Análisis: la velocidad de Viñales, la serenidad de Márquez y la angustia de Rossi

Viñales no da tregua

Cuando Maverick Viñales se subió a la Yamaha por primera vez en el test de Valencia, la mayoría ya apuntaba a que el español se adaptaría bien a su nueva moto, aunque nadie, ni en su propio equipo, se imaginaban que lo haría tan rápido. El de Roses (Girona) no dio tregua en ningún momento de la pretemporada: de las 11 sesiones colectivas celebradas, Viñales fue el más veloz en siete de ellas, unos números que hablan por sí solos y que ponen de manifiesto que el #25 es competitivo en cualquier pista y circunstancia. A pocos días para la prueba que abrirá el curso, el único interrogante se refiere a cómo sobrellevará la presión de tener el deber de salir a ganar en cada pista. Aunque, por lo visto hasta ahora, sería toda una sorpresa que ese elemento le condicionara. 

Márquez esconde sus cartas

Resulta difícil saber exactamente en qué punto llegará Marc Márquez al arranque de la temporada, sobre todo después de un último test en Qatar tan movido para él, con cinco caídas en tres días. El actual campeón del mundo repite que está mucho mejor que un año atrás, cuando junto a los demás pilotos de Honda se vio obligado a convocar un comité de crisis para que desde la parte técnica se le pusiera solución a una situación extrema por lo desfavorable que era. El catalán es plenamente consciente de que Viñales será, con casi toda seguridad, el corredor con el que tendrá que jugarse el título a tenor de lo que se ha podido ver hasta ahora. Habrá que ver, no obstante, qué estrategia adopta el chico de Cervera (Lleida), puesto que la serenidad que tantos réditos le dio en 2016 puede no serle suficiente ahora que Michelin parece haber dado con unos neumáticos menos especiales y caprichosos. 

La angustia de Rossi

La preocupación de Valentino Rossi fue a más durante este invierno con el paso de los entrenamientos y finalmente se convirtió en angustia en este último, en Qatar. El italiano y su equipo presentaron un mal síntoma en Losail: el segundo día aseguraron haber encontrado finalmente el camino, aunque el tercero y último se dieron cuenta de que probablemente se habían precipitado, circunstancia que demuestra que con la moto de 2017, cuando Rossi va rápido no sabe por qué. De cualquier forma, todos sabemos que Il Dottore es un piloto de carreras, así que tampoco sería una sorpresa para nadie que en Qatar, dentro de 10 días y después de cotejar sus datos con los del otro lado del taller, el de Tavullia vuelva a meterse en la gresca por el podio ya en la primera parada del calendario. 

Valentino Rossi, Yamaha Factory Racing

Foto: Gold and Goose Photography

Ducati echa el freno a la euforia

Si Yamaha ha alucinado con la facilidad de adaptación de Viñales a su M1, Ducati se ha dado cuenta de que con casi toda probabilidad deberá tener paciencia antes de lograr que Lorenzo consiga rendir a su mejor nivel subido a la Desmosedici. El mallorquín es un fenómeno y como tal tiene sus cosas, las buenas y las que no lo son tanto. En Qatar, por ejemplo, estos últimos días todavía estaba trabajando en su posición encima de la moto y en todos los dispositivos que debe controlar. “Nuestro objetivo tras fichar a Jorge es luchar por el Mundial, aunque está claro que en este momento no estamos listos para hacerlo”, convenía Gigi Dall’Igna, director técnico de Ducati, el último día de pretemporada en Qatar. Si hasta ahora parecía que la realidad de la marca y la de su nueva estrella iban en paralelo, tras esta última tanda en Losail parece que han confluido. Lo que habrá que ver es cómo manejan unos y otros esa paciencia.

Pedrosa recupera la sonrisa

Después de una temporada de lo más complicada, tanto por los problemas que le provocaron los compuestos Michelin como por otros motivos, Pedrosa parece haber recuperado la ilusión a partir de una serie de cambios que han tenido un efecto muy positivo en él, al menos durante este invierno. Los movimientos en su lado del taller y la llegada de Sete Gibernau como asesor le han insuflado al #26 una inyección de optimismo que se ha visto reflejado en la pista. Pedrosa fue el quinto más rápido en Sepang, donde se quedó a dos décimas del más rápido; y el tercero tanto en Australia como en Qatar, certificando con esos resultados su buen estado de forma. Además, se ha caído muy poco (solo una vez), un indicativo que lleva a pensar que todavía tiene margen a su favor en el bolsillo. “Hemos cambiado muchísimas cosas en el equipo que suman por igual. Un poco los neumáticos, un poco el equipo y un poco de mi mismo, pues con todo ello coges buenas sensaciones y confianza, y eso anima”, resumía desde Qatar Pedrosa. 

