'Miller no da la talla como punta de lanza del proyecto Ducati'

Hace casi un año, el 27 de mayo de 2020, Ducati anunciaba la promoción del australiano Jack Miller de la formación satélite Pramac al primer equipo de la marca de Borgo Panigale, lo que se entendió como el final de Andrea Dovizioso y el inicio de una nueva era.

“Es un honor poder continuar mi carrera en MotoGP con Ducati, y por eso me gustaría agradecer a toda la cúpula de responsables la confianza que han depositado en mí, y el hecho de haberme dado esta increíble oportunidad. Estoy listo para asumir con todo el compromiso del mundo la responsabilidad de ser un piloto Ducati oficial en 2021”, dijo entonces Miller, asumiendo su papel de líder del proyecto italiano en la clase reina.

Once meses después, sin embargo, las cosas no están saliendo como se imaginaba. Ducati juntó en su equipo de fábrica al australiano con Pecco Bagnaia y es el italiano quien ha asumido, en este inicio de curso, la responsabilidad de tirar del carro.

En 2020, Miller compitió con una Ducati del equipo Pramac, con idéntico material y apoyo que los pilotos oficiales. El australiano estuvo en el top 10 en todas las carreras en las que terminó (10 de 14), incluidos cuatro podios (dos segundos y dos terceros), exhibiendo en las dos últimas carreras del año (Valencia y Portimao) un nivel espectacular.

Con esa tarjeta de presentación, Miller llegaba al equipo oficial como punta de lanza del proyecto y tras una pretemporada espectacular en Qatar, no fueron pocos los que crearon paralelismos con su compatriota Casey Stoner, el primer y único piloto campeón de MotoGP con una moto roja (2007).

Una responsabilidad que Miller, rápidamente, quiso sacudirse de encima. “Compararme con Stoner es un error. Lo que logró en 2007 fue espectacular y es irrepetible”, sentenció el mes pasado, justo antes del inicio del curso.

El peor precedente

Para Miller, de 26 años, la 2021 es su séptima temporada en MotoGP, cuarta con una Ducati y primera en el equipo oficial de Borgo Panigale. En las tres carreras disputadas hasta ahora, el australiano ha sumado 14 puntos de 75 posibles, dos novenos puestos en las primeras carreras de Qatar y una caída en pasado fin de semana en Portimao.

Eso le sitúa en la 12ª posición de la general, a 47 puntos del líder, Fabio Quartararo, y como la quinta Ducati hasta ahora, por detrás de Pecco Bagnaia (2º/46 puntos), Johann Zarco (4º/40) y los rookies Enea Bastianini (9º/18) y Jorge Martín (10º/17). Solo el también debutante Luca Marini (18º/4) ha sumado menos puntos que Jack.

Esos 14 puntos son el peor arranque de Miller desde 2017, aún con una Honda satélite, cuando sumó 21. En su debut con la Desmosedici de Pramac con estatus de piloto satélite, en 2018, logró 26 puntos, anotándose 29 en las tres primeras carreras de 2019 en idénticas condiciones.

Justo en 2020 Miller se convirtió en piloto bajo contrato directo con Ducati y aunque estaba en Pramac, ya gozaba de una moto oficial y apoyo de fábrica. Ese año acumuló 20 puntos tras los tres primeros grandes premios y acabó la temporada con su mejor clasificación en la clase reina, el 7º puesto de la general, que hubiera sido mucho mejor de no ser por las cuatro caídas que sufrió durante la temporada express 2020.

Las caídas son otro de los talones de Aquiles de Miller. El australiano, en las siete temporadas que lleva en MotoGP, se ha ido al suelo en alguna de las tres primeras carreras del año en cinco ocasiones, incluidos los tres últimos años. Demasiados errores cuando estás llamado a ser el líder del proyecto.

La temporada 2021 acaba de empezar y Jack tiene, sobre el papel, tiempo para recuperar el rumbo, aunque ni sus resultados, ni tampoco su actitud, ahora mismo, sean los esperados.

