El semáforo del Gran Premio de Holanda de MotoGP

17

Maverick Viñales completó, posiblemente, una de sus mejores carreras desde que llegó a Yamaha, hace tres años, para luchar por los máximos objetivos. El domingo, en Assen, el piloto español hizo una carrera impecable, trabajó todo el fin de semana en busca de la puesta a punto y ritmo necesarios para poder luchar con Marc Márquez, algo que ahora mismo está al alcance de muy pocos.

Viñales ha pasado por momentos muy difíciles y aunque él siempre ha confiado en sí mismo y en sus ideas, lo que le ha llevado a rehacer por completo su equipo de trabajo, incluso cambió hasta de número, no siempre ha dado la impresión de tener las cosas lo suficientemente claras.

Este fin de semana, sin embargo, Maverick enterró muchos fantasmas y demostró que el talento y la calidad están fuera de duda, y que si Yamaha le acompaña y le apoya con determinación puede acabar convirtiéndose en el candidato que todos creíamos que era cuando llegó a la marca de Iwata.

El catalán ha demostrado a Yamaha que puede ganar y que si la fábrica japonesa quiere volver a ser ganadora él es su hombre. No lo va a tener fácil. El equipo con sede en Italia gira entorno a Valentino Rossi y su mundo. El #46 es una leyenda, es un símbolo y el mejor producto que existe en el planeta sobre dos ruedas, se lo ha ganado a pulso. Dar la espalda a todo eso para potenciar la opción Viñales es una decisión difícil de tomar y el camino para Maverick estará lleno de complicaciones y momentos difíciles.

Pero los grandes campeones se forjan en las grandes dificultades. Mack debe tomar ejemplo de otro piloto que ya pasó por una situación similar, centrarse en su trabajo, exigir el máximo a la fábrica y al equipo y pensar solo en él y en su beneficio. Sólo así podrá aspirar algún día a ser campeón del mundo.

17

Fabio Quartararo se ha convertido en la gran revelación de la temporada de MotoGP. En su primer año en la categoría reina el francés suma, en solo ocho carreras, dos podios, seis top10, tres poles y un segundo puesto de parrilla, números realmente impresionantes para un piloto de 20 años, que debuta entre los grandes, que lo hace en un momento donde la igualdad técnica de las motos está ajustadísima y la competencia entre los pilotos se sitúa al más alto nivel.

La carrera del chico de Niza fue espectacular, llegando a liderar con solvencia 12 de las 15 primeras vueltas, sin perder la calma, luchando contra una moto que se movía horrores y contra el dolor de su brazo derecho, operado hace menos de un mes. Aguantar hasta el final, acabar en el podio y dejar atrás a las Ducati fue una verdadera exhibición.

El papel que está jugando Quartararo, en un equipo satélite y con una moto que, si bien es muy parecida a la oficial, no es exactamente igual (se pudo ver claramente en la recta de Assen durante toda la carrera), ni los más optimistas podían haberlo ni imaginado.

El francés está llamado a ser uno de los elegidos, a ser un piloto ganador y luchar por los máximo objetivos y eso sólo puede hacerse en un equipo oficial y con el máximo apoyo detrás de una fábrica.

Yamaha está, ahora mismo, es una delicada tesitura, ya que tiene sus dos plazas oficiales ocupadas para 2020 y Quartararo que aún no ha renovado, por lo que su contrato acaba a finales de 2019. Petronas quiere que siga un año más con ellos, pero el galo pedirá la garantía de dar el salto al equipo oficial en 2021, lo mismo que quiere Franco Morbidelli con el aval del VR46. Sin duda una papeleta complicada con la que tendrá que lidiar Lin Jarvis en los próximos meses ya que sólo tiene dos motos oficiales y cuatro pilotos que las ambicionan.

9

El papelón que le tocó interpretar a Ducati en el Gran Premio de Holanda fue realmente de chiste. Sin ritmo ni velocidad (llegaron a más de 14 segundos del ganador) para luchar, ya no por la victoria, ni por el podio, ver a Andrea Dovizioso y Danilo Petrucci circular uno detrás del otro pasándose como el que cede el paso en la entrada del supermercado fue, realmente, para no creerlo.

Petrucci tenía mucho mejor ritmo que Dovi, y también más velocidad, pero se mantuvo ahí, de guardaespaldas, hasta el final, te paso no te paso y en la última curva llegó Franco Morbidelli y le levantó la cartera. En el box rojo se quedaron a cuadros y, tras la carrera, se escucharon las primeras voces discordantes.

El idilio que se vive en Ducati, la luna de miel entre su pareja de pilotos, parece tocar a su fin. Petrucci se está cansando de esperar y de correr con la ‘amenaza’ de la renovación. El propio piloto reconoció que el equipo le ha pedido que trabaje para Dovi y que mientras no renueve no puede cometer un error que le cueste puntos al #04.

Mientras tanto, ‘il pofessore’, como le llaman en ese box a Dovizioso, pide paciencia a su compañero y no se moja, como sí hacía el año pasado cuando aseguraba que para Ducati era mejor fichar a Petrucci que renovar a Lorenzo.

Ahora Dovi pide calma, que todo llegará, porque sabe que en el momento en que Petrux renueve empezará a tomar decisiones por sí mismo y, quien sabe, le empiece a ganar con asiduidad.

Petrucci, que tiene un sueldo ridículo, se ha subido a la parra y pide una renovación de seis ceros, algo a lo que en Ducati no están dispuestos. Saben que tienen el recambio en casa (Miller) y que el futuro del equipo es Bagnaia, por lo que no tienen ninguna prisa mientras esperan a que Dovizioso vuelva del sueño de los justos y empiece a ganar carreras.

Los cálculos del equipo se centran en Brno, Austria, Gran Bretaña y San Marino, cuatro carreras propicias para Ducati y en las que tienen depositadas todas sus esperanzas para restar puntos a Márquez.

El Nirvana ducatista sería ganar esas cuatro citas con Dovi, y que Petrucci fuera segundo… Pero para eso ambos pilotos deben llegar a ese tramo de la temporada con las ideas muy claras, si no es así lo mejor para Ducati es tener atado en corto a Petrux con la amenaza de la renovación para que no se salga del guión.

La situación es complicada para el equipo. Por un lado saben que si renuevan a Danilo ahora, el de Terni se verá liberado para luchar por el título, al fin y al cabo es tercero del Mundial y sólo le separan 8 puntos de Dovi. Por otro, el domingo en Assen se dieron cuenta de que si no le renuevan pronto, la idílica ‘caja roja’ actual puede convertirse en una olla a presión.

Las mejores fotos del GP de Holanda de MotoGP:

100