pulir sus prototipos, pero no trabajando en las prestaciones, solo en la fiabilidad en el caso de los italianos, por lo que la 'muestra' que utilizará la FIM se basa en el motor entregado anteriormente.

“A nivel de prestaciones, esos motores deberán ser idénticos a la pieza entregada en su momento”, asegura a Motorsport.com un técnico conocedor del protocolo.

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