Por qué el futuro de Acosta brilla incluso más que su debut en MotoGP
La novena posición que Pedro Acosta firmó este domingo en Qatar no refleja el impacto que tuvo el novato en el estreno de este Mundial de MotoGP, ni tampoco en su futuro con KTM.
Tras una pretemporada en la que se dividió los focos de atención con Marc Márquez y su llegada a Gresini, el debut del actual campeón del mundo de Moto2 en la categoría de las motos pesadas llegó incluso a decantar la balanza mediática a su favor. La meritoria octava plaza conseguida en la sprint del sábado quedó eclipsada al día siguiente al poco de comenzar la prueba larga, en la que Pecco Bagnaia puso la contundencia y Pedro Acosta el espectáculo, con una vigorosa remontada que le llevó desde la décima plaza en que cruzó la primera vuelta, hasta la cuarta en la que se colocó en el 12ª, después de adelantar a Márquez en una tremenda clavada de frenos al abordar la primera curva.
Si al #93 y al #31 se les lleva comparando desde que el segundo debutó en el Mundial hace solo tres años, los paralelismos todavía se acentúan más tras el bautizo del murciano en MotoGP, en el que demostró un desparpajo similar al que movía a Márquez en aquel histórico 2013. "Se parecen mucho. Marc llegó sin ningún complejo y con ganas de comerse el mundo, y eso es lo que hoy se ha visto en Pedro", reconocía este domingo a Motorsport.com una pieza clave en la estructura de Honda en aquella primera experiencia del corredor de Cervera (Lleida). Probablemente no haya mejor prueba de ese descaro que la vuelta rápida de la carrera –la segunda– que el chaval de GasGas, de solo 19 años, dejó para la historia, al igual que el récord vigente hasta ese momento.
El tremendo nivel de exigencia de la que fue su primera prueba larga hizo que Acosta no pudiera acabar de dar la campanada. Después, al atender a los periodistas, el piloto destacó que fue su falta de experiencia la que provocó que sus gomas se degradaran más de lo ideal, haciéndole imposible mantener el ritmo que había marcado en la primera mitad de la prueba. Sin embargo, tan o más importante que eso fue el agarrotamiento repentino de sus antebrazos, que apareció en los últimos seis giros y que, irremediablemente, le llevó a rodar entre un segundo y un segundo y medio por vuelta más lento. Poco a poco fue siendo engullido por un pelotón con mucho más callo que él, hasta concluir el noveno, a 11 segundos y medio de Bagnaia, mientras trataba de soltar los brazos con vistosos gestos.
"Seguramente ha influido la posición de la palanca del dispositivo trasero, que estaba muy lejos y me obligaba a hacer un movimiento un poco extraño. El equipo la cambió respecto del test –de pretemporada–. Para Portimão –en dos semanas–, espero que me la coloquen más a mi medida", justificó el bicampeón del mundo de las categorías inferiores, que, eso sí, se divirtió como hacía tiempo que no lo hacía. "Desde que corría en Moto3 que no me veía tan cómodo y con tanta confianza para adelantar. Y eso que en Moto2 lo hacía, pero no con tanta seguridad de que la moto se iba a parar", convino Acosta, en Losail, donde 11 años antes el mundo contempló la presentación a lo grande de Márquez, que en su estreno en la clase reina se subió al podio, por detrás de Jorge Lorenzo y de Valentino Rossi.
Pedro Acosta remontó hasta llegar al grupo de delante para mantener una bonita lucha con Marc Márquez, que fue de lo mejor del fin de semana
Foto de: Gold and Goose / Motorsport Images
La coyuntura de aquella época no tiene nada que ver con la actual. Sobre todo, si atendemos a que entonces reinaban las marcas japonesas que ahora se pelean en las catacumbas de las pantallas de tiempos y de puntos. En aquel evento de 2013, el primer prototipo no nipón fue la Ducati de Andrea Dovizioso, que terminó el séptimo, a más de 24 segundos del ganador. Márquez, tercero, lo hizo a seis segundos de Lorenzo, tras protagonizar un duelo cerrado con Rossi, que dejó maniobras tan espectaculares como algunas de las que Acosta ofreció este domingo. "Así se aprende. La actitud de Pedro en su primer gran premio en MotoGP fue de descaro, de campeón. En breve estará luchando por el podio y dará algún susto en alguna carrera", le piropeó Márquez.
Si dejamos al margen aquello que se ve en la pista, todavía existen más similitudes entre el multicampeón, y quien está llamado a heredar su papel hegemónico en el medio plazo. Márquez estaba llamado a capitanear el proyecto de Honda en la misma medida que KTM ha puesto sus esperanzas de futuro en Acosta, que no heredó por casualidad el grupo humano que dejó Pol Espargaró, cuyos miembros provienen en casi su totalidad directamente de la plantilla del fabricante austríaco.
De cualquier forma, el paso del joven de Mazarrón por la escudería de Hervé Poncharal tiene fecha de caducidad. De hecho, Motorsport.com entiende que si KTM quiere retenerle más allá de este este curso deberá subirle, ya en 2025, a la RC16 que en estos momentos pertenece a Jack Miller, que no tiene contrato para el año que viene. Eso es exactamente lo que hizo el grupo liderado por Stefan Pierer para asegurarse a Acosta en 2024, y que derivó en el rocambolesco juego de las sillas, con tres pilotos (Espargaró, Augusto Fernández y Acosta) para solo dos motos. En este tipo de acuerdos, la notificación de la promoción por parte de la compañía debe materializarse antes del parón veraniego, que es cuando se espera que se concrete la mayor parte de la parrilla.
El paso de Pedro Acosta por el equipo Red Bull GASGAS Tech3 será efímero, el próximo año estará en el oficial KTM
Foto de: Gold and Goose / Motorsport Images
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