El dueño
Nuestro columnista Martín Urruty nos habla de ese piloto que ha dominado en los Estados Unidos desde su irrupción en el mundial y no, no es Valentino Rossi.
Ganador, Marc Marquez, Repsol Honda Team, Honda
Mirco Lazzari
Los dos debutaron al mismo tiempo en el Mundial, en 2013. Y sus nombres son hasta hoy inseparables. Marc Márquez es el único ganador de MotoGP en el Circuit of the Americas, el trazado de 5.513 metros dentro del predio de 360 hectáreas en la comunidad Elroy, parte del condado Travis, 19 kilómetros al sudeste de Austin, la capital de Texas, el segundo estado más grande y poblado de Estados Unidos. Texas tiene 2.018 kilómetros de frontera con México, dos tercios del total entre los dos países. El español venció cada vez que corrió allí, en 2013, 2014, 2015 y 2016. Nunca antes en 67 años de historia un piloto había dominado con tal contundencia una nueva pista mundialista.
Cuando a mediados de 2010 el empresario Tavo Hellmund anunció el plan de inversión y construcción de COTA, Márquez tenía 17 años, corría en 125 cc. y ya había obtenido cinco de las diez victorias que cimentaron ese año su primer título. Entonces, el catalán sólo había competido dos veces en Estados Unidos: colectó un par de sextos lugares en Indianápolis 2008 y 2009. En el diseño del dibujo texano participó una de las glorias locales, el legendario Kevin Schwantz, campeón mundial de 500 cc. en 1993 y el ingeniero alemán Hermann Tilke, quien ha tenido a su cargo la construcción de casi todos los autódromos modernos de Fórmula 1. El trazado de 20 curvas compila grandes hits de otros circuitos: las eses de Silverstone, la zona del estadio de Hockenheim, la curva 8 del olvidado Turquía, algo de Interlagos y del viejo Österreichring.
Circuit of the Americas, como se lo nombró hace cinco años, fue incorporado a un calendario que ya contaba con otras dos citas en Estados Unidos: Laguna Seca e Indianápolis. En 2013, de hecho, hubo tres carreras en ese país. La mitad de las competencias de ese año -nueve de 18- se repartieron entre tres países: España (cuatro), Estados Unidos (tres) e Italia (dos). Instalado a comienzos de temporada, COTA recibió a Márquez en su segunda carrera en la categoría reina: había debutado con podio en Qatar, donde peleó con Valentino Rossi por el segundo lugar. Dos semanas después, en Texas, se instaló en la historia con dos récords de precocidad: el piloto más joven en lograr una pole y en ganar una carrera, marcas que le pertenecían al estadounidense Freddie Spencer.
Sorpresa tres años atrás, Márquez fue transformándose en el dueño de la pista de Austin. Siempre obtuvo la pole position, sus victorias han sido cómodas y en tres de las cuatro ediciones marcó la vuelta más rápida en carrera. La iniciática pole de Márquez en MotoGP fue con 254 milésimas de ventaja sobre Dani Pedrosa, su compañero de equipo, al que estudió durante varias vueltas en carrera antes de pasarlo y ganarle por 1s5. Al año siguiente, ya defensor del título, marcó la pole con 289 milésimas de diferencia sobre Pedrosa y construyó 4s1 de distancia en carrera -¡y más de 20 sobre el tercero, Andrea Dovizioso!- para asegurarse el segundo de los diez triunfos consecutivos con los que encaminó la temporada hacia su segunda corona.
A pesar de la indocilidad de la Honda en el comienzo de 2015, nadie pudo con Márquez en Texas. El piloto de Cervera obtuvo su pole más holgada en Austin (339 milésimas más veloz que Dovizioso y luego de haber cambiado de moto por la rotura de un motor en plena clasificación). Al día siguiente le ganó a Dovi por 2s3. Como muestra de la inconsistencia de Honda en ese tramo de la temporada, Márquez sólo pudo marcar la quinta vuelta rápida en carrera. Su flamante victoria en 2016, en cambio, fue la más cómoda de la colección: aunque derrotó a Lorenzo por sólo 69 milésimas en clasificación, su ritmo en carrera le sirvió para sacarle 6s1 al campeón al tiempo que se quedaba también con el récord de vuelta.
Según pasan los años, Márquez ha echado mano a su abanico de recursos para mantener el invicto en Estados Unidos, donde siempre ha ganado en MotoGP. En Austin, ahora única fecha estadounidense en el calendario, domó primero una Honda que había sido pensada siguiendo los comentarios de Pedrosa y Casey Stoner (retirado a fines de 2012), disfrutó en 2014 de una moto hecha a medida y asistida por los mecánicos que lo habían acompañado en Moto2, domesticó en 2015 al prototipo de motor rabioso sujetado por la electrónica japonesa y este año sacó provecho del neumático delantero blando que se animó a montar en medio del caos que han provocado las últimas fallas del proveedor Michelin. El extraordinario talento le permite al ilerdense acomodar su estilo a los requerimientos de un material variable, a menudo inestable. No bien salió a pista para los primeros ensayos del reciente Gran Premio de las Américas, notó que las Michelin no permitían frenar en los lugares acostumbrados.
En cuanto lo intentó un par de veces, siguió de largo. Entonces entendió que debía iniciar antes el frenaje y fue acomodando sus 59 kilos -ocho más que su enjuto compañero Pedrosa- para que su masa corporal colaborara con el comportamiento de la RC213V. A último momento, luego de consultar con el ingeniero que le asignó Michelin (como a cada piloto), decidió iniciar la carrera con una delantera blanda que le permitió escaparse primero y resistir después. Sin embargo, ya en la segunda mitad del recorrido -11ª de las 21 vueltas- marcó el giro más veloz en carrera, 226 milésimas más rápido que el conseguido por Lorenzo. A esta hora, luego de dos victorias en tres competencias y con 41 puntos de ventaja en el campeonato, las vicisitudes de Honda un par de meses atrás en pretemporada parecen postales de una década olvidada.
La superioridad de Márquez en Austin no encuentra remedo en la historia. El inglés Mike Hailwood triunfó desde 1965 hasta 1967, primero con MV Agusta y en los siguientes dos años con Honda, en las primeras tres ediciones mundialistas del Gran Premio de Checoslovaquia, en aquel tiempo en la pista de casi 14 kilómetros. Otro británico legendario, Barry Sheene, ganó con Suzuki los tres Grandes Premios de Venezuela, celebrados con escasa concurrencia de participantes en el circuito de San Carlos y como apertura de las temporadas de 1977, 1978 y 1979. Nadie como Márquez se hizo dueño de una pista: COTA es su coto. Allí caza rivales.
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