Desde que Ducati llegó al Mundial de MotoGP en 2003, nunca un teórico ‘jefe de filas’ había sumado tan pocos puntos en las tres primeras carreras. Y es que los 14 puntos de Miller, ya no solo están lejísimos de los 61 que llevaba Stoner en 2007 –año del título–, sino que ni se acercan a los 60 de Dovizioso en 2015, a los 54 de Stoner en 2009 y el propio Dovi en 2019; a los 51 de Loris Capirossi en 2006; o los 46 que sumaba Andrea en 2018 y suma ahora mismo Pecco Bagnaia.

Ni en el desastroso arranque de 2016, cuando la primera Ducati era la de Héctor Barberá con 25 puntos tras tres carreras, ni en los años ‘negros’ de Valentino Rossi (2011-12), cuando el italiano sumó 31 y 22 puntos, respectivamente, la marca italiana había tenido a su líder tan abajo. Solo en 2005 los números se acercaban, al estar Capirossi, entonces, con 14 puntos, los mismos que ahora Miller, y por detrás de su compañero Carlos Checa (17).

Cambio de papeles

Con este panorama, en Ducati no han tardado mucho en darse cuenta de que su hombre, ahora mismo, no es otro que el joven Pecco Bagnaia (24 años), segundo de la general con 46 puntos y acumulando ya dos podios –tercero en la primera carrera de Qatar y segundo el pasado fin de semana en Portimao–, además del sexto puesto del GP de Doha, lo que le coloca como la mejor Ducati del campeonato, arrebatando esa condición al francés Johann Zarco, que se puso líder tras la segunda carrera, pero sufrió una caída en Portugal que le bajó al cuarto puesto.

Pese a ese traspiés, en Ducati mantienen una gran confianza en Zarco, al que consideran un piloto sólido, aunque no lo suficiente como para luchar por el campeonato, algo que sí ven en Bagnaia si mantiene su actual línea.

Y más ahora que vienen circuitos en los que Ducati puede sumar muchos puntos. Pecco iba segundo en carrera el año pasado en el GP de Andalucía cuando se fue al suelo, y en Le Mans, el pasado curso, ganó una Ducati, la de Danilo Petrucci. Sin olvidar que Mugello, donde no se corrió en 2020, y Barcelona, han sido siempre buenos circuitos para las motos rojas.

Un tramo de la temporada este (Jerez-Le Mans-Mugello-Barcelona) donde quedará claro ya quién es el ‘jefe de filas’ en la casa de Borgo Panigale, justo antes del verano, cuando en Bolonia deberán decidir si ejecutan la segunda temporada de contrato con Miller.

Según ha podido saber Motorsport.com, a día de hoy la intención de Ducati es la de seguir contando, en 2022, con Pecco y Jack en el equipo oficial, pero además de tener una gran confianza en Zarco (Pramac), en los despachos de Bolonia se ha desatado una enorme simpatía y confianza, en este inicio de temporada, en dos jóvenes corredores debutantes: el español Jorge Martín, ahora lesionado, y el italiano Enea Bastianini.

Martín tiene contrato con la fábrica hasta final de 2022, mientras que el caso de Bastianini es más complejo. Al estar en el equipo Avintia, que el próximo año pierde la plaza (que se quedará el VR46) en MotoGP, Ducati deberá buscarle acomodo en otra formación.

La intención de la casa italiana es seguir contando con seis motos en 2022, pero ahora mismo no está asegurada, ya que el VR46 está más cerca de Suzuki o Aprilia, si hacen motos satélites, que de Ducati o, incluso, Yamaha.

Una opción es que Ducati se asocie con Gresini Racing para suministrarles las motos a partir de 2022, lo que permitiría acomodar en ese equipo a Bastianini junto a Fabio Di Giannantonio, que teóricamente tiene un sitio prometido en MotoGP para el próximo año con el equipo del fallecido expiloto.

Si se cierra esa operación, Miller seguirá corriendo en Ducati el próximo año, de lo contrario llegarán los nervios, ya que, ahora mismo, el australiano está por detrás de Pecco, Johann, Jorge y Enea en la lista de deseos de Borgo Panigale.

82