El semáforo del Gran Premio de Qatar de MotoGP

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Verde

El duelo entre Andrea Dovizioso y Marc Márquez se ha convertido ya en un clásico. El final de la carrera de Qatar, la primera de la temporada, fue un calco a la de hace un año, con los mismos protagonistas e idéntico resultado. Lo que podría parecer repetitivo es, a priori, una buena noticia porque significa que el campeonato está muy vivo y los principales protagonistas de los dos últimos años van a seguir siéndolo. La carrera fue muy lenta, lo que invitó a la mesa a otros muchos pilotos que jugaron su papel y mostraron sus credenciales para estar, esta temporada, como actores de reparto con algo que decir.

La primera carrera de la temporada no desmereció en absoluto, hubo espectáculo, adelantamientos, una lucha feroz y un desenlace emocionante. Ducati, que parecía no llegar tan fuerte como los dos últimos años, demostró que ha hecho los deberes a la perfección y que tiene una moto de muy alto nivel. Igual que Suzuki, que ha dado un paso más adelante y es ya, absolutamente, un proyecto ganador. Sólo hay que tener un poco de paciencia con sus pilotos, la pareja más joven de la parrilla, porque los resultados llegarán, sin duda. La de Alex Rins fue una carrera que mereció mucho más que el cuarto puesto, aunque no hay que desmerecer, para nada, el magnifico podio de Cal Crutchlow, saliendo de una grave lesión.

Y qué decir de Marc Márquez y Honda. Tras una delicadísima operación en el hombro izquierdo, sin prácticamente poder hacer la pretemporada y llegar a la primera carrera, en una pista que nunca le ha ido bien, ni al piloto ni a la moto, y terminar luchando por la victoria y entrando a 24 milésimas de Dovizioso. Sin duda, la mejor señal de que en Honda han hecho un buen trabajo y que Marc está donde estaba hace justo un año. Y ya sabemos cómo acabo en 2018.

Brillante, también, la respuesta de Márquez cuando, tras la carrera, le preguntaron por la posible sanción a Ducati al utilizar un deflector que está bajo investigación. “Sólo sé que me han ganado en la pista, no quiero ganar en los despachos”. Veremos como acaba un tema que ahora mismo está en el tribunal de apelación de la federación.

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Amarillo

Valentino Rossi siempre vuelve. Siempre. Al italiano se le puede enterrar mil veces, pero en todas y cada una de ellas demuestra que sigue siendo una bestia competitiva, un piloto de domingos, un luchador que cuando se apagan los semáforos se olvida de puestas a punto, de neumáticos, de aceleraciones y tracciones, para convertirse en un competidor formidable.

Rossi salía 14º en parrilla, desde la quinta fila, la última de las Yamaha sobre los cuadros, pero poco a poco fue encontrando su ritmo y en una carrera que no fue muy rápida pudo escalar hasta llegar a la quinta plaza, y se quedó muy cerca de poder luchar por el podio. Rossi pasó la meta a 0.60 del ganador volviendo a demostrar que él, pese a tener ya cumplidos los 40 años, está listo para luchar por todo esta temporada, lo que hay que ver, ahora, es si Yamaha también lo está y ofrece a sus pilotos una moto en condiciones de pelear con Ducati, Honda y Suzuki, porque tras lo visto el domingo en Qatar, la marca de Hamamatsu está, ahora mismo, por delante de la de Iwata.

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Rojo

A Maverick Viñales se le acaba el crédito. En su quinta temporada en MotoGP y tercera en Yamaha, el campeón del mundo de 125cc de 2013 no es ningún novato, es un pilotazo hecho y derecho que debe demostrar que es el ganador que todos creemos.

Nadie duda del nivel y el talento de Mack, una calidad que avaló el hecho de que Yamaha decidiera acceder a sus demandas. Pidió liderar el desarrollo de la moto y, por lo que él mismo dijo durante el invierno, parece que le hicieron caso. Pidió cambios en el box y le han dejado hacer y deshacer a su gusto y necesidades.

Ahora, a Maverick, ya solo le queda dar gas y ganar, o al menos estar en la lucha por conseguirlo. Sin embargo, este domingo en Qatar, se revivió lo mil veces visto, hundirse en la salida, sufrir en las primeras vueltas, perder todas las opciones y, al final, cuando ya no hay remedio, empezar a rodar rápido y no llegar a tiempo a dónde de verdad se jugaban la carrera.

Mack tiene lo que pidió y ahora debe responder con resultados, algo que no es fácil de gestionar, seguro, y menos si tu compañero de box, con 40 años y saliendo desde la mitad de la parrilla, te acaba pasando la mano por la cara. Ánimo y al toro.

Las mejores imágenes del Gran Premio de Qatar

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