Por qué Yamaha se arriesga a despedirse de Valentino Rossi
La gestión que Yamaha hizo del relevo de Valentino Rossi por Fabio Quartararo, y el acuerdo entre VR46 y Ducati, pueden llevar a la marca de los diapasones a perder al embajador más popular que ha existido nunca.
Foto de: Yamaha MotoGP
La comunidad entera de MotoGP, desde la organización hasta los equipos, está pendiente de las consecuencias que tendrá en los aficionados la retirada del icono mundial del motociclismo moderno. Y, evidentemente, también Yamaha.
Desde que regresó al fabricante japonés en 2013, tras dos nefastas temporadas en Ducati, el peso de la comunicación y el marketing lo ha monopolizado el italiano. Disponer de Rossi es un privilegio demasiado importante para no colocarle en el escaparate tantas veces como sea posible. No en vano, estamos hablando de un ‘Doctor’ a todos los efectos después del reconocimiento de la Universidad de Urbino en 2005, por su faceta como relaciones públicas.
El impacto del #46 es muy superior al de cualquiera de sus rivales. Aunque eso se podía apreciar de forma más evidente cuando el color amarillo, el suyo, predominaba en la gran mayoría de las gradas de la mayoría circuito, sus índices de popularidad siguen estando muy por encima de los de los demás corredores. Para hacerlo fácil: su perfil de Instagram cuenta con 10,5 millones de seguidores, casi el doble de los que posee Marc Márquez (5,5 millones), el segundo de este ranking. En Twitter, más 5,5 personas siguen al de Tavullia, por los 2,5 millones que están conectados al día a día del de Cervera (Lleida).
Al margen de esos valores en redes sociales, la huella de Rossi es y será imborrable para siempre en el espectro de las dos ruedas, básicamente porque él es el responsable, en gran medida, de la globalización de una disciplina que hasta su llegada solo llamaba la atención de un público muy específico.
Como es lógico, en Dorna, el promotor del Mundial, hay inquietud por ver cómo reaccionará la hinchada a la ausencia del que durante más de dos décadas ha sido su principal protagonista. En Yamaha, más que expectación hay una mezcla de resignación y frustración ante la posible pérdida de Rossi como embajador de la marca, algo que parecía imposible hace solo unos meses. Para entender hasta qué punto puede haberse equivocado en su estrategia el constructor de Iwata hay que analizar los movimientos del mercado, tanto de pilotos como de proveedores de motos, con vistas a 2020 y 2021.
De entrada, al heptacampeón del mundo de MotoGP no le sentó nada bien cómo se manejó su relevo por Quartararo en la escudería oficial. Según ha podido saber quien escribe estas líneas, la sucesión de acontecimientos que configuró la alineación inicial de los dos equipos que compiten con prototipos Yamaha, fue la que detallamos a continuación.
Antes de terminar 2019 fue el Diablo quien firmó su paso de la estructura Petronas a la patrocinada por Monster, un cambio que se materializó este curso. Días después fue Maverick Viñales, que usó como medida de presión una oferta muy apetecible de Ducati que tenía encima de la mesa, quien se adueñó de esa segunda M1. En este caso, Viñales cambió de plan y negoció directamente con la base de la compañía, en Japón, una suculenta ampliación de contrato, que ahora expira a finales de 2022. Con estos movimientos, a Rossi no le quedó otra opción que recalar en el Sepang Racing Team (SRT), aunque su acuerdo para 2021 le vinculara directamente a Yamaha y con el mejor material disponible.
Para alguien como él, acostumbrado a ser siempre el dueño de su futuro, quedar a merced de las decisiones de Yamaha sin apenas tener margen de maniobra no fue algo que le reconfortara lo más mínimo.
A pesar de su malestar, la estrecha relación entre VR46 y Yamaha, suministrador de las motos de ensayo de la academia de pilotos de Rossi, sostenía un vínculo que expira a finales de este año y que no parece fácil que se prolongue.
Este jueves se ha anunciado el acuerdo entre VR46 y Ducati en el desembarco de la escudería a MotoGP, el curso que viene. Se trata de una alianza por tres años (2022-2024), que contempla una Desmosedici de 2022 para Luca Marini, y, sobre el papel, una de 2021 para Marco Bezzecchi, aunque eso podría cambiar tras la 'invitación' del patrocinador a Valentino para seguir en activo. Además de ello, el objetivo de la marca boloñesa es cerrar el contrato para cubrir también las necesidades de la academia de VR46. De momento, solo con modelos deportivos como la Panigale, dado que Ducati no cuenta, por ahora, con motos offroad. Esta coalición puede perfectamente dejar fuera de la ecuación a Yamaha. Y aún más importante, liberar Rossi de cualquier obligación con la firma japonesa a nivel de imagen.
Al darse cuenta de las connotaciones que eso podía tener a nivel comercial, Yamaha intentó dar marcha atrás hace un par de meses a sus conversaciones con SRT para renovar. Y no solo eso, sino que hizo una sustancial rebaja para intentar seducir a VR46. Rossi, sin embargo, no accedió y se alineó con Ducati.
“En Yamaha no están demasiado cómodos y es normal que sea así. Por un lado, casi con total seguridad van a perder a Valentino como imagen, no han podido llegar a un acuerdo con VR46 para suministrarles las motos y, además, con todo el proceso de negociación han molestado a Petronas”, cuenta a Motorsport.com una voz que está al corriente de todas esas conversaciones, porque forma parte de ellas.
SRT se siente utilizado por Yamaha, pero después de la enésima negativa de Suzuki a colocar dos motos más en la parrilla, los responsables del equipo creen que la opción que garantiza más estabilidad y resultados es la de seguir con las M1. La renovación también se hará pública en breve.
El resquemor, en cualquier caso, es evidente y está más que justificado, sobre todo si atendemos a dos hechos irrefutables. En primer lugar, Yamaha lidera el Mundial con Fabio Quartararo, que en su día (2019) fue una apuesta de Petronas. Y, por si eso fuera poco, la formación malaya no tuvo más remedio que hacerle un hueco a Rossi por las exigencias del proveedor, a pesar de reconocer públicamente que el perfil del italiano no encajaba con la filosofía de su proyecto. Tragar con todo eso para después enterarse de que tu socio quiere ‘quitarte’ tus motos para ofrecérselas a otro (VR46) más baratas, es algo que cabrearía a cualquiera.
Pasa las imágenes para ver las 89 victorias de Valentino Rossi en 500cc/MotoGP
Forma parte de la comunidad Motorsport
Únete a la conversaciónComparte o guarda este artículo
Suscríbete y accede a Motorsport.com con tu ad-blocker.
Desde la Fórmula 1 hasta MotoGP, informamos directamente desde el paddock porque amamos nuestro deporte, igual que tú. Para poder seguir ofreciendo nuestro periodismo experto, nuestro sitio web utiliza publicidad. Aún así, queremos darte la oportunidad de disfrutar de un sitio web sin publicidad y seguir utilizando tu bloqueador de anuncios.
Mejores comentarios