¿Por qué los pilotos de MotoGP perderán 11 millones en sueldos en 2022?

En 2018, los equipos de MotoGP pagaron más de 58 millones de euros a los 24 pilotos que tomaron parte durante la temporada en el campeonato, una cifra que en 2022 se verá reducida hasta poco más de 47 millones, una reducción que roza el veinte por ciento.

El motivo principal por el que la masa salarial de los pilotos haya bajado casi 11 millones y medio de euros durante los tres últimos años, no ha sido otro que la pandemia de COVID-19, que en 2020 castigó con dureza extrema las arcas de todos los actores involucrados en el campeonato. Los constructores pararon sus fábricas y cerraron sus concesionarios; las ventas de motos se desplomaron, y el retraso en la puesta en marcha del mundial –hasta mediados de julio– llevó al límite a promotores y equipos, como consecuencia de la falta de exposición.

Otro elemento determinante hay que buscarlo en las retiradas de algunas estrellas como Dani Pedrosa, Jorge Lorenzo y, más recientemente, Valentino Rossi. Todos ellos precedidos por un palmarés envidiable en mucho casos, proporcional al sueldo a percibir. Impulsada por el coronavirus, Ducati llevó a cabo un cambio de filosofía radical, y pasó de pagar sueldos millonarios a sus corredores, a centrar su inversión en la moto, y en aumentar el plantel de pilotos bajo su paraguas.

Los nuevos hábitos de consumo de la audiencia, y el cambio en la naturaleza de la relación que buscan las grandes corporaciones con el cliente final (engagement), sobre todo a través de las redes sociales, ha provocado que el modelo tradicional de patrocinio, el que se basaba en colocar un adhesivo en la moto, haya quedado obsoleto. Eso, a su vez, también ha hecho descender las cifras que las marcas pagaban a las escuderías.

Marc Márquez, Repsol Honda Team, será el piloto mejor pagado de la parrilla MotoGP en 2022

Durante los últimos meses de 2021, Motorsport.com mantuvo conversaciones con miembros de distintos equipos, con managers y abogados implicados en el campeonato, así como con alguno de los pilotos del Mundial, para poder hacer una radiografía aproximada de la masa salarial que concentraba la parrilla de MotoGP, allí por 2018, y proyectar cómo quedará esta en 2022.

La conclusión es que, hace tres años, los pilotos cobraron 58 millones y medio de euros, una media de unos 2,4 millones por cabeza. En 2022, en concepto de ficha, los 24 pilotos que tomarán parte en el campeonato del mundo de MotoGP percibirán 47.150.000 euros, una media de 1.96, una rebaja del 19,45%.

Enormes desequilibrios entre pilotos de MotoGP en cuanto a salario

La cifra media, de casi dos millones por cabeza, puede parecer más que razonable pese a tratarse de deportistas de primer nivel que se juegan la vida sobre el asfalto cada fin de semana de gran premio. Sin embargo, como pasa en la mayoría de disciplinas, los enormes desequilibrios salariales hacen que algunos pilotos corran prácticamente gratis.

En 2018, la mayor porción del pastel se la repartieron cinco megaestrellas: Jorge Lorenzo, que cobraba quince millones de euros en Ducati; Marc Márquez, que percibía diez de Honda; los dos pilotos de Yamaha, Valentino Rossi y Maverick Viñales, seis millones cada uno; y Dani Pedrosa, que se embolsó cuatro.

Había una clase media-alta, con Andrea Iannone y Alex Rins (Suzuki), los hermanos Espargaró (Aprilia en el caso de Aleix y KTM, en el de Pol), o Andrea Dovizioso (Ducati) que estaban entre uno y tres millones de euros, mientras que un total de doce pilotos cobraban por debajo de los 500.000. Karel Abraham (Angel Nieto Aspar) cerraba la lista con un sueldo de 80.000 euros.

En 2022 el piloto mejor pagado de la parrilla será Marc Márquez, con quince millones de ficha (sin contar los premios por victorias o títulos), seguido a mucha distancia por los dos últimos campeones del mundo de MotoGP, Joan Mir (6,5 millones) y Fabio Quartararo, que en su segundo año con Yamaha cobrará cuatro millones, a la espera de dar el gran salto cuando renueve. Alex Rins, de Suzuki, se une a la lista de los más ricos, con otros cuatro millones de ficha.

La clase media se mantiene, pero mientras en 2018 había sueldos de tres millones (Iannone) y algunos holgadamente por encima de los dos, en 2022 hay nueve pilotos que cobran entre uno y dos millones, mientras que el resto, once, estarán por debajo de las seis cifras.

