MotoGP rompe la dinámica de contratos bianuales

En 2020, la mayoría de pilotos de MotoGP acababa contrato al finalizar esa temporada y durante el año se firmaron los nuevos acuerdos. Las principales figuras lo hicieron por dos años, hasta 2022. La gran excepción del mercado fue Marc Márquez, que se comprometió con Honda hasta 2024 en un movimiento que a todos pilló por sorpresa.

2021 está siendo un año de relativa calma en los despachos, a la espera de que todo se active de nuevo el próximo invierno. Así, de cara a la próxima temporada ya solo quedan siete plazas libres, aunque alguna de ellas está virtualmente ocupada. La gran incógnita es saber qué hará Valentino Rossi y de su decisión dependerán otras.

Junto a los contratos de dos años, algunas marcas se cubrieron en las espaldas firmando por uno más otro segundo opcional. Ese fue el caso de Jack Miller y Johann Zarco con Ducati, que contaba con una opción para renovarles que finalmente decidió ejecutar para 2022. Esta fórmula la han imitado otros fabricantes, como KTM, pero los austriacos han optado por no aplicarla con Danilo Petrucci, que está más fuera que dentro de Tech3.

Precisamente KTM ha sido el fabricante que ha terminado de romper la dinámica de renovaciones bianuales que se venía estilando en MotoGP. Brad Binder aterrizó en la categoría reina el pasado año y se comprometió con ellos por dos años. En su caso acababa contrato en 2021, mientras que la mayoría lo hace uno más tarde. En lugar de ampliarle una temporada y equipararle al resto, los de Mattighofen han apostado fuerte por el sudafricano y le han atado hasta 2024, como Márquez. Su actual compañero, Miguel Oliveira, termina en 2022.

Viendo casos como el de Márquez y Binder, la actual igualdad que hay entre las motos de la parrilla de MotoGP o el empuje con el que vienen los jóvenes de Moto3 y Moto2, ya no se puede dar por hecho que el próximo invierno sigamos viendo mayoritariamente contratos por dos temporadas.