La Ducati es un avión; Rins, un martillo

Yamaha parece recuperar la brújula. Si uno tiene que fiarse de aquello que dice Valentino Rossi, todo apunta a que el proceso de reestructuración que este invierno aplicó Yamaha a su división de MotoGP fue una decisión acertada. Lo que ocurre, sin embargo, es que quien fue realmente rápido a lo largo de los tres días en Malaisia fue Maverick Viñales, que a pesar de no poder medirse a las Ducati a una vuelta –terminó el quinto, a cuatro décimas del más rápido (Danilo Petrucci)–, exhibió, junto a Alex Rins, el ritmo más constante de todos. Además, hay que tener en cuenta que la pista fue a mejor dado que no llovió en ningún momento, circunstancia que permitió que el nivel de agarre fuera muy superior al habitual allí.

Si tenemos en cuenta la media de las 20 mejores vueltas del tercer día de pruebas, Viñales figura en la segunda plaza, a solo 72 milésimas de Alex Rins, el más constante de todos (1:59.616). Con el nuevo motor ya prácticamente listo para homologar, la redecorada M1 ha ganado estabilidad en la entrada de las curvas gracias a la electrónica y al freno motor, y los técnicos tienen que encontrar la forma de darle ese empujó que demandas los pilotos en la salida de los virajes. “El camino hasta que seamos realmente competitivos es aún muy largo, pero el grupo de trabajo y la atmósfera es buena. El problema es que la desventaja que hay que recortar también es grande”, resumió Rossi, décimo a un segundo al término de las tres jornadas.

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Las Ducati, aviones de corta distancia. La tabla de tiempos deja bien claro que, a una vuelta y en un circuito tan exigente para el motor como Sepang, las Ducati son prácticamente imbatibles. El hecho de que cuatro de las motos italianas abandonaran Malasia al frente de la tabla dice mucho de la versatilidad de la Demosedici; más aún si tenemos en cuenta que una de ellas, en este caso de 2018, la conducía Pecco Bagnaia, un novato que terminó con la segunda vuelta más rápida dada nunca en el circuito.

El hecho de que el constructor de Borgo Panigale haya aplicado una política conservadora y haya partido de la base de la moto de 2018 hace muy difícil cometer errores. El punto de partida ya era bueno, y ahora está por ver en qué medida habrá mejorado el modelo de este año, sobre todo en curva, el principal caballo de batalla de la Ducati.

“Una tabla de tiempos así, con cuatro Ducati al frente, demuestra la competitividad de nuestra moto. A pesar de ello hay que ponerlo todo entre interrogantes. Es evidente que Yamaha ha dado un paso importante porque también era quién más lo necesitaba, y no podemos juzgar cómo está la Honda porque ni Marc Márquez ni Cal Crutchlow llegaron bien aquí, y porque tampoco vino Jorge Lorenzo”, convino Andrea Dovizioso, el cuarto más veloz en la combinada de tiempos, que se mantuvo fiel a su método de no dejarse ver demasiado por la parte alta de tabla, sobre todo porque todavía no hay puntos en juego.

Los vuelta a vuelta del test de Sepang

Photo by: Camille De Bastiani

La media sonrisa de Márquez. A juzgar por sus gestos, el actual campeón llegó a Malasia con muchas dudas acerca de su estado físico después de dos meses de inactividad por la operación en su hombro izquierdo, pero se fue mucho más aliviado. Márquez parece haber concluido que el camino que le queda por recorrer para poder el estar al 100% aún es largo pero, al mismo tiempo, está convencido de que en Qatar, cuando los semáforos se apaguen el próximo 10 de marzo, estará prácticamente en plenitud.

Márquez dio poco más de cien vueltas en total, pero cuando salió a pista fue constante y contundente –se llevó el mejor tiempo el primer día–. Además, el español pudo probar y dar su opinión acerca de todas las “piezas grandes” que había desplazado Honda, dejando para el último test, dentro de menos de 15 días, en Qatar, el trabajo de puesta a punto.

“Esta es una moto conocida porque parte de una base que ya funcionaba. Cuando una cosa va bien es mucho mejor no tocarla demasiado”, convino el catalán, centrado en estas tres jornadas en el motor y la búsqueda de la aceleración en la salida de las curvas y dejando la frenada para más adelante, cuando el hombro esté en su sitio.

