Espargaró: “Odio retirarme, pero no tenía sentido seguir”

Austin.- El piloto de Aprilia estaba convencido el sábado de poder pelear por terminar la carrera entre los diez primeros, un objetivo ambicioso si tenemos en cuenta que arrancó el último.

Esa meta se volvió imposible cuando el español se dio cuenta, a los pocos metros de que los semáforos se apagaran, de que el compuesto delantero elegido (el más duro de los tres disponibles), le comenzó a transmitir malas sensaciones que degeneraron en una degradación extrema del flanco derecho.

Colocado el 16º en el pelotón, y rodando dos segundos más lento que los corredores en cabeza, Espargaró decidió enfilar el carril de los garajes en el 12º giro, después de comprobar que la goma delantera estaba completamente destrozada.

“Desde la salida ya vi que algo no iba bien. En cada curva parecía estar a punto de irme al suelo. Odio retirarme, creo que no lo había hecho nunca porque es una falta de respeto para el equipo. Pero no tenía sentido estar en pista. El neumático delantero estaba destrozado en solo siete vueltas, y es muy frustrante irse con este resultado por culpa de un neumático”, resumió el catalán, que en su segunda tanda de vueltas, después de pasar por el garaje, se sintió mucho más competitivo a pesar de haber calzado su Aprilia con una especificación más blanda (la media).

“Fue cosa del neumático. El medio se debería romper que más que el duro, pero cuando paramos y lo montamos terminé mucho mejor, pudiendo rodar más rápido. Mi técnico de Michelin me pidió disculpas porque el flanco derecho estaba completamente desintegrado. Eso es algo que puede pasar en un asfalto mucho más agresivo, pero nunca en seis o siete vueltas”, argumentó el chico de Granollers (Barcelona), que esta semana afrontará dos días de ensayos en Mugello y otros dos en Le Mans, antes de viajar a Jerez, donde en dos semanas se celebrará la primera cita europea del calendario.