Yamaha se hace el harakiri

Spielberg.- Se puede decir que la política de comunicación en la marca de los diapasones es una cartera que lleva Valentino Rossi. Eso no es extraño, en cualquier caso, si atendemos a que el italiano es, además del icono mundial del motociclismo, un maestro de las relaciones públicas.

Este sábado por la tarde y sin previo aviso, los periodistas congregados en la caravana de Yamaha para escuchar las explicaciones de Rossi y Maverick Viñales, se encontraron con una comparecencia inesperada de Kouji Tsuya, el director técnico del fabricante de Iwata.

Tsuya quiso pedir perdón públicamente a sus pilotos en nombre de la compañía tras uno de los peores sábados que se recuerdan en el taller: el español arrancará el undécimo en la parrilla de salida de este domingo en el Red Bull Ring mientras que Il Dottore lo hará el 14º, en el peor resultado de la estructura oficial desde el Gran Premio de Valencia de 2007, en el que Colin Edwards salió el 15º y Rossi, el 17º.

“Tenemos problemas con la aceleración y con el ajuste de la entrega de potencia del motor. Esta pista es muy complicada y esto se tradujo en una cronometrada muy pobre. Por eso queremos pedir disculpas a nuestros pilotos”, dijo Tsuya, a quien se le fue enroscando el fin de semana con el paso de los entrenamientos.

El viernes, en el primer ensayo libre, a Rossi se le rompió la corona de su primera moto y eso, según dijo él después, provocó que se viera obligado a pasar por la primera criba de la cronometrada (Q1) al disputarse el FP2 y el FP3, con la pista mojada.

En esa misma primera práctica, Viñales, según desveló Tsuya, padeció un problema con alguno de los sensores de su M1 que se le reprodujo en el FP4. “Todo eso hizo que Maverick no pudiera concentrarse como es debido, y por eso también queremos pedirle perdón”, insistió el ingeniero japonés, al mismo tiempo que recalcó que el equipo “está trabajando más que nunca” para salir del agujero en el que lleva metido desde hace ya mucho tiempo.

Yamaha lleva 20 grandes premios sin ganar (desde Rossi en Holanda de 2017), en la que es su peor racha en MotoGP. Si no consigue sumar un triunfo en Austria o en Silverstone, dentro de dos semanas, igualará la peor sequía de su historia, las 22 citas consecutivas sin subir al escalón más alto del podio que transcurrieron entre 1997 y 1998.

Para tratar de remontar el vuelo, la escudería ha programado un test en Misano el domingo de la semana que viene y otro en Aragón el miércoles posterior al Gran Premio de Gran Bretaña.

El objetivo primordial de estas dos jornadas de entrenamiento es encontrar esos recursos a nivel de electrónica que permitan que la M1 acelere algo mejor.

Rossi ocupa en estos momentos la segunda plaza de la tabla general, a 49 puntos de Marc Márquez, el líder. Dado el nivel actual del prototipo que conduce y la progresión exhibida por las dos Ducati, que pueda mantener esa posición es prácticamente una misión imposible.

Llegados a este punto es obligatoria recordar que esta escenificación del mal momento que atraviesa Yamaha tuvo lugar solo una semana después del conflicto interno que se produjo en el lado del garaje de Viñales: el catalán confirmó que en 2019 será Esteban García quien ocupe el puesto de ingeniero de pista en sustitución de Ramon Forcada, quien lamentó haber conocido la noticia a través de sus jefes y que no fuera el propio el corredor quien se lo notificara.

38