Rins y Suzuki van en serio. En su tercera temporada en Suzuki y en la clase reina, Alex Rins parece que va en serio. El español tiene un talento natural tremendo que va soltando poco a poco, y tras subirse al podio cinco veces en 2018, la primera victoria en MotoGP parece más al alcance que nunca para él. A pesar de quedarse a casi un segundo del mejor tiempo de Petrucci a una vuelta, Rins fue el piloto que exhibió un mejor ritmo y más constante de todos. Así lo demuestra el tiempo que sale de hacer la media de las 15 mejores vueltas (1:59.617), algo menos de una décima más veloz que el de Maverick Viñales, el segundo.

“Estoy muy contento porque he visto que Suzuki ha trabajado mucho este invierno. Teníamos muchas cosas que probar y han salido bien. En Qatar recibiremos algo más, algún escape nuevo y puede que algún carenado, pero estoy muy satisfecho con este ensayo”, declaró Rins al término de la tercera jornada.

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La soltura de Pecco. De entre los novatos que promocionan de Moto2 destacó, por encima de todos, Pecco Bagnaia, autor de la segunda vuelta más rápida de los tres días, a menos de una décima del nuevo récord absoluto de la pista. “Llegué a Sepang conduciendo como un piloto de Moto2 y me voy haciéndolo como uno de MotoGP”, dijo el actual campeón del mundo de la categoría de plata.

“Si tenemos en cuenta la poca experiencia que tiene en MotoGP, lo que hizo estos días es impresionante. A una vuelta voló, solo espero que en ritmo esté un poco peor”, bromea Valentino Rossi cuando se le pregunta por el rendimiento de su pupilo en Malasia. Visto lo visto en Sepang, no sería de extrañar que Bagnaia le pudiera dar algún que otro disgusto a Jack Miller, su compañero en el equipo Pramac, a pesar de que el australiano dispondrá de una Ducati de 2019 mientras que el turinés competirá con una de 2018.

Aprilia ya conoce a Iannone. Aprilia está pasando por ese mismo proceso por el que pasó Suzuki cuando contrató a Andrea Iannone, un piloto con tanto talento como poca consistencia, no solo en la pista. La marca de Noale contrató al italiano como garantía de velocidad pero en Sepang, en el primer test y probablemente el más importante de la temporada, el Maniaco apenas pudo rodar por una inoportuna infección en la cara que aún no se sabe muy bien de dónde surgió. Aleix Espargaró agradeció la predisposición de Bradley Smith, que se arremangó y se subió a la moto del #29 también el tercer día de entrenamientos, mientras pedía más y más potencia.

Según el corredor de Granollers (Barcelona), el fabricante italiano ha corregido los errores de la RS-GP de 2018 tirando dos años hacia atrás. “La moto de 2019 es una evolución de la de 2017, y, sobre todo en la entrada de las curvas, es mucho más estable que la del año pasado. Pero nos falta mucha potencia, más aún i tenemos en cuenta que los demás han ganado. Hemos dado un paso hacia delante pero necesitamos dar tres”, resumió Espargaró, séptimo en la clasificación combinada de los tres días, a ocho décimas del más rápido.

KTM sigue con su cruzada. “La moto ha mejorado, pero es que los demás han mejorado también”. Este es el mantra que repiten en KTM, en este caso Pol Espargaró y Johann Zarco. En su primer ensayo completo enfundado en el mono naranja, el francés terminó como el más rápido de entre los corredores de la fábrica austríaca, que a Sepang desplazó material como para configurar siete motos distintas.

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“Tras los cinco días de pruebas –KTM aún dispone de las concesiones que permiten probar sin restricciones a sus pilotos oficiales– creo que la moto ahora es más fácil de pilotar”, convino Zarco, cuyo mejor tiempo se quedó a 1,4 segundos del de Petrucci. Con cuatro motos en pista –las dos oficiales más las dos de la escudería Tech 3–, el constructor de Mattighofen tiene todavía una larga travesía por delante hasta verse donde sus ejecutivos quieren.

“Estamos en una línea de evolución constante porque estamos muy atrás respecto de los demás. Por eso tenemos que probar tantas cosas, y por eso está bien que los pilotos oficiales las pongan a prueba. De todas cosas, que una KTM ruede por debajo de los dos minutos aquí en Sepang es algo remarcable”, remacha Zarco.