Iannone, de más a menos

El Andrea Iannone que comenzó le pretemporada en Valencia y el que la terminó en Qatar parecen dos personas distintas. Esas sensaciones tan positivas que le transmitió la Suzuki tanto en Cheste como en Sepang desaparecieron en Phillip Island y tampoco terminaron de aparecer en Losail. A juicio del Maníaco, el prototipo de la fábrica de la gran S tiene tanto agarre en el tren trasero que provoca que se cierre el delantero, y eso hace que Iannone se vea obligado a pilotar de una forma que a él no le va. “No es fácil, sobre todo cuando las gomas son nuevas. Estoy intentando adaptarme, pero para ir rápido con esta moto es necesario pilotar como Maverick, y yo no tengo su estilo. Estoy intentando imitarlo, pero no me sale de forma natural. Él nunca frena con la moto inclinada, siempre frena primero y tira la moto después, en el último momento”, describió el Maníaco. 

Atentos a Folger

Jonas Folger va en serio. El alemán es uno de los cuatro novatos que este año promocionan a la categoría reina y parece que lleve toda la vida subido a una MotoGP. Es rápido a una vuelta, constante en las tandas largas y no comete demasiados errores. A su favor juega su Yamaha, la moto más equilibrada del pasado campeonato, que todavía lo es más gracias a los nuevos compuestos Michelin, mucho menos críticos que los de 2016. Llegados a este punto, solo está por ver cómo manejará la presión el mejor de los rookies de este invierno, y cómo se desenvolverá en condiciones de carrera. Hasta el momento, todo lo ha hecho bien, y si atendemos a la tabla de tiempos no sería nada extraño verle entre los ocho primeros en su debut.  

KTM y la realidad de MotoGP

El test de Qatar ejemplifica perfectamente la magnitud del reto que se ha propuesto superar KTM, que llegó a Losail con un motor nuevo que teóricamente debía hacer la vida más fácil a sus pilotos, y que se fue teniendo claro que deberá fabricar un tercero. La marca austríaca está mucho más lejos de lo que esperaba tras la tanda de ensayos anterior, en Australia, de donde se fue con una gran sonrisa. En Qatar, tanto Pol Espargaró como Bradley Smith las pasaron canutas, sobre todo con el compuesto medio, el que se dibuja como la opción más probable para disputar el gran premio el domingo que viene no el otro. El prototipo sigue siendo una bestia en las marchas cortas y eso es algo que debe solucionarse para poder pasar a otros aspectos. “Estaría bien llegar aquí y pelear por los puntos, pero puede eso sea un poco demasiado optimista. Creo que en ritmo estamos a tres décimas de poder hacerlo, así que lo más importante será cruzar la meta y recabar tanta información como podamos”, afirma Smith a Motorsport.com. 

Aprilia, paso a paso

Una fábrica como Aprilia no puede pretender cambiar su estatus de la noche a la mañana, de modo que el objetivo de la marca de Noale es ir dando pasos, algunos más pequeños y otros más grandes, pero en la dirección adecuada. Eso parece ser la RS-GP, con la que Aleix Espargaró fue capaz de rodar en tiempos más que buenos en muchos casos, y que también se ve afilada a una sola vuelta. El nuevo motor supone un paso adelante, pero en pistas como Losail, en las que la potencia juega un papel tan importante, la escudería italiana sigue un poco retrasada. 

Los nuevos carenados, circunstanciales

Uno de los elementos que más interés aglutinó de este último test en Qatar fueron los nuevos carenados, las soluciones para mitigar el efecto de la prohibición de las aletas que algunos equipos todavía no habían mostrado. El más llamativo fue el hammerhead de Ducati, con el que Dovizioso y Lorenzo dieron tres vueltas cada uno. A excepción de Suzuki, que sí empleó su doble carenado en varias tandas largas tanto con Iannone como con Rins, no parece demasiado probable que estas propuestas vayan a emplearse dentro de dos semanas. 

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