La nómina de Honda es la más elevada. La renovación de Marc Márquez para el periodo 2021-2024, anunciada el 20 de febrero de 2020, antes de que estallara la pandemia y de la fatal serie de lesiones que le ha mantenido casi un año entero fuera de combate, dejaron al fabricante japonés sin poder maniobrar. A pesar de ello, el multicampeón, que en 2020 solo pudo alistarse en la primera parada del calendario (Jerez), en la que arrancó su calvario, tuvo gesto de generosidad con la compañía, y aceptó recibir "aquello que Honda quisiera" pagarle, como reconocía hace unos meses a Motorsport.com.

Paralelamente a la inversión con su punta de lanza y principal reclamo, HRC desembolsa algo más de tres millones de euros, en los salarios sumados de Pol Espargaró, Alex Márquez y Takaaki Nakagami.

Ducati da con la tecla económica

Quién mejor ha entendido los nuevos tiempos que corren ha sido Ducati. La marca de Borgo Panigale pagó en 2018 casi 17 millones de euros en sueldos a Lorenzo y Andrea Dovizioso, más otros tres en premios al italiano. En total fueron 20 millones, más de un tercio de la lluvia de millones que concentró toda la parrilla. Al español no le renovaron y Dovi no aceptó una oferta a la baja con vistas a 2021. Al #04 se le ofrecieron dos millones y medio de base cuando en 2020 había percibido alrededor de seis, una diferencia que él interpretó como una invitación a largarse.

Ducati ha apostado por pilotos jóvenes y con hambre, ajustando radicalmente lo que destina a salarios

En 2021 Ducati ha pagado en concepto de fichas a sus pilotos menos de tres millones de euros. Eso incluye el salario base de su pareja de pilotos oficiales, Pecco Bagnaia (subcampeón del mundo) y Jack Miller; el de la dupla de Pramac, Jorge Martín y Johann Zarco, y también el de Enea Bastianini (Avintia). En 2022 ese número subirá ligeramente hasta los 3,8 millones.

La fábrica italiana ha aprendido que la inversión debe focalizarse en el desarrollo de la moto, en tratar de hacer de la Desmosedici el mejor prototipo de la parrilla y, por tanto, el más apetecible para los pilotos. Esa estrategia ha permitido a Ducati reunir a un grupo de jóvenes talentos con más hambre de resultados que de dinero. A las puertas del Mundial que arrancará el 6 de marzo, en Qatar, la cosa pinta bien para ellos. Las buenas sensaciones que transmiten tanto la GP21 como la GP22 a quienes la conducen, son directamente proporcionales al respeto que infunden las dos motos a los rivales que las sufren en pista.

Nada que ver con lo sucedido en Suzuki, donde el título conseguido en 2020 ha disparado la nómina en los despachos de Hamamatsu. En 2018 entre Iannone y Rins, la casa de la gran S desembolsó cinco millones de euros. En 2022, Mir y Rins sumarán 10,5 entre los dos, todo ello mientras la GSX-RR se ha visto superada en el desarrollo por la mayoría de sus rivales.

A Yamaha le ha tocado la lotería. Maverick Viñales, que tenía un contrato de casi ocho millones de euros firmado para 2022, renunció a él para irse a Aprilia. Su lado del garaje pertenece ahora a Franco Morbidelli, que percibirá menos de un millón y medio de euros. Quartararo, que el pasado año llegó al equipo oficial con una ficha de 2,5 llegará este año a los cuatro millones. Incluso tras haber celebrado el título de la mano del francés, la fábrica de los tres diapasones se ahorrará unos cinco millones este ejercicio, y pagará en sueldos base a sus pilotos, la mitad de lo que tuvo que soltar la temporada pasada.

Aprilia y KTM son un poco la cara y la cruz. Mientras la casa de Noale trata a sus pilotos con guante de seda y sueldos de deportista de elite (paga cuatro millones a repartir entre Aleix y Viñales), en el constructor austríaco nadie se acerca a los dos millones. Con 3,6 cubren lo que estipulan los contratos de sus cuatro pilotos.

Paradójicamente, los sueldos ‘comunes’, como los 80.000 euros que ingresó Abraham hace cuatro años han desaparecido: en 2022, quien menos percibirá lo hará por valor de 200.000 euros anuales.

La pandemia, sin duda, ha pasado factura en MotoGP como lo ha hecho en todo el mundo, en general, y en el deporte, en particular. Ha tenido un impacto directo en el modelo de gestión y de explotación del negocio de las carreras, y también ha incidido en la mentalidad de muchos pilotos, más centrados ahora en ganar carreras que dinero, conscientes de que lo primero les llevará a lo segundo.

Fabio Quartararo no ha renovado aún su contrato con Yamaha Factory Racing tras ser campeón